París
Publicado: Lun, 10 Mar 2025 17:47
La lluvia deja ver sobre las calles
la melancolía de los rostros.
Transeúntes atados a sus sueños
deambulan
suavemente
por
aceras
hasta rozar los pájaros de invierno.
Al fondo,
se ve el Arco de Triunfo de París
como una imagen llena de recuerdos,
más allá de la luz de la belleza.
A lo lejos se escuchan los susurros
de una herida invisible
que no permite nunca ser de agua.
Oculta entre las ramas de los árboles
hay una historia triste en la memoria
que pugna por salir de su escondite.
La música de piano
nos hace regresar a nuestra infancia
a través de las dulces melodias
de los nocturnos de Satie.
Pasa el tiempo sin tiempo de algodón
y deja en el ambiente
cartas enamoradas
con mensajes de amor y con sonrisas.
La gente se desliza por la tarde
más allá de un crepúsculo sin nubes,
tiene mucho que hacer aquí y allá
y camina deprisa
por la nostalgia abierta de la sangre.
Los edificios grises se rebelan
con tentáculos llenos de una bruma
que lanza al aire globos de colores,
antes de que el misterio se transforme
en un silencio fértil
con el sortilegio de la sombra.
Ana Muela Sopeña
la melancolía de los rostros.
Transeúntes atados a sus sueños
deambulan
suavemente
por
aceras
hasta rozar los pájaros de invierno.
Al fondo,
se ve el Arco de Triunfo de París
como una imagen llena de recuerdos,
más allá de la luz de la belleza.
A lo lejos se escuchan los susurros
de una herida invisible
que no permite nunca ser de agua.
Oculta entre las ramas de los árboles
hay una historia triste en la memoria
que pugna por salir de su escondite.
La música de piano
nos hace regresar a nuestra infancia
a través de las dulces melodias
de los nocturnos de Satie.
Pasa el tiempo sin tiempo de algodón
y deja en el ambiente
cartas enamoradas
con mensajes de amor y con sonrisas.
La gente se desliza por la tarde
más allá de un crepúsculo sin nubes,
tiene mucho que hacer aquí y allá
y camina deprisa
por la nostalgia abierta de la sangre.
Los edificios grises se rebelan
con tentáculos llenos de una bruma
que lanza al aire globos de colores,
antes de que el misterio se transforme
en un silencio fértil
con el sortilegio de la sombra.
Ana Muela Sopeña