Restos de misil con caballos muertos

[Julio Bonal]

“Pronto quiero decirle al ángel, si reconoce mis ojos. / Y de repente preguntó: ¿ves el Edén? / Y tuve que responder: arde el Edén.”
(R. M. Rilke)


Los caballos relincharon, se levantaron algunos sobre sus cuartos golpeándose entre sí, los ojos se les salían de las órbitas al aire desabastecido, aupándose al pulmón. La cegadora luz trajo consigo el silencio. Grandes oscuras alas sustituyen al sueño cuando el agua se quema y los cerros se despeñan corriente abajo. Son, éstos, tiempos de gran tribulación: el hijo imita al padre y por lo tanto es bestia; la mujer se alza o huye o es el junco que aguanta todo en pie con lo que junta de su cuerpo devastado y corazón; lo de arriba se pone abajo y lo de abajo encima, despojado del natural divino que fue; los niños de grandes ojos cubren el suelo de llantos; los ancianos lamentan el tiempo que duraron ya.

Y a pesar de todo, en algunas ventanas hay luz, y el que sin aliento corría, se detiene ahora y deja que le guíen esas estrellas mínimas que esperan a flor de tierra: siempre habrá un lugar donde estalle la paz. Abre la mano. Te tengo.

[Ana García]

Grandes oscuras alas sustituyen al sueño cuando el agua se quema y los cerros se despeñan corriente abajo.

Abro la mano y los ojos para recibir textos como éste.
Siempre puede haber una luz, un arco iris, al final o durante la tormenta.
Me ha gustado la figura del caballo, tiene una fuerza tremenda este comienzo. Algún poema tengo en "mi baúl" con la poderosa imagen de ese bello animal.
Muy bueno.
Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Grandioso poema que termina con esperanza. Pese a todos los conflictos y las guerras siempre hay algún lugar para la paz, para la luz, para volver a empezar.

Enhorabuena, Julio

Un beso grande
Ana

[xaime oroza carballo]

“Pronto quiero decirle al ángel, si reconoce mis ojos. / Y de repente preguntó: ¿ves el Edén? / Y tuve que responder: arde el Edén.”
(R. M. Rilke)


Los caballos relincharon, se levantaron algunos sobre sus cuartos golpeándose entre sí, los ojos se les salían de las órbitas al aire desabastecido, aupándose al pulmón. La cegadora luz trajo consigo el silencio. Grandes oscuras alas sustituyen al sueño cuando el agua se quema y los cerros se despeñan corriente abajo. Son, éstos, tiempos de gran tribulación: el hijo imita al padre y por lo tanto es bestia; la mujer se alza o huye o es el junco que aguanta todo en pie con lo que junta de su cuerpo devastado y corazón; lo de arriba se pone abajo y lo de abajo encima, despojado del natural divino que fue; los niños de grandes ojos cubren el suelo de llantos; los ancianos lamentan el tiempo que duraron ya.

Y a pesar de todo, en algunas ventanas hay luz, y el que sin aliento corría, se detiene ahora y deja que le guíen esas estrellas mínimas que esperan a flor de tierra: siempre habrá un lugar donde estalle la paz. Abre la mano. Te tengo.

Hermosa la cita, hermoso el poema. Cuando las moscas se beben los ojos del potro "¿la paz que está en nuestras manos está viva o muerta? Está en nuestras manos!".
Gracias, compañero.

Fonda aperta.

[Hallie Hernández Alfaro]

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"Y a pesar de todo, en algunas ventanas hay luz, y el que sin aliento corría, se detiene ahora y deja que le guíen esas estrellas mínimas que esperan a flor de tierra: siempre habrá un lugar donde estalle la paz. Abre la mano. Te tengo."

Inmenso este final que no es otra cosa que un eterno comienzo. Brotes de la tierra oscurecida, brotes que se abren paso en la constelación más pura. Si llegásemos a dar nuestra atención a los campos vírgenes, a los antiguos portales, a la fruta mansa de la humanidad buena, si aprendiésemos a mirar... aprender a mirar es aprender a amar (José Luis Garci), quizá los caballos muertos solo serían un mal sueño.

Gràcies per la teva entranyable companyia, estimat amic.
Una abraçada molt llarga.

[Rafel Calle]

Hermoso, pleno de inteligencia y con una conceptualidad panorámica este poema me parece una buena muestra de tu poesía, amigo Julio.
Mi enhorabuena junto a un fuerte abrazo, compañero.

[E. R. Aristy]

“Pronto quiero decirle al ángel, si reconoce mis ojos. / Y de repente preguntó: ¿ves el Edén? / Y tuve que responder: arde el Edén.”
(R. M. Rilke)


Los caballos relincharon, se levantaron algunos sobre sus cuartos golpeándose entre sí, los ojos se les salían de las órbitas al aire desabastecido, aupándose al pulmón. La cegadora luz trajo consigo el silencio. Grandes oscuras alas sustituyen al sueño cuando el agua se quema y los cerros se despeñan corriente abajo. Son, éstos, tiempos de gran tribulación: el hijo imita al padre y por lo tanto es bestia; la mujer se alza o huye o es el junco que aguanta todo en pie con lo que junta de su cuerpo devastado y corazón; lo de arriba se pone abajo y lo de abajo encima, despojado del natural divino que fue; los niños de grandes ojos cubren el suelo de llantos; los ancianos lamentan el tiempo que duraron ya.

