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Mar abajo

Publicado: Dom, 02 Mar 2025 21:57
por J. J. Martínez Ferreiro
Las chimeneas humeaban en los tejados corrompidos. Tras los ventanales del mirador asomaba un rostro difícil, como si fuese demasiado pensado por el demiurgo hacedor de rostros.

Penetrando a través del tragaluz del orfanato surgían las cabezas de los chiquillos en las mesas del refectorio; sus labios suculentos y mordaces expandían las estepas de las caras.
Al mando de hornos y fogones se agitaban las cocineras. Mientras zarandeaban las sartenes sus pechos se movían calientes y pesados —uno imaginaba los charcos de leche espumando con la devoción del magma bajo una tierra de purísima ternura.

Al final de las ramblas portuarias, un grupo de muchachas ataviadas con faldas coloridas acunaban las piernas reflejando sus cuerpos sobre un mar untado por el gasoil de los remolcadores.

Los ojos huyeron de la humosa intimidad del puerto y ahora resbalaban mar abajo como si acariciasen la superficie de un plato azul, acompasando la cadencia de los delfines sobre el agua como si evocasen la pausada liquidación de un sueño.

En la costa, grandes fanales impregnados de insectos zumbando alumbraban los astilleros, esos templos marginales donde se postran y piensan los navíos.

Tras las girándulas de alta mar, donde dan vuelta los alcatraces rayando las armaduras de salitre, emergía la ciudad mítica con sus piedras y aves rotundas, con las banderas al viento, con sus estrellas posadas sobre las atalayas, donde los vigías de tres párpados exhibían su musculada desnudez.

Centenares de hombres dispuestos en filas interminables halaban las ofrendas en tinajas llenas de vino. Se escuchaba de fondo la crudeza de los tambores golpeados por las bacantes.

Que los pilotos errabundos giren los timones, esos que llevan los ojos poblados con líquenes arborescentes.

Re: Mar abajo

Publicado: Lun, 03 Mar 2025 12:36
por Alejandro Costa
Un escrito repleto de metáforas y de pasajes que parecen sacados de una novela de Dickens.

El entorno, la estructura, el relleno, todo te lleva por los pasillos diseñados a tal fin, con suma elegancia, con algunas palabras complicadas, hacia un final, que es el propio principio y que le da título, por cierto, magnífico. Mar abajo.

Siempre lo he dicho, leerte es aprender.

Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Re: Mar abajo

Publicado: Lun, 03 Mar 2025 19:06
por Ana Muela Sopeña
Hermoso, colorista y sensual. Daría para una película, Ferreiro.

Tu lenguaje está genialmente trabajado.

Enhorabuena
Siempre aprendo al recorrer tus versos
Un abrazo grande
Ana

Re: Mar abajo

Publicado: Mar, 04 Mar 2025 15:22
por J. J. Martínez Ferreiro
Alejandro Costa escribió: Lun, 03 Mar 2025 12:36 Un escrito repleto de metáforas y de pasajes que parecen sacados de una novela de Dickens.

El entorno, la estructura, el relleno, todo te lleva por los pasillos diseñados a tal fin, con suma elegancia, con algunas palabras complicadas, hacia un final, que es el propio principio y que le da título, por cierto, magnífico. Mar abajo.

Siempre lo he dicho, leerte es aprender.

Me ha gustado mucho.

Un abrazo.
Gracias, amigo Alejandro, por abrir este tema con tan generosos comentarios. Cerebro que hayas disfrutado de este texto.

Un placer tenerte por aquí.

Un abrazo.

