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Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Sab, 07 Dic 2024 10:39
por Ana Muela Sopeña
Primera luz

El cielo puro se abrió paso en la agonía
y las nubes ardientes de belleza
inundaron con ángeles la estancia.

Segunda luz

Un relámpago azul se convirtió
en la lluvia divina
de otra existencia
llena de armonía.

Tercera luz

Un arcángel de gloria en el ensueño
ennobleció el crepúsculo de amor.

Cuarta luz

Los Tronos escondieron con sus mantos
los milagros de un tiempo sideral.

Quinta luz

Principados amantes del perdón
sellaron con sus símbolos el mundo
con solidaridad y buenas obras.

Sexta luz

En la vida terrena hubo momentos
consagrados al alma de las cosas.

Séptima luz

Las Virtudes vencieron
a las tinieblas llenas de demonios.
Todo se hizo radiante en la distancia
y el alma se hizo fuerte
frente a las tentaciones del maligno.

Octava luz

El instinto del alba se hizo carne
en las ondulaciones del amor.
Todo se fue anegando en el silencio
de un oculto lugar entre los árboles.

Novena luz

La dulzura de un reino angelical
se convirtió en un bosque de radiancia.

Décima luz

En mitad del camino de la vida
la muerte se hizo eco
de un espejo insumiso,
en las dimensiones espectrales.

Undécima luz

Serafines con cítaras y arpas
encontraron la senda luminosa.

Duodécima luz

Un Querubín con alas plateadas
encendió la nostalgia de Alpheratz.

Decimotercera luz

Potestades de muchas direcciones
entregaron el sueño eonario
en las manos amadas del destino.

Decimocuarta luz

Las letras de tu nombre
se partieron en dos
en tu viaje desnudo hacia el umbral
de las constelaciones.

Decimoquinta luz

Los símbolos de un mundo virginal
iniciaron la rueda de todos los comienzos.

Decimosexta luz

En las Dominaciones
la sonrisa divina
se convirtió en un cúmulo de quarks.

Decimoséptima luz

La música del cielo se hizo nítida
en las ondas fractales de los números.

Decimoctava luz

Los Ángeles de fuego
se pusieron del lado de los símbolos
de una liturgia abierta a lo sagrado.

Decimonovena luz

Dulce la melodía de los astros,
espirales de fuego primigenio.
Un candil de inmanencia bajo el cielo.

Vigésima luz

Entre las tumbas un ángel sonríe
y se lleva el dolor bajo sus alas.
Se embriaga con el sueño de los hombres
y la belleza suave de los árboles.

Vigesimoprimera luz

Un querubín, con su rostro de niño,
acompaña tu viaje en la penumbra
al tiempo que una estrella
ilumina tu espíritu inmortal.

Vegesimosegunda luz

Tu alma es como un cuásar luminoso
en la noche encendida sideral.
Recibe los mensajes de los astros
más allá de los códigos eternos.

Vigesimotercera luz

Una estrella de neutrones
te acompaña en penumbra
entre nebulosas sumergidas
en el amor de Ángeles de sueño.

Vigesimocuarta luz

La alegría de un mundo sin violencia
acompaña tu espíritu a la luz.

Vigesimoquinta luz

Relámpagos de reinos invisibles
aparecen en medio de las nubes.

Vigesimosexta luz

Un arcángel de piedra
custodia tu trayecto
hacia un cúmulo abierto
que late con el pulso del espíritu.

Vigesimoséptima luz

Códigos de oro
en los púlsares lúdicos.
Revelación.

Vegesimoctava luz

Los Ángeles imploran con sus alas
que tu llanto contenga la virtud
del que no guarda nada de rencor.

Vigesimonovena luz

Luz en la herida,
la belleza del alma.
Inspiración

Trigésima luz

Lluvia celeste
en las constelaciones del amor.
Radiancia pura.

Trigésima primera luz

En galaxias azules
las espirales cuánticas te miran
y te susurran al oído
los pasos a seguir
dentro de los espejos de Neptuno.

Trigésima segunda luz

A veces la penumbra
es materia de luz
en el archipiélago del alma.

Trigésima tercera luz

Luna de sueños,
espíritu de estrellas.
Evanescencia.

Trigésima cuarta luz

Pájaros en la lluvia de los púlsares
atrapados en mundos súper cuánticos
mientras tú te dedicas a soñar.

Trigésima quinta luz

En reinos sumergidos en la magia
hay un instinto lúdico soñando.

Trigésima sexta luz

A veces la belleza es solo un número
contenido en el miedo del amor.

Trigésima séptima luz

Un mirlo negro
en los círculos blancos.
Insinuación.

