PERO REGRESO
Publicado: Mar, 18 Nov 2008 19:22
Regreso ya de un tiempo sin palabras,
de una soledad sin nombres
en la que la nada es un vacío sin luz
sin sombras,
y lo finito, una esfera que recoge el sentimiento
congelando el placer y el dolor
hasta formar el diamante del alma sí es que existe
Y vuelvo para dar muerte a la muerte
y mostrarle los dientes a la luna
en un aullido afilado de silencio
mientras cierro los puños y golpeo
un horizonte de desesperanza y miedo.
Regreso del centro de la vida
al principio, al recodo de la angustia,
buscando la célula primigenia
en una desoladora lección de biología
cuando ya no existe Dios ni poder cósmico
que justifique tanto crimen.
Y vuelvo agobiada por el peso del odio
emanado de tantos muertos inútiles,
enfebrecida por un ansia de venganza
madurada en siglos desiertos de luz.
Regreso del plancton del primer mar,
el que formaron mil ángeles caídos
al diluir sus alas en el cieno
para que nacieran las sirenas,
los vientos que conducen al abismo,
las serpientes, el terror desconocido.
Y vuelvo con algas formando mis cabellos,
sudario vivo para el cuerpo,
sin cicatrices, sin pasado. Nuevo,
intacto, para crear sueños.
Pero regreso, del todo y de la nada,
con un salobre río que humedece mis ojos
cristalino
o que rojo y caliente se abre por mis venas
para diferenciarme de peces y reptiles.
Cristalino o rojo, siempre amargo
Y del mar, y del vacío,
retorno ya sin brumas
a cumplir con mi destino.
Luci Garcés (2002)
de una soledad sin nombres
en la que la nada es un vacío sin luz
sin sombras,
y lo finito, una esfera que recoge el sentimiento
congelando el placer y el dolor
hasta formar el diamante del alma sí es que existe
Y vuelvo para dar muerte a la muerte
y mostrarle los dientes a la luna
en un aullido afilado de silencio
mientras cierro los puños y golpeo
un horizonte de desesperanza y miedo.
Regreso del centro de la vida
al principio, al recodo de la angustia,
buscando la célula primigenia
en una desoladora lección de biología
cuando ya no existe Dios ni poder cósmico
que justifique tanto crimen.
Y vuelvo agobiada por el peso del odio
emanado de tantos muertos inútiles,
enfebrecida por un ansia de venganza
madurada en siglos desiertos de luz.
Regreso del plancton del primer mar,
el que formaron mil ángeles caídos
al diluir sus alas en el cieno
para que nacieran las sirenas,
los vientos que conducen al abismo,
las serpientes, el terror desconocido.
Y vuelvo con algas formando mis cabellos,
sudario vivo para el cuerpo,
sin cicatrices, sin pasado. Nuevo,
intacto, para crear sueños.
Pero regreso, del todo y de la nada,
con un salobre río que humedece mis ojos
cristalino
o que rojo y caliente se abre por mis venas
para diferenciarme de peces y reptiles.
Cristalino o rojo, siempre amargo
Y del mar, y del vacío,
retorno ya sin brumas
a cumplir con mi destino.
Luci Garcés (2002)