Y a pesar de todo, en algunas ventanas hay luz, y el que sin aliento corría, se detiene ahora y deja que le guíen esas estrellas mínimas que esperan a flor de tierra: siempre habrá un lugar donde estalle la paz. Abre la mano. Te tengo.

Un poema representando en cultivo literario la representación del mundo desenfrenado, la desesperación de muchos, la bondad espereranzadora de algunos que dan la mano. Es un poema excelso, Julio Bonal. Un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Gran poema de desilusión y esperanza. Hay poesía e inteligencia. Felicidades.
Un abrazo grande y salud

[J. J. Martínez Ferreiro]

Siempre es un reto desde el punto de vista creativo acercarse al tema social, se puede caer fácilmente en el panfleto. Al decir esto no me refiero a la verdad o justicia del tema tratado y en la imperiosa necesidad de enfrentarlo o denunciarlo, sino a la originalidad, a la perspectiva artística con que lo hacemos, y tú aquí lo consigues en un lenguaje hermoso y dicente, con imágenes de gran fuerza y sensibilidad.

Un fuerte abrazo y feliciano, amigo Julio.

[Javier Dicenzo]

interesante trabajo literario un placer.
javier

[Julio Bonal]

Ana,

Tengo un vínculo especial con el caballo, su forma, tiene inocencia, nobleza, expresa muy bien la fuerza de la Vida. Tu huella es de las que a uno le mueven. Gracias.
Una abraçada.

Ana Muela,

Como la de arriba Ana, la tuya es otra presencia de gran valor, mujeres con peso, palabra y estilo propios, de gran sensibillidad. Gracias.
Una abraçada.

Xaime,

Tienes razón, está en nuestras manos, col·lectivamente hablando. Y sin embargo, siempre se trunca. La Ilustración trajo luces; de verdad?, digo, para mí. Valiosa tu huella. Gracias.
Una abraçada.

Hallie,

Tu presencia tiene un valor incalculable, aportas gracia, gravidez y sentido a lo que en mi caso es una destilación de la palabra que va cayendo o subiendo por alguna parte del cuerpo o de vete a saber qué. Vacilo, y siempre encuentro esa mano, voz, presencia que da aire y aire que respirar. Ese enorme poema tuyo, Casas, es una síntesis de cuanto ofreces o en tu misma eres, lugar de reposo, luz en lo cercano para el que vuelve. Poéticos, de añadido, tus comentarios siempre.
Una llarga abraçada, fins on calgui.

Rafel,

Comentario que, creo, excede lo escrito o, por lo menos, su intención, de haberla, pues eso es algo, la palabra, que viene, por así decirlo, con su pan bajo el brazo. Me limito a masticarlo un poco. Gracias, por todo.
Una abraçada a l'illa.

E.R.A.,

Eres otra de esas presencias puro oxígeno para el que pacienta mal cuanto siente y las expresa peor: "Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio...", decía el inglés. Las hay, sólo que cuesta tanto verlas... En mi caso, buscar y tropezar son casi sinónimos. En tu caso tienes esa claridad de fondo que te procura el poderoso, hermoso, atrapante decir, que te fluye siempre. Gracias.
Una abraçada de mar a mar.

Pilar,

Más huella preciosa para mí. En cualquier caso, el que le saca jugo y sentido a las propuestas es la lectora; ojalá fuéramos todas buenas lectoras. Gracias.
Una abraçada.

Ferreiro,

Estoy de acuerdo en lo arriesgado de ciertos temas, siempre ando con eso sobre ascuas, sólo que no suelo elegir lo que escribo, para decirlo así, eso viene, signifique lo que signifique. Gracias.
Una abraçada.

Javier,

Otra estimulante huella, la tuya, Gracias por dejarla. -
Una abraçada.


Puede que sea por mi intermitente entrar al foro, pero ver todos vuestros comentarios juntos me incita cada vez a expresar algo, aunque no sepa bien el qué, perplejidades, vacíos, dudas, miradas, esos instantes...


Te he visto sobre la pared, sombra
delatando al invisible quién que la movía,
mancha sin consistencia propia, casi
aborto, una fugacidad en fuga,
púa, filo y hoja de carnicero impío,
o resto de forma (no voy a poner lágrima)
para ahogarme en ella.
Decían los ojos sí, la mano ausente.

[Alejandro Costa]

Magnífico de principio a fin.

La oscuridad del desasosiego, deja un pequeñísimo hueco para que penetre la luz de la esperanza.

Un abrazo.

[Julio Bonal]

Gracias por la huella, Alejandro, me hace bien, y más.

Una abraçada.