Trigésima octava luz

Tu vida se tornó símbolo y signo
de la desolación en el recuerdo.

Trigésima novena luz

Dulce la compañía de los astros
a través de Saturno y sus anillos.

Cuadragésima luz

Arcángeles de quarks
aminoran su marcha por el cielo,
para que todo sea inspirador.


Ana Muela Sopeña


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Nota: Existe la tradición de rezar durante cuarenta días a los fallecidos. El día de su muerte y 39 días más. Estas fueron mis plegarias por B.G.M. que murió el 28 de octubre.

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Sab, 07 Dic 2024 11:00
por Marisa Peral
Tu homenaje es muy valioso, Ana.
Tu amigo estará orgulloso de que alguien como tú piense en él.
Volveré con tiempo.
Este momento de creatividad también es una cura para ti, te felicito por tu fuerza.

Abrazos y un beso.

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Sab, 07 Dic 2024 11:10
por Ana Muela Sopeña
Gracias, Marisa:

Sí... me estoy curando mediante la escritura, tienes razón.

Un beso grande
Ana

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Sab, 07 Dic 2024 12:33
por Armilo Brotón
¡Qué gran idea y qué bonito lo has hecho! servirte de una estructura de oración, de plegaria, para extresar lo que tu corazón siente ahora, un dolor matizado por la esperanza de Dios.
Amén
Que el Padre te bendiga hoy y siempre

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Sab, 07 Dic 2024 19:56
por Ana Muela Sopeña
Mil gracias, Armilo, por venir:

Es un lujo tu comentario. Me ha encantado.

Un beso grande
Ana

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Dom, 08 Dic 2024 9:57
por Pilar Morte
No sabía de esa tradición. Tú has unido al rezo poesía sentida y bella. Me ha gustado leerte.
Tu amigo sentirá desde otro plano tu sensibilidad y afecto.
Un abrazo grande y salud

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Dom, 08 Dic 2024 10:36
por Ana García
Has desempolvado una antigua tradición con tu bellísima poesía.
Es un extenso poema/oración de una gran calidad y lleno de cariño y sensibilidad.
Un fuerte abrazo, amiga mía.

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Dom, 08 Dic 2024 12:29
por Ramón Castro Méndez
Un tratado de angiología lleno de belleza delicada, de espiritualidad, misticismo, con origen en creencias y en lo cósmico. Francamente muy buena tu propuesta en la que pervive una arraigada amistad.
Enhorabuena.

Un gran abrazo cósmico espiritual.

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Dom, 08 Dic 2024 19:00
por Ana Muela Sopeña
Gracias, Pilar, por venir:

Un beso grande
Ana

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Dom, 08 Dic 2024 19:01
por Ana Muela Sopeña
Agradezco tus palabras, Ana:

Un beso enorme
Ana

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Dom, 08 Dic 2024 19:02
por Ana Muela Sopeña
Muy bello tu comentario, Ramón:

Un beso enorme
Ana

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Dom, 15 Dic 2024 8:42
por Ara López
Mi querida amiga, te ha quedado espectacular.
Elegiste una manera hermosa de sanar y de que él perdure en la palabra.

Muchas luces me atraparon, esta, no sé por qué, la que más...

"Sexta luz

En la vida terrena hubo momentos
consagrados al alma de las cosas."

Te quiero,

Un abrazo.

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Dom, 15 Dic 2024 12:42
por Carmen Moro Frías
Hola Ana
Tu poema es un canto a la empatia, amistad y saber transitar por un humanismo maravilloso.
Eso solo lo consigue quien es capaz de amar mucho.
Un abrazo

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Lun, 16 Dic 2024 0:47
por Alejandro Costa
No conocía esta tradición.

Sea como fuere, has realizado unas plegarias en forma de versos sentidas y elegantes, como un magnífico homenaje a tu amigo.

Podría señalar alguna, pero no sería hacer justicia con el resto, ya que todas son excelentes.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

Re: Cuarenta ráfagas de luz

Publicado: Lun, 16 Dic 2024 10:30
por Julio Bonal
Hay mucho aire rilkeano surfeando o, más bien, depositado en los textos. Breves cual lágrimas contenidas, el conjunto nos abre a otra dimensión o dimensiones, indefinibles por naturaleza y sólo, con suerte, apuntadas con la palabra para que hagamos a partir de aquí una experiencia completa: hay más mundo del que alcanzamos a ver o hay simplemente más, lo que sea.

Me ha parecido un más que remarcable, y nada fácil, por supuesto, trabajo, si puede llamársele así.

Una abraçada.