Re: Mar abajo

Publicado: Jue, 06 Mar 2025 14:43
por Armilo Brotón
He visto una película que se desenvuelve en dos escenarios cercanos pero distintos y cuyo nexo es la indagación a través de un lenguaje simbólico de la realidad humana.
Da igual el formato que utilices hermano, siempre es poesía en estado puro porque lo tienes dentro, porque no tiene más remedio que salir ese gusano, como sea, aunque tenga la pata coja como el capitán Garfio, uno de mis referentes poéticos más importantes después de ti.
No hay gallego que no tenga magia y crea en ciudades sumergidas, yo pienso que os las inventasteis para que al morir, sigáis, bárbaros bardos gallegos y alguno barbón, jodiendo desde dentro, desde lo más profundo del alma.
Aquí te has pasado tío: "la pausada liquidación de un sueño", ¡la hostia y el copón bendito, qué imagen más hermosa!, me corrí más abajo.
Sumergirse en lo desconocido, en las profundidades del mar, y en las complejidades del espíritu humano, eso es lo que haces aquí. Esta noción de "abajo" implica tanto una exploración de lo oculto en nuestra mente, como una reflexión sobre lo que se encuentra bajo la superficie de lo evidente.
"—uno imaginaba los charcos de leche espumando con la devoción del magma bajo una tierra de purísima ternura". Fellini, hermoso Fellini, Seguro que te pajeabas cuando te estabas acordando de la gorda de Amacor y eso te ha quedado en la memoria.
Fantástica obra poética has dejado, un abrazotote.

N.B: Por ahí tienes algún dedazo hermano, como el verbo alabar.

Re: Mar abajo

Publicado: Jue, 06 Mar 2025 15:42
por Julio Gonzalez Alonso
Ferreiro, amigo, el comentario de Armilo lo dice todo, así que no me voy a repetir. Un abrazo y espero que te estés recuperando bien. ¿Sabes que estuve en A Coruña los pasados 25 y 26 de febrero? Estuve presentando a un paisano tuyo para el que escribí el prólogo de su libro. Salud.

Re: Mar abajo

Publicado: Vie, 07 Mar 2025 20:21
por Ignacio Mincholed
J.J., no es fácil este terreno que exploras… Siete imágenes, fruto de lo sensible, trasformadas en imágenes interiores de mucha potencia expresiva con una cláusula final que, de manera consciente o no, advierte de escollos, pesares y encantamientos.

Tal como están dispuestas las siete imágenes, para mí imágenes puras y no metáforas, aunque contengan algunas como «las estepas de las caras», «jóvenes de tres párpados», «templos costeros», y «ojos con líquenes arborescentes»; pero a fin de cuentas componentes de imágenes de fuerte ensoñación; como te digo, la disposición me lleva a un «plano secuencia», una panorámica lenta sustentada en una luz, una atmósfera común. El efecto lo consigues, consigues la atención y un efecto relajante en el lector/observador que se va implicando en cada imagen al entrar en cada situación. Lo percibo como un plano secuencia, pero fácilmente puede parecerle a otro observador una sucesión de planos aislados, golpes visuales. No sé cuál es tu intención, si dibujar un panorama de un personaje/poeta que vaga en un atardecer desde una sensación inicial de evocación de la infancia hasta la madurez, o si por el contrario buscas resaltar cada imagen como fotografías, imágenes estáticas que pueden acontecer en distintos tiempos.

Sea como sea, la profusión de detalles descriptivos puede llevar al lector a un cierto «aturdimiento» ante las imágenes sin solución de continuidad, de modo que puede verse apurado para discernir cada significación en cada imagen; pero igualmente puede no buscar esa continuidad, a mí sí me pide buscarla, y quedarse con cada sensación de forma aislada como en un giro de cabeza cuando pasamos de una perspectiva a otra.

Como decía, una obra de impactos, instrumentada bajo un tratamiento fuertemente onírico. Felicidades.

Un fuerte abrazo.
Ignacio

Re: Mar abajo

Publicado: Dom, 09 Mar 2025 11:13
por Rafel Calle
MAR ABAJO, DE J. J. MARTÍNEZ FERREIRO

Las chimeneas humeaban
en los tejados corrompidos.
Tras los ventanales del mirador
asomaba un rostro difícil,
como si fuese demasiado
pensado por el demiurgo hacedor
de rostros.

