Editorial Alaire

Ramón Carballal escribió: ↑Dom, 02 Feb 2025 9:51 ¿Qué hay detrás del ropaje y la máscara sino tu desnudez
fruto de una herencia más antigua que tu nombre? Cantos,
risas, el baile de las sombras, la identidad es un misterio
sin revelar, las carrozas engalanadas con el artesonado alegre
de la vestimenta florida, el rímel, la faz oculta, quizá de hombre-mujer
o de mujer-hombre, los cánticos agridulces donde la sátira
es una algarabía de coplas procaces, de atrevimiento en la voz
fingida que cree conocer el alma de los espejos, ingenio
de arrabal, de plazas multitudinarias, de tambores y guitarras,
de jolgorio en las calles como exaltación de júbilo frente a la vida
triste de las colmenas. ¿Qué ocultas bajo el canesú, el miriñaque,
la enagua con lazos verdes y rojos, el vestido de seda expuesto a la luz
de las arañas, amarilla como savia de ámbar en tu piel fingida,
tus medias color de nube, los finos zapatos que calzan tus pies vírgenes,
la muselina y el abanico, los polvos de arroz, el carmín de la boca,
los pendientes de cristal y ese rubor de dama núbil que escucha
entre suspiros y ensueños el rigodón estelar de la noche?

Marisa Peral escribió: ↑Dom, 02 Feb 2025 14:02

Ramón Carballal escribió: ↑Dom, 02 Feb 2025 9:51 ¿Qué hay detrás del ropaje y la máscara sino tu desnudez
fruto de una herencia más antigua que tu nombre? Cantos,
risas, el baile de las sombras, la identidad es un misterio
sin revelar, las carrozas engalanadas con el artesonado alegre
de la vestimenta florida, el rímel, la faz oculta, quizá de hombre-mujer
o de mujer-hombre, los cánticos agridulces donde la sátira
es una algarabía de coplas procaces, de atrevimiento en la voz
fingida que cree conocer el alma de los espejos, ingenio
de arrabal, de plazas multitudinarias, de tambores y guitarras,
de jolgorio en las calles como exaltación de júbilo frente a la vida
triste de las colmenas. ¿Qué ocultas bajo el canesú, el miriñaque,
la enagua con lazos verdes y rojos, el vestido de seda expuesto a la luz
de las arañas, amarilla como savia de ámbar en tu piel fingida,
tus medias color de nube, los finos zapatos que calzan tus pies vírgenes,
la muselina y el abanico, los polvos de arroz, el carmín de la boca,
los pendientes de cristal y ese rubor de dama núbil que escucha
entre suspiros y ensueños el rigodón estelar de la noche?

Arriba este poema excelente que no merece estar sin comentarios.
Felicidades, Ramón, un carnaval precioso y acertado.

Bicos.

Pilar Morte escribió: ↑Dom, 02 Feb 2025 14:45 Muy bueno este poema vestido de carnaval, y muy acertadas las imágenes. Felicidades.
Un abrazo grande y salud

Ana García escribió: ↑Dom, 02 Feb 2025 18:40 Qué buenas son tus preguntas.
Aparece la desnudez en todas formas cuando te quitas el disfraz de carnaval. Si me apuras se parece un poco a cuando escribimos. Nos quitamos el disfraz de persona útil, de persona llena de obligaciones, de dolor o cosas así y nos mostramos tal cual. Incluso podemos vestirnos/escribir siendo otra persona o personaje.
Me gusta el carnaval y tu poema mucho más.
te felicito.
Un abrazo.

Alejandro Costa escribió: ↑Mar, 04 Feb 2025 14:20 Magnífico carnaval el que describes.

Geniales versos que componen un poema de gran calidad.

Muy bueno, Ramón.

Un abrazo.

Ramón Carballal escribió: ↑Dom, 02 Feb 2025 9:51 ¿Qué hay detrás del ropaje y la máscara sino tu desnudez
fruto de una herencia más antigua que tu nombre? Cantos,
risas, el baile de las sombras, la identidad es un misterio
sin revelar, las carrozas engalanadas con el artesonado alegre
de la vestimenta florida, el rímel, la faz oculta, quizá de hombre-mujer
o de mujer-hombre, los cánticos agridulces donde la sátira
es una algarabía de coplas procaces, de atrevimiento en la voz
fingida que cree conocer el alma de los espejos, ingenio
de arrabal, de plazas multitudinarias, de tambores y guitarras,
de jolgorio en las calles como exaltación de júbilo frente a la vida
triste de las colmenas. ¿Qué ocultas bajo el canesú, el miriñaque,
la enagua con lazos verdes y rojos, el vestido de seda expuesto a la luz
de las arañas, amarilla como savia de ámbar en tu piel fingida,
tus medias color de nube, los finos zapatos que calzan tus pies vírgenes,
la muselina y el abanico, los polvos de arroz, el carmín de la boca,
los pendientes de cristal y ese rubor de dama núbil que escucha
entre suspiros y ensueños el rigodón estelar de la noche?

E. R. Aristy escribió: ↑Lun, 10 Feb 2025 4:01

Ramón Carballal escribió: ↑Dom, 02 Feb 2025 9:51 ¿Qué hay detrás del ropaje y la máscara sino tu desnudez
fruto de una herencia más antigua que tu nombre? Cantos,
risas, el baile de las sombras, la identidad es un misterio
sin revelar, las carrozas engalanadas con el artesonado alegre
de la vestimenta florida, el rímel, la faz oculta, quizá de hombre-mujer
o de mujer-hombre, los cánticos agridulces donde la sátira
es una algarabía de coplas procaces, de atrevimiento en la voz
fingida que cree conocer el alma de los espejos, ingenio
de arrabal, de plazas multitudinarias, de tambores y guitarras,
de jolgorio en las calles como exaltación de júbilo frente a la vida
triste de las colmenas. ¿Qué ocultas bajo el canesú, el miriñaque,
la enagua con lazos verdes y rojos, el vestido de seda expuesto a la luz
de las arañas, amarilla como savia de ámbar en tu piel fingida,
tus medias color de nube, los finos zapatos que calzan tus pies vírgenes,
la muselina y el abanico, los polvos de arroz, el carmín de la boca,
los pendientes de cristal y ese rubor de dama núbil que escucha
entre suspiros y ensueños el rigodón estelar de la noche?

Un lenguaje poético que atisba en la subjetividad de la persona y su personalidad. Es un poema rodeado de potente y bella imaginería. Me ha parecido todo ese adorno que lleva la sensualidad. Abrazos, Ramón.

Pascual Pérez escribió: ↑Mar, 11 Feb 2025 11:08 Bello poema con ese rico léxico de la vestimenta femenina de los siglos XVII y XVIII, lleno de evocaciones y erotismo. Enhorabuena, Ramón y a seguir escribiendo así de bien.

Ramón Castro Méndez escribió: ↑Jue, 20 Feb 2025 12:04 Fantástico poema, tocayo. Al principio pensé que el poema iba a hablar de las xanas o las ayalgas. Luego ya he visto que no iban por ahí los tiros. Es algo así, este fresco, como el despertar de la adolescencia para dar paso a una juventud que se abre paso. Me sorprendió lo de los polvos de arroz, hacia mucho tiempo que no oía hablar de ellos. Eres la excelencia personificada. Enhorabuena.

Un fuerte abrazo.