Editorial Alaire

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Es posible que irradien o lideren luz confesa; sonidos de letras que despliegan alas, partículas errantes, átomos disidentes.
Cuántas levedades lleva consigo, cuánto existencial grito, cuántas razones alineadas.
Es posible que el algoritmo sea humanizado y humanista, que las zonas de poder se infiltren en la dulzura o viceversa...
Ah, y que la buhardillas sepan cantar en el abismo de los corazones.

Emocionantes y atemporales esos mundos contenidos, esos mundos visionarios que dejan miga en el camino, que sueñan con ser encontrados, con latir a plena luz o ser fundamento en el temblor del alma.

Seguim, estimat amic, seguim.
Gràcies per ser aquí i ara.
Una abraçada llarga.

Maravilloso poema, Julio:

Hay un mundo secreto en el territorio del poeta. Allí donde no llega el algoritmo, ni la manipulación ni la muerte. El poeta no solo juega con las palabras sino que teje y desteje el mundo.

Me ha gustado mucho pasar por tus letras.

Felicidades
Un abrazo
Ana

Debe ser cierto, sí. Seguro que no hay diferencia. Ni siquiera los que se empeñan en rebuscar respuestas cuando todo es más simple.
Me ha dejado pensando el último verso:

―Vosotros, los que miráis, ¿os veis?, contenéis mundos.

Un buen remate para tu poema.
Un abrazo.

Julio Bonal escribió: ↑Dom, 01 Dic 2024 17:19 Son traídas a la luz en manos, bocas,
frentes, creaciones sin letra
y algunas, con ella. En lo esencial,
no hay diferencia entre ser nadie
o Dios ―dicen que dijo
el abandonado ahí, desde lo alto―
o que sólo los, para el mundo, nadie,
son Él o podrían serlo. ¿Hay
engaño en esto, verdad o simple
imaginería de vencido contra el que no puede
poder? Es posible que un algoritmo tenga
respuestas ad hoc, al fin y al cabo
el poeta, de haberlo, se limita a apelar
a cosas tan reales como el corazón, ese puño
nudo de mio y peri cardios, que,
en las buhardillas, fermenta pulsos de fondo seminal
o palabras de materia más viva
que el maderamen estricto de una cruz
o la de objetos sin luz propia,
errantes por vacíos infructuosamente vastos.
―Vosotros, los que miráis, ¿os veis?, contenéis mundos.

De seguro que los 8.2 billones de habitantes del planeta ( no sé cuantos se restan ni cuantos se suman en este preciso momento) de seguro que contienen su historia personal. Ninguno somos Dios. Dios es sobrenatural, aparte. Me ha parecido un poema para satisfacciones. Pero, de seguro todos contenemos la insatisfacción de la incertidumbre de las ilusiones. Abrazos, Julio.

Somos Dios o nadie, infinito o cero, la vida es un recorrido personal, para los demás seremos nadie para nosotros mismos un pequeño dios o demiurgo con fecha de caducidad. Muy interesante y bien escrito poema. Abrazos.

Hallie, Tus comentarios constituyen siempre por sí mismos pequeños grandes poemas cuya gravedad cargo con el peso de múltiples sentidos la propuesta en forma versal hecha por el autor. Y de eso se trata. Eres com las ondas que amplian y dan a ver el choque fugaz de la piedrecita sobre la superficie del agua. Caja de resonancia de cuanto ignoro (todo) y surco por donde fluyen esas corrientes del sentir vivo que más o menos se saben, o más bien se sienten: saber es una palabra fuerte.

Encara que la itinerància (inacabable?) em tingui i no em tingui aquí, trobar-hi redòs com ara aquests acullen, calmen i obren espais que són més que espai. Una abraçada llarga.

Ana, Exacto, eso es lo que creo que hay ahí, ese tejer y destejer mundos, tejerse y destejerse, con el otro, con los otros, al cabo, como decía el poeta: "así, tomados de uno en uno, son como polvo, no son nada". El algoritmo es parte del alma de ese enorme charco en que se ahoga el mundo, o nos ahogamos. Agradecida presencia, la tuya.

Una abraçada.

Ana García, Alguien dijo por ahí, no recuerdo quién, que el ver piensa, más o menos. Tendo una relación especial con la visión, con el ver, con los ojos, me inquieren, me exigen casi, solo que no sé qué. Agradezco tu huella.

Una abraçada.

E.R.A., No sé, uno escribe y, como decía Lezama Lima, las palabras le van cayendo al oído y las transcribe. Qué hay ahí? En la cruz, Jesús, el hombre, en todos los sentidos, muere, no sólo