“Mar abajo”, de J. J. Martínez Ferreiro es un poema en prosa versicular que bien podría ser un poema en verso, ya que los periodos rítmico-sintácticos que ha construido el autor permiten una lectura prácticamente igual (salvo la omisión de la pausa versal) a la que resultaría en el caso de un poema con el axis rítmico en los versos impares.

Se trata de un trabajo de gran riqueza sensorial y simbólica, donde el lenguaje despliega un imaginario denso y envolvente, oscilando entre lo onírico, lo mítico y lo cotidiano. Su estructura fragmentaria nos sumerge en una serie de estampas que, aunque aparentemente autónomas, están unidas por una atmósfera de melancolía y trascendencia.

Uno de los aspectos más notables del poema es su capacidad de materializar imágenes con una intensidad casi pictórica. La plasticidad del lenguaje convierte cada escena en una suerte de cuadro impresionista donde los colores, las texturas y los movimientos se yuxtaponen a base de una cadencia propia.

El uso de metáforas de gran carga sensorial (las “estepas de las caras”, “el magma bajo una tierra de purísima ternura”, “un mar untado por el gasoil de los remolcadores”) otorga a la obra un carácter corpóreo que oscila entre lo bello y lo inquietante. En esta ocasión, Ferreiro no se conforma con una poesía contemplativa, meramente evocadora; su lenguaje, con una densidad casi táctil, nos sumerge en la fisicidad de los cuerpos, los objetos y los elementos naturales.

El autor también juega con un tono de gravedad arcaica, cercano a los relatos míticos, en frases como: “Tras las girándulas de alta mar […] emergía la ciudad mítica con sus piedras y aves rotundas”, o la imagen final de los hombres “halando las ofrendas en tinajas llenas de vino”, que nos transporta a un tiempo intemporal, casi ritual.

El poema está estructurado en una serie de imágenes que se despliegan como escenas sucesivas observadas por una mirada errante. Este desplazamiento se percibe en la progresión de los espacios: desde el ámbito doméstico y cerrado del orfanato, con sus chimeneas y cocinas, hacia la apertura de la ciudad portuaria y finalmente la vastedad del mar y la mítica ciudad que emerge en el horizonte. Este movimiento es también una fuga: “Los ojos huyeron de la humosa intimidad del puerto y resbalaban mar abajo”, una imagen que refuerza la sensación de tránsito y fluidez, como si el propio poema fuera una corriente que arrastra la mirada del lector a través de sus estampas.

Uno de los aspectos más fascinantes del poema es su capacidad de superponer distintos estratos de realidad. Hay una coexistencia entre lo cotidiano y lo legendario, entre la crudeza de lo industrial y lo sagrado.
El puerto y los astilleros aparecen como “templos costeros donde se postran y piensan los navíos”, transformando lo funcional en algo casi místico. Lo mismo sucede con la imagen de los hombres arrastrando tinajas de vino, que evoca ritos dionisíacos en un contexto industrial. Esta dualidad es clave en la poética de Ferreiro: las chimeneas y los hornos pueden ser tan trascendentes como los fanales y los templos; las cocineras, con sus movimientos pesados y cálidos, se convierten en figuras casi mitológicas.

El poema de Ferreiro destaca por su capacidad de generar un universo denso, simbólico y sensorialmente abrumador. Su lenguaje, lleno de metáforas corpóreas, construye un mundo donde lo industrial, lo mítico y lo natural coexisten en una tensión constante. La mirada errante del poema nos conduce desde la intimidad de un orfanato hasta la vastedad del mar, en un viaje que es tanto físico como simbólico.

En fin, “Mar abajo” recuerda a ciertas tradiciones modernistas y barrocas, pero con un tono contemporáneo que oscila entre la crudeza y la trascendencia. Es un poema que exige una lectura atenta, pues en cada imagen se condensa un significado que resuena más allá de su literalidad.

