Brinden por eso

[Ara López]

El golpe seco de un vaso sobre una mesa,
un disparo seco que nos hizo girar
como soldados sorprendidos en medio del caos.

De pie sobre una silla se encontraba aquel hombre,
una poblada barba protegía su rojizo rostro
era evidente la edad asentada en sus ojos,
pero la robustez aún se anclaba en el pecho.

Con ambas manos entrelazadas sobre su barriga,
sus ojos recorrieron el salón,
rozaron cada rostro, incluso el mío.

Escuché al cansado barman decir: ¡Ahí va!
y con la voz de quien ha bebido más noches que días,
comenzó a hablar:

"Este que ven aquí,
una vez recibió una bofetada por un beso robado.
Era su vestido de puntos, entiendan...
¡Brinden por eso!

El que debe más dinero que disculpas,
y aún así saben que los lloraré sin vergüenza cuando mueran,
porque para eso también están los amigos,
¡Brinden por eso!

Este que ahora los observa,
descifró las caricias de la lluvia,
y escribió, en una noche imposible,
un verso por cada gota.

¡Brince, brinden y brinden por eso!”

Hizo una pausa.
El crujido de la madera, bajo su peso,
era lo único que se atrevía a llenar el silencio,
y, con una sonrisa que sabía a ironía, continuó:

“Me dejé arrastrar por las pasiones,
entre lunares y labios logré vivir eternidades,
sobreviví a despedidas que dolían más que la muerte,
tantos dolores... que bien merecían unas palabras.

Perdido entre copas de vino, recordé quién era.
Sobrio, en una tarde calurosa, olvidé quién soy.
Me expuse desnudo frente a un espejo,
reflejó la mirada de un niño en un cuerpo añejo.

Este que ven aquí,
el que escribiría su epitafio con vino y ceniza,
el mismo que habrán de olvidar todos,
era un poeta,

hasta que apareció una mirada,
una mirada que arrancó sin cortesía las cicatrices.
y en cada esquina donde cultivé noches y soledades
me dejó sembrada una luz cegadora.

Sin piedad cercenó: cinismo, caprichos y melancolías.
Me destrozó y me devolvió el alma reparada.”

Se quedó en silencio unos segundos,
como si al tiempo también le pidiera tregua.
Su voz se hizo más profunda,
más pesada:

“Y en esa restauración, asesinó al poeta.
Porque la felicidad puede ser muda,
pero el dolor...
el dolor siempre exige poesía."

[Carmen Moro Frías]

Hola Ara
Magnífico. Me encanta tu poema.
Así leyendo junto a una taza de café empiezo el día.
Un abrazo

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Oh, querida poeta, no sé si eres plenamente consciente de la fuerza de este poema.
Alto, noble, apasionado, sencillamente sobresaliente.
La estrofa final es un gran acierto.

Aplaudo hasta que duelan las palmas, querida Ara.

Un abrazo lleno de afecto.

[Ana García]

Estos son los poemas que me encantan. Cuentan una historia y se divide el poema en varias voces.
Lo he leído y disfrutado varias veces.
Muy bueno ese final.
Un fuerte abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Sólo puedo decir que me pareció magnífico tu poema; cuenta una historia con la intensidad de la poesía en recursos estilísticos variados y bellos. Una estupenda obra. Felicitaciones, Ara. Salud.

[Ana Muela Sopeña]

Genial poema, Ara:

Me ha impactado mucho por su fuerza y por su originalidad.

Aplausos y...
Felicitaciones
Un beso grande
Ana

[E. R. Aristy]

El golpe seco de un vaso sobre una mesa,
un disparo seco que nos hizo girar
como soldados sorprendidos en medio del caos.

De pie sobre una silla se encontraba aquel hombre,
una poblada barba protegía su rojizo rostro
era evidente la edad asentada en sus ojos,
pero la robustez aún se anclaba en el pecho.

Con ambas manos entrelazadas sobre su barriga,
sus ojos recorrieron el salón,
rozaron cada rostro, incluso el mío.

Escuché al cansado barman decir: ¡Ahí va!
y con la voz de quien ha bebido más noches que días,
comenzó a hablar:

"Este que ven aquí,
una vez recibió una bofetada por un beso robado.
Era su vestido de puntos, entiendan...
¡Brinden por eso!

