Editorial Alaire

No hay otra sangre mortal que la de quererte

No existe sentencia en el mundo para morir
Ni para bendecir tu nombre o maldecirlo
No hay otra sangre mortal que la de quererte
Para llenar la soledad maldita de mi cuarto
Que asola el lamento en mil poesías
No existe otro nombre ni tu nombre ni el mío
Que renazca las flores del jardín secreto
Pues eres una mariposa acechante
No hay otra sangre mortal que la de quererte
Pues no existe la pasión, el dolor, la osadía
De arrancarte las madrugadas, los crepúsculos
Ausente de todas mis penas y pecados
Te he reconciliado con mi fe tirada entre los fuegos
No existe sentencia en el mundo para morir
Sin tus ojos puros de arrogante espera
Que rearma la luz divina de un encanto milenario
Dame tu brasa ardiente en el firmamento
Y ven toma mi vida
Toma mi muerte
Todo mi ser en un grito infinito y cercano
No hay otra sangre mortal que la de quererte
Porque nunca podré tener tu ayer nocturno
Ni mirar otra musa impenetrable como tú.

JAVIER DICENZO

"Y ven toma mi vida
Toma mi muerte
Todo mi ser en un grito infinito y cercano
No hay otra sangre mortal que la de quererte
Porque nunca podré tener tu ayer nocturno
Ni mirar otra musa impenetrable como tu "

Tremendas sensaciones podemos encontrar en tu poema, Javier. Gracias por compartirlo.

Blanca

PD

por cierto, en un primer momento pensé que faltaba el final, aunque no uses puntuación, el punto y final ayuda a la comprensión, también ayudaría que le pusieras una tilde al último 'tú', para que sepamos que es pronombre personal, ¿sí?

Gracias por el comentario.
javier

Una lluvia de emociones provocan tus versos poeta, bello ha sido pasear por sus letras.

Bendiciones

Maricruz

Gracias maría de la cruz, esa lluvia que bendiga tu vida.
javier