Mi más afectiva enhorabuena, don J. J. Martínez Ferreiro, en esta ocasión usted se ha salido.
Un fuerte abrazo.

Re: Mar abajo

Publicado: Dom, 09 Mar 2025 16:54
por Ricardo López Castro
Muy buen asunto, de obligada lectura, esa magnífica prosa poética, por lo inesperado de la atmósfera que creas con tu arte, que se diluye creando otras capas.
Lo veo como una amalgama de contextos, cada uno de ellos con un sentido muy marcado, que forman un todo.
Me gustó mucho.
Mi sincera enhorabuena, amigo Ferreiro.

Re: Mar abajo

Publicado: Lun, 10 Mar 2025 19:03
por J. J. Martínez Ferreiro
Ana Muela Sopeña escribió: Lun, 03 Mar 2025 19:06 Hermoso, colorista y sensual. Daría para una película, Ferreiro.

Tu lenguaje está genialmente trabajado.

Enhorabuena
Siempre aprendo al recorrer tus versos
Un abrazo grande
Ana



Un bico.
Graciñas, Ana, por pasar y dejar tan generosos comentarios. Siempre es una grata noticia tenerte por aquí.

Un bico.

Re: Mar abajo

Publicado: Mié, 12 Mar 2025 20:25
por J. J. Martínez Ferreiro
Gracias, hermano, por tan hermoso y nutritivo comentario. Es un gran honor que disfrutases de esta prosa poética.

Ahhh... Fellini, el irrepetible Fellini!! Sí que me acordé de él en el desarrollo de la imagen de esos "pechos calientes y pesado". Además estoy revisando en plataformas su filmografía, por ahora he vuelto a ver: "Amarcord" "La dolce vita", "La Strada" "Las noches de Cabiria" y hoy iré a por "8 y medio"

"He visto una película que se desenvuelve en dos escenarios cercanos pero distintos y cuyo nexo es la indagación a través de un lenguaje simbólico de la realidad humana...."

Has resumido en un par de frases la intención e itinerario de este trabajo.

Un fuerte abrazo.

Re: Mar abajo

Publicado: Jue, 13 Mar 2025 9:57
por Ramón Carballal
A mi esta prosa poética me ha recordado al realismo mágico de Cunqueiro donde esta tan presente el mar. No sé si es impresión acertada, en cualquier caso tu texto es un gran ejemplo de simbolismo en la poesía. Tú también has puesto la imaginación al servicio de la excelencia poética. Unha aperta.

Re: Mar abajo

Publicado: Vie, 14 Mar 2025 10:26
por Marisa Peral
J. J. Martínez Ferreiro escribió: Dom, 02 Mar 2025 21:57 Las chimeneas humeaban en los tejados corrompidos. Tras los ventanales del mirador asomaba un rostro difícil, como si fuese demasiado pensado por el demiurgo hacedor de rostros.

Penetrando a través del tragaluz del orfanato surgían las cabezas de los chiquillos en las mesas del refectorio; sus labios suculentos y mordaces expandían las estepas de las caras.
Al mando de hornos y fogones se agitaban las cocineras. Mientras zarandeaban las sartenes sus pechos se movían calientes y pesados —uno imaginaba los charcos de leche espumando con la devoción del magma bajo una tierra de purísima ternura.

Al final de las ramblas portuarias, un grupo de muchachas ataviadas con faldas coloridas acunaban las piernas e irradiaban sus cuerpos sobre un mar untado por el gasoil de los remolcadores.

Los ojos huyeron de la humosa intimidad del puerto y ahora resbalaban mar abajo como si acariciasen la superficie de un plato azul, acompasando la cadencia de los delfines sobre el agua como si evocasen la pausada liquidación de un sueño.

En la costa, grandes fanales impregnados de insectos zumbando alumbraban los astilleros, esos templos marginales donde se postran y piensan los navíos.

Tras las girándulas de alta mar, donde dan vuelta los alcatraces rayando las armaduras de salitre, emergía la ciudad mítica con sus piedras y aves rotundas, con sus banderas al viento, con sus estrellas posadas sobre las atalayas, donde los jóvenes de tres párpados exhibían la musculada desnudez.

Centenares de hombres dispuestos en filas interminables halaban las ofrendas en tinajas llenas de vino. Se escuchaba de fondo la crudeza de los tambores golpeados por las bacantes.

Que los pilotos errabundos giren los timones, esos que llevan poblados los ojos con líquenes arborescentes.
Este es un poema de Culto, de esos que hay que guarda cerca para extraer toda la sabiduría que encierra en cada estrofa, y aprender y aprehender.
Es un continuo aprendizaje leerte, Ferreiriño, gracias infinitas.

Bicos.

Re: Mar abajo

Publicado: Vie, 14 Mar 2025 18:59
por J. J. Martínez Ferreiro
Julio Gonzalez Alonso escribió: Jue, 06 Mar 2025 15:42 Ferreiro, amigo, el comentario de Armilo lo dice todo, así que no me voy a repetir. Un abrazo y espero que te estés recuperando bien. ¿Sabes que estuve en A Coruña los pasados 25 y 26 de febrero? Estuve presentando a un paisano tuyo para el que escribí el prólogo de su libro. Salud.
Graciña, amigo Julio. Celebro que hayas disfrutado de esta prosa poética.
Ahh, Coruña; sin duda alguna una de las ciudades costeras más hermosa de toda España, y parte del extranjero :wink:

Un fuerte abrazo

Re: Mar abajo

Publicado: Lun, 07 Abr 2025 19:47
por J. J. Martínez Ferreiro
Ignacio Mincholed escribió: Vie, 07 Mar 2025 20:21 J.J., no es fácil este terreno que exploras… Siete imágenes, fruto de lo sensible, trasformadas en imágenes interiores de mucha potencia expresiva con una cláusula final que, de manera consciente o no, advierte de escollos, pesares y encantamientos.

Tal como están dispuestas las siete imágenes, para mí imágenes puras y no metáforas, aunque contengan algunas como «las estepas de las caras», «jóvenes de tres párpados», «templos costeros», y «ojos con líquenes arborescentes»; pero a fin de cuentas componentes de imágenes de fuerte ensoñación; como te digo, la disposición me lleva a un «plano secuencia», una panorámica lenta sustentada en una luz, una atmósfera común. El efecto lo consigues, consigues la atención y un efecto relajante en el lector/observador que se va implicando en cada imagen al entrar en cada situación. Lo percibo como un plano secuencia, pero fácilmente puede parecerle a otro observador una sucesión de planos aislados, golpes visuales. No sé cuál es tu intención, si dibujar un panorama de un personaje/poeta que vaga en un atardecer desde una sensación inicial de evocación de la infancia hasta la madurez, o si por el contrario buscas resaltar cada imagen como fotografías, imágenes estáticas que pueden acontecer en distintos tiempos.

Sea como sea, la profusión de detalles descriptivos puede llevar al lector a un cierto «aturdimiento» ante las imágenes sin solución de continuidad, de modo que puede verse apurado para discernir cada significación en cada imagen; pero igualmente puede no buscar esa continuidad, a mí sí me pide buscarla, y quedarse con cada sensación de forma aislada como en un giro de cabeza cuando pasamos de una perspectiva a otra.

Como decía, una obra de impactos, instrumentada bajo un tratamiento fuertemente onírico. Felicidades.

Un fuerte abrazo.
Ignacio
Gracias, Ignacio. Lo dicho ya muchas veces: siempre es un lujo tenerte por aquí, por esa altura crítica de tus comentarios, siempre intentando explicar, razonar —en la medida que nos deja la subjetividad inherente a la actividad artística— todo aquello que se percibe o nos impacta de una determinada obra.

Un abrazo, querido amigo.