Las últimas líneas del silencio- con mi voz-
Publicado: Mié, 19 Nov 2008 22:33
Las últimas líneas del silencio
Te amo: no llegues.
Deja ausencias en huida,
que el tiempo encienda caricias de estrellas
como sueños que no terminan
y que las ramas sean refugio
de las últimas líneas del silencio.
Que tu hermosura huela a ternura,
la respuesta de la esperanza:
nido de primavera, mujer y despedida;
semilla en explosión
hacia el sol de media tarde
en el teatro sin escenas,
contenido en las hojas en vuelo,
cruzando el telón con alas infinitas.
Que las batallas sean invitadas
de la soledad con voz de pasado
con espada y grito de vida:
uva madura bañando los senos
de memoria y el cántaro
de agua adormecido.
No llegues. Quédate en el viento, segura.
Que me tendrás a su tiempo en la delicia
del girasol y las rosas,
en los ojos de frío encuentro,
en los brazos de castigo,
en el hospedaje cuando se cierra el día,
desnudo de fatiga y hambre.
No llegues en la alegría. Quédate.
Cuando el otoño persiga el polvo,
ocúltate en el gemir del olvido,
y rueda con su indiferencia.
Y, cuando mis ojos te busquen,
muéstrate como eres:
apasionada con tu encomienda,
libre en mi miedo y en mi voz
que no te nombra,
abrigo, tierra, vacío ciego,
gis que se desmorona
y oscurece en el umbral
de mi diciembre.
Para escuchar mi voz:
http://www.amigosdelapoesia.com/musica/lineas.mp3

Te amo: no llegues.
Deja ausencias en huida,
que el tiempo encienda caricias de estrellas
como sueños que no terminan
y que las ramas sean refugio
de las últimas líneas del silencio.
Que tu hermosura huela a ternura,
la respuesta de la esperanza:
nido de primavera, mujer y despedida;
semilla en explosión
hacia el sol de media tarde
en el teatro sin escenas,
contenido en las hojas en vuelo,
cruzando el telón con alas infinitas.
Que las batallas sean invitadas
de la soledad con voz de pasado
con espada y grito de vida:
uva madura bañando los senos
de memoria y el cántaro
de agua adormecido.
No llegues. Quédate en el viento, segura.
Que me tendrás a su tiempo en la delicia
del girasol y las rosas,
en los ojos de frío encuentro,
en los brazos de castigo,
en el hospedaje cuando se cierra el día,
desnudo de fatiga y hambre.
No llegues en la alegría. Quédate.
Cuando el otoño persiga el polvo,
ocúltate en el gemir del olvido,
y rueda con su indiferencia.
Y, cuando mis ojos te busquen,
muéstrate como eres:
apasionada con tu encomienda,
libre en mi miedo y en mi voz
que no te nombra,
abrigo, tierra, vacío ciego,
gis que se desmorona
y oscurece en el umbral
de mi diciembre.

Para escuchar mi voz:
http://www.amigosdelapoesia.com/musica/lineas.mp3