El que debe más dinero que disculpas,
y aún así saben que los lloraré sin vergüenza cuando mueran,
porque para eso también están los amigos,
¡Brinden por eso!

Este que ahora los observa,
descifró las caricias de la lluvia,
y escribió, en una noche imposible,
un verso por cada gota.

¡Brince, brinden y brinden por eso!”

Hizo una pausa.
El crujido de la madera, bajo su peso,
era lo único que se atrevía a llenar el silencio,
y, con una sonrisa que sabía a ironía, continuó:

“Me dejé arrastrar por las pasiones,
entre lunares y labios logré vivir eternidades,
sobreviví a despedidas que dolían más que la muerte,
tantos dolores... que bien merecían unas palabras.

Perdido entre copas de vino, recordé quién era.
Sobrio, en una tarde calurosa, olvidé quién soy.
Me expuse desnudo frente a un espejo,
reflejó la mirada de un niño en un cuerpo añejo.

Este que ven aquí,
el que escribiría su epitafio con vino y ceniza,
el mismo que habrán de olvidar todos,
era un poeta,

hasta que apareció una mirada,
una mirada que arrancó sin cortesía las cicatrices.
y en cada esquina donde cultivé noches y soledades
me dejó sembrada una luz cegadora.

Sin piedad cercenó: cinismo, caprichos y melancolías.
Me destrozó y me devolvió el alma reparada.”

Se quedó en silencio unos segundos,
como si al tiempo también le pidiera tregua.
Su voz se hizo más profunda,
más pesada:

“Y en esa restauración, asesinó al poeta.
Porque la felicidad puede ser muda,
pero el dolor...
el dolor siempre exige poesía."

Que poderosa es esta voz que cada vez gana más dominio, tu voz poetica, Ara. Todo el poema es un banquete de exquisita poetica, brillante! Abrazos.

[Israel Liñán]

" el dolor siempre exige poesía."
Impresionante final para un poema igual de impresionante, Ara.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Porque la felicidad puede ser muda,
pero el dolor...
el dolor siempre exige poesía."

Genial, de principio a fin, esta historia poética.

Estos versos finales me han enamorado.

Un beso.

Feliz Año Nuevo.

Salud, paz y felicidad.

[Ara López]

Hola Ara
Magnífico. Me encanta tu poema.
Así leyendo junto a una taza de café empiezo el día.
Un abrazo

Hola, Carmen.
Espero que haya sido una buena manera de comenzar el día.

Un gran abrazo.

[Ara López]

.

Oh, querida poeta, no sé si eres plenamente consciente de la fuerza de este poema.
Alto, noble, apasionado, sencillamente sobresaliente.
La estrofa final es un gran acierto.

Aplaudo hasta que duelan las palmas, querida Ara.

Un abrazo lleno de afecto.

Mi querida Hallie, honor que me hacen tus palabras. Te lo digo de corazón.

Agradezco, como siempre, que sigas pasando por mí.

Un abrazo enorme.

[Ara López]

Estos son los poemas que me encantan. Cuentan una historia y se divide el poema en varias voces.
Lo he leído y disfrutado varias veces.
Muy bueno ese final.
Un fuerte abrazo.

Gracias, Ana. Viniendo de ti, que sabes me gusta mucho tu estilo, no es poca cosa.

Un abrazo.

[Ara López]

Sólo puedo decir que me pareció magnífico tu poema; cuenta una historia con la intensidad de la poesía en recursos estilísticos variados y bellos. Una estupenda obra. Felicitaciones, Ara. Salud.

Julio, gracias por pasar por acá y tomarte el tiempo de dejarme este comentario. Realmente me hizo sonreír saber que te gustó el poema.

¡Salud!

[Ara López]

Genial poema, Ara:

Me ha impactado mucho por su fuerza y por su originalidad.

Aplausos y...
Felicitaciones
Un beso grande
Ana

Mi queridísima Ana, siempre bondadosa en tus palabras para mí. Siempre gracias.

Un abrazo, amiga.

[Ara López]

Que poderosa es esta voz que cada vez gana más dominio, tu voz poetica, Ara. Todo el poema es un banquete de exquisita poetica, brillante! Abrazos.

Mi querida y estimada E.R.A., gracias por siempre dejarme saber qué piensas y qué sientes. Cuando te leo, te abrazo fuerte.