Editorial Alaire

Elocuentemente simbólico donde las olas se estrellan contra el tiempo. Una imagen que acompaña al poema muy acertada. Felicitaciones y salud, Ricardo.

Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Vie, 31 Ene 2025 13:08 Elocuentemente simbólico donde las olas se estrellan contra el tiempo. Una imagen que acompaña al poema muy acertada. Felicitaciones y salud, Ricardo.

Muchas gracias por tu paso y comentario, Julio.
Abrazos y felicidad para ti!

Tan diferente tu forma de poemizar (¿me acabo de inventar la palabra?) de la mía y siempre acudo a tu lectura. Me fascina ese inquieto mundo interior que tienes y que abocas tan sin resquicios.
Saludos siempre mediterráneos y hoy fríos y luminosos.

Concha Vidal escribió: ↑Sab, 01 Feb 2025 13:52 Tan diferente tu forma de poemizar (¿me acabo de inventar la palabra?) de la mía y siempre acudo a tu lectura. Me fascina ese inquieto mundo interior que tienes y que abocas tan sin resquicios.
Saludos siempre mediterráneos y hoy fríos y luminosos.

A veces se trata de recreaciones, porque realmente no me gusta mucho la idea de hablar sobre mí en mis trabajos.
Otra cosa es el estilo que pueda forjarse a través de las herramientas que ofrece la poesía.
Ahí está la diferencia y el gusto real por lo que escribo; no quiero conocer, profundizar más en mí, ya no, no le veo propósito.
Tampoco voy a cambiar mi amor por los versos.
Siempre me pregunto:
¿Cómo hacer letras que se entiendan, con el tren de vida que llevo?
Como me dijo una vez Marisa, con toda la razón del mundo, ella no se hacía con la idea de lo que plasmaba, y reconozco que no sirve para nada enfadarse, cuando eso yo realmente ya lo sabía.
Quizá en abrir esa ventana es lo que me falta, y lo estoy intentando de veras.
Aquí, indirectamente he mejorado, y eso es lo que cuenta.
Gracias por tu paso y comentario.
Abrazos y felicidad.

Un buen poema, con tu estilo propio, que he disfrutado.

Un abrazo.

Ricardo López Castro escribió: ↑Vie, 31 Ene 2025 12:41

En la calle sucede
que las puertas al cielo son mucho más visibles;
con una luz sin techo se declina el silencio,
creando sombras libres,
el tránsito de cuerpos ocultados del alma,
asesinas de carne, vertiginosas copias
se traspasan,
son cuchillos sin puño y de un solo filo,
se cortan y se cruzan,
alaridos sin nombre formando los sentidos...

Muertas y sin descanso...
Como el tiempo tratando de coser
esa herida, hematoma abismal,
el destello, el relámpago que de ellas se deriva
-No llegan a cubrir el infinito.-,
el ruido de un agua agonizante,
puede surtir de hallazgos la miseria,
como un sol apagado y sin cadáver,
la cerrazón descarga, y también se cobija,
tinieblas en las nubes, así como en el tiempo,
que no sube, no puede destruir más allá
de la materia.

Aquí...
Ah reloj desechable, respira bien profundo...

La prueba entre una idea y una realidad es estar afuera con la interacción. En la exposición se sufre el reto del ser. Aquí es sobre las laceraciones y amputación sufridas bajo la hoz del tiempo, lo más agudo que encuentro en este excepcional poema, Ricardo, es ese diciente y sugerente cierre: el arrojo de cronos al misterio profundo de la respiración. Fascinante lectura! Abrazos, E. R. Aristy.

Muchísimas gracias, E.R.A. y Alejandro.
Aprecio sobremanera vuestro paso y presencia en este nuevo trabajo.
No me paro, la verdad, nunca me faltan ideas para escribir.
Pero a veces escribo con tanta prisa que mis letras me sobrepasan, por el hecho de no dejar escapar los detalles que se me vienen en consecuencia a lo que estoy escribiendo.
Gracias de veras.
Abrazos y feliz domingo!