Editorial Alaire

El calor había asesinado el sueño
—guiñapo de las horas—
le convirtió en un insomne
que reptaba por la madrugada
implorando úteros maternos.
Fumaba,
leía la mano al tedio,
exprimía su sexo,
se cortaba las uñas de los pies.
A las horas en punto iba al cubo de la basura
a cantar nanas a las cucarachas.

Mandaba señales de humo a los bomberos
—pidiendo auxilio—
afirmando que su paciencia era ceniza,
su corazón un avispero de pasión,
su alma de humo
solicitaba el boca a boca.

El ficus de su balcón
le avisaba cuando olía el agua
de las mangueras y, gritaba:
“la mangarriega aquí no llega”
¡La mangarriega aquí no llega!

Al alba se restregaba el salitre de sus pesadillas con el agua fría de la ducha, amasando su virilidad, el café era el ciempiés de sus movimientos, todo huero. Una hora después su sombra se deslizaba, enharinada de pereza, a por quinientos gramos de brisa del Cantábrico.

Opositaba para vigilante de la playa on-line. ¿Seguirá exprimiendo ideas dentro de cuarenta años?

Yo llamaría al del poema —si es permisible un neologismo al año— un hombre «arrelojado», es decir, vuelto reloj por los cuatro costados de su ser más externo, el único que aparentemente le es dado conocer.

Uno que no sabe de su piel más que la ilusión de su dermis abandonada; autoprogramado para el espanto sin potencia; derrotado por magulladuras no más reales que su sino.

De clima inhóspito sobre los hombros; agraz de imaginación, lo que es tanto como decir que de sexo —del mismo sexo que unifica minuteros y coordenadas geográficas. De boca pautada por sirenas que exacerbó su temor, muy distintas de aquellas otras que abanicaron a Ulises.

No saltó desde las orillas de sus ideas, no. Quedó varado antes de intentarlo. Puede que cediera a la tentación de declararlas sus posesiones más íntimas, elevándolas así al rango de una lata de cerveza en el congelador o de un calcetín veterano de mil guerras. Quizá..., quizá si hubiera leído, si hubiera deseado leer al dinamitero Pessoa...

Qué oposición más interesante, Ana, jajaja:

Este hombre se está volviendo tarumba sin saberlo, madre mía.

Me ha encantado el poema por su originalidad.

Felicidades
Un beso
Ana

Julio Arroba escribió: ↑Sab, 04 Ene 2025 2:14 Yo llamaría al del poema —si es permisible un neologismo al año— un hombre «arrelojado», es decir, vuelto reloj por los cuatro costados de su ser más externo, el único que aparentemente le es dado conocer.

Uno que no sabe de su piel más que la ilusión de su dermis abandonada; autoprogramado para el espanto sin potencia; derrotado por magulladuras no más reales que su sino.

De clima inhóspito sobre los hombros; agraz de imaginación, lo que es tanto como decir que de sexo —del mismo sexo que unifica minuteros y coordenadas geográficas. De boca pautada por sirenas que exacerbó su temor, muy distintas de aquellas otras que abanicaron a Ulises.

No saltó desde las orillas de sus ideas, no. Quedó varado antes de intentarlo. Puede que cediera a la tentación de declararlas sus posesiones más íntimas, elevándolas así al rango de una lata de cerveza en el congelador o de un calcetín veterano de mil guerras. Quizá..., quizá si hubiera leído, si hubiera deseado leer al dinamitero Pessoa...

Vaya comentario más bueno me has regalado.
Me gusta ese palabro: arrelojado.
Te cuento los porqués de este poema en el quizás haya cargado las tintas. En el trabajo ha entrado gente jovencita, antes opositores, que vienen a sustituir a los que se jubilan que son muchos.
Y yo feliz de ver "sangre nueva". Pero me he llevado alguna que otra decepción con sus conversaciones: superficiales a tope. Increíble el uso de tanta frase vacía. No llego, te juro que no llego y, que no me sale hablar así. Así que vuelvo a estar calladita y a sonreír muuucho.
Y no lo entiendo. No son fáciles las oposiciones, no lo son. Así que los que han entrado no tienen un pelo de tontos. Pero, joder...
Y me da una rabia...
Pues eso, que me he desahogado, jajajaja.

Gracias por tu buen comentario.
Un abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Sab, 04 Ene 2025 15:07 Qué oposición más interesante, Ana, jajaja:

Este hombre se está volviendo tarumba sin saberlo, madre mía.

Me ha encantado el poema por su originalidad.

Felicidades
Un beso
Ana

Muchas gracias, Ana. Traté de hacer algo diferente para no cansar al lector con tanto amor/desamor.
Las oposiciones son más duras que trabajar. No lo consiguen con pocas horas de estudio.
Recuerdo a una amiga que mientras preparaba unas opos para técnico o gestión en Hacienda logré verla un par de veces. Y eso porque insistí hasta el cansancio. Sé que mereció la pena el sacrificio por el sueldo, pero perdió muchas cosas en el camino: amigos, pareja...

