Cara o cruz

[Ara López]

Se movía dentro de mí
como un caudal de luz infinito,
como un río de danza constante
que acariciaba las rocas sin herirlas.

Extendiéndose como un bálsamo
que transfería en su recorrido
un aroma a sangre con flores,
muy parecido a la resurrección de una estrella.

Incitado por el poder que otorga una mirada,
anhelante, decidido, benevolente y delicado.
Sin pasado, sin cicatrices como recordatorio,
sólo con un presente embriagador.

Abriéndose camino desde el pecho hinchado,
dejando tras de sí la calma que perdura,
sembrando la paz que sólo se alcanza
con la duda enjaulada y ciega.

Ahora…

se mueve dentro de mí
como un mar revuelto y salvaje,
que se sabe dueño de sí mismo
y con el poder de destruirlo todo.

Se esparce como un veneno
que va quemando en su recorrido,
gozoso de infectar cada espacio
con la misión de causar el mayor daño posible.

Motivado por la fuerza de las pasiones,
incontrolable, ciego, violento y explosivo.
Con un pasado presente, plagado de heridas,
y la sonrisa espléndida de quien ejerce el castigo.

Va abriéndose camino desde las entrañas,
desgarrando en el ascenso,
dejando tras de sí un desastre sanguinolento
que va acumulándose y tornándose en recuerdo,

en nostalgia, en desconsuelo,
en la desesperanza que se traga hasta la luz.
Se consolida como una quemadura perpetua,
el recordatorio constante de la ausencia.

El amor cuando muestra su mejor cara
detiene el tiempo para engalanar la vida.
Cuando revela su rostro resentido
no falla el disparo…

y acaba con todo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Extraordinario poema. Con un desarrollo exquisito que dejará huella en el mundo poético, querida Ara.

Merece todos los aplausos, más allá del dolor de las palmas.

Abrazo enorme y, mil gracias por esta maravilla.

[Ana García]

Tremendamente bueno está cara/cruz del amor/odio.
Con un final de órdago. Broche que cierra todo el poema.
Muy bueno. Te felicito, Ara.
Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Excelente poema, Ara:

Con un final espectacular.

Qué bien describes la realidad del amor sentimental. Te construye o te destruye.

Enhorabuena, querida poeta
Un beso enorme
Ana

[Ramón Carballal]

Muy bien retratado el paso del amor al desamor, con imágenes elocuentes y de gran fuerza. Un placer la lectura. Abrazos.

[Marisa Peral]

Excelente poema sobre la dualidad del amor/desamor.
Me gusta leerte, Ara, y tenerte por aquí, cercana.

Abrazo fuerte.

[Ara López]

Extraordinario poema. Con un desarrollo exquisito que dejará huella en el mundo poético, querida Ara.

Merece todos los aplausos, más allá del dolor de las palmas.

Abrazo enorme y, mil gracias por esta maravilla.

Mi querida y estimada Hallie, gracias por tus palabras, siempre tan espléndida conmigo. Me alegra mucho que te haya gustado este poema.

Encontrarte nunca deja de ser maravilloso.

Un gran abrazo.

[Ara López]

Tremendamente bueno está cara/cruz del amor/odio.
Con un final de órdago. Broche que cierra todo el poema.
Muy bueno. Te felicito, Ara.
Un abrazo.

Querida Ana, tu poesía a mí me gusta mucho, así que no sólo agradezco que hayas pasado por acá sino que hayas compartido conmigo tus impresiones. Y, por supuesto, me alegra que te haya gustado.

Un abrazo.

[Ara López]

Excelente poema, Ara:

Con un final espectacular.

Qué bien describes la realidad del amor sentimental. Te construye o te destruye.

Enhorabuena, querida poeta
Un beso enorme
Ana

Amiga querida, siempre recibo tus opiniones con mucho respeto. Gracias por seguir acercándote a mis letras.

Un beso y un abrazo gigante.

[Ara López]

Muy bien retratado el paso del amor al desamor, con imágenes elocuentes y de gran fuerza. Un placer la lectura. Abrazos.

Muchísimas gracias, Ramón.
Sabes que te respeto mucho.

Un abrazo.

[Ara López]

Excelente poema sobre la dualidad del amor/desamor.
Me gusta leerte, Ara, y tenerte por aquí, cercana.

Abrazo fuerte.

Queridísima Marisa, gracias por este mensaje que me dejas. A mí también me gusta leerte y encontrarte.

Un gran abrazo.

[E. R. Aristy]

Se movía dentro de mí
como un caudal de luz infinito,
como un río de danza constante
que acariciaba las rocas sin herirlas.

Extendiéndose como un bálsamo
que transfería en su recorrido
un aroma a sangre con flores,
muy parecido a la resurrección de una estrella.

Incitado por el poder que otorga una mirada,
anhelante, decidido, benevolente y delicado.
Sin pasado, sin cicatrices como recordatorio,
sólo con un presente embriagador.

Abriéndose camino desde el pecho hinchado,
dejando tras de sí la calma que perdura,
sembrando la paz que sólo se alcanza
con la duda enjaulada y ciega.

Ahora…

se mueve dentro de mí
como un mar revuelto y salvaje,
que se sabe dueño de sí mismo
y con el poder de destruirlo todo.

Se esparce como un veneno
que va quemando en su recorrido,
gozoso de infectar cada espacio
con la misión de causar el mayor daño posible.

Motivado por la fuerza de las pasiones,
incontrolable, ciego, violento y explosivo.
Con un pasado presente, plagado de heridas,
y la sonrisa espléndida de quien ejerce el castigo.

Va abriéndose camino desde las entrañas,
desgarrando en el ascenso,
dejando tras de sí un desastre sanguinolento
que va acumulándose y tornándose en recuerdo,

en nostalgia, en desconsuelo,
en la desesperanza que se traga hasta la luz.
Se consolida como una quemadura perpetua,
el recordatorio constante de la ausencia.

El amor cuando muestra su mejor cara
detiene el tiempo para engalanar la vida.
Cuando revela su rostro resentido
no falla el disparo…

y acaba con todo.

Todo el poema resplandece, pero resaltó estos versos de apertura que anuncian una lectura singular:

Se movía dentro de mí
como un caudal de luz infinito,
como un río de danza constante
que acariciaba las rocas sin herirlas.

Extendiéndose como un bálsamo
que transfería en su recorrido
un aroma a sangre con flores,
muy parecido a la resurrección de una estrella.

Resplandeces, Ara! Abrazos

[Alejandro Costa]

Mi querida Ara.

¡Qué dulzura! ¡Qué dolor! Irradian tus versos.

Muy bueno.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

[Ara López]

Todo el poema resplandece, pero resaltó estos versos de apertura que anuncian una lectura singular:

Se movía dentro de mí
como un caudal de luz infinito,
como un río de danza constante
que acariciaba las rocas sin herirlas.

Extendiéndose como un bálsamo
que transfería en su recorrido
un aroma a sangre con flores,
muy parecido a la resurrección de una estrella.

Resplandeces, Ara! Abrazos

Gracias, mi queridísima E.R.A.
Nunca dejará de ser maravilloso encontrarte y que me dejes saber que piensas y qué sientes.

Te abrazo.

[Ara López]

Mi querida Ara.

¡Qué dulzura! ¡Qué dolor! Irradian tus versos.

Muy bueno.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

Mi querido Alejandro, me alegra mucho que te haya gustado. Viniendo de ti, halago es.

Besos.