Sí, pueden llegar a caer enfermos.

Te envío un fuerte abrazo.

Siempre es un soplo de originalidad y frescura pasar por tus letras, amiga Ana. Sin duda alguna eres una de las voces más personales que hay en el foro, y esto para mí quiere decir mucho; buscar y encontrar la voz propia, que puede gustar o no gustar, pero es la tuya, no está impostada ni lleva las telarañas de otras que pudiéramos haber escuchado.

Todo un placer de lectura, querida amiga.

Feliciano para ti y todos los tuyos.

J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Sab, 04 Ene 2025 20:30 Siempre es un soplo de originalidad y frescura pasar por tus letras, amiga Ana. Sin duda alguna eres una de las voces más personales que hay en el foro, y esto para mí quiere decir mucho; buscar y encontrar la voz propia, que puede gustar o no gustar, pero es la tuya, no está impostada ni lleva las telarañas de otras que pudiéramos haber escuchado.

Todo un placer de lectura, querida amiga.

Feliciano para ti y todos los tuyos.

Me has regalado un comentario muy importante para mí. Es todo un regalo en estas fechas más importante que algo material.
Agradezco tus palabras porque siempre intento encontrar esa firma que todos buscamos. Si tú la ves me doy por satisfecha.
Un fuerte abrazo.

Estoy de acuerdo con el comentario de Ferreiro, escribes muy bien y además eres original, lo cual no es poco ya que hay muchos que quieren serlo pero no pueden porque la poesía es muy puñetera, mucho...
Mi enhorabuena, Anita, no solo por esta obra sino porque escribes como los ángeles.
Un fuerte abrazo.

Rafel Calle escribió: ↑Sab, 11 Ene 2025 8:15 Estoy de acuerdo con el comentario de Ferreiro, escribes muy bien y además eres original, lo cual no es poco ya que hay muchos que quieren serlo pero no pueden porque la poesía es muy puñetera, mucho...
Mi enhorabuena, Anita, no solo por esta obra sino porque escribes como los ángeles.
Un fuerte abrazo.

Mira que es cierto lo que dices: la poesía no se deja dominar. Es muy, pero que muy puñetera. A las musas hay que alimentarlas y hablar mucho con ellas para que te suelten alguna palabra.
Muchas gracias por tu enorme comentario. No sabes lo bien que sienta.
Un beso y un abrazo muy fuerte.

Después de todo lo que te han dicho, solo me queda decirte que he disfrutado un montón tu poema. No hubiese interpretado tu intención al escribir , le di otra interpretación pero eso es lo interesante, dejar el poema abierto. Felicidades.
Un abrazo grande y salud

En definitiva tu arte poética es avant garde. No es solo el lenguaje, son la situaciones del contenido particular y relevante del nuevo Hamlet. Me place leerte, Ana García.

Pilar Morte escribió: ↑Sab, 11 Ene 2025 20:30 Después de todo lo que te han dicho, solo me queda decirte que he disfrutado un montón tu poema. No hubiese interpretado tu intención al escribir , le di otra interpretación pero eso es lo interesante, dejar el poema abierto. Felicidades.
Un abrazo grande y salud

Me gustaría saber tu interpretación del poema. Soy muy curiosa.
Lo importante es que hayas disfrutado con el poema y que no te deje indiferente.
Gracias por tus palabras.
Un beso.

E. R. Aristy escribió: ↑Mié, 15 Ene 2025 1:06 En definitiva tu arte poética es avant garde. No es solo el lenguaje, son la situaciones del contenido particular y relevante del nuevo Hamlet. Me place leerte, Ana García.

Muchísimas gracias por tu apreciación, Era. Muy feliz con tu comentario, compañera.
Un fuerte abrazo.

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Qué buena creación, querida Ana. Infiltrada en la mente y en las razones del otro, escuchas atenta y talentosamente el crujir de sus vísceras, la mente invadida de conceptos o viceversa...Bien desarrollado, bien llevado a las retinas lectoras, cohesionado y tan intenso como los minutos nocturnos masticando el conocimiento.

Aplausos a granel; besos y feliz fin de semana.

¿Qué quieres que te diga, corazón?

Prácticamente, ya te lo han dicho, y te lo han dicho verdaderos magnates de la escritura.

Yo, tu humilde servidor, sin poseer la categoría de ellos, siempre te lo he comentado. Eres muy original, tus letras están llenas de frescura, y encima, encima, escribes muy, pero que muy bien.

¿Qué quieres más que te diga?

Tan solo que eres única.

Espero que te encuentres bien.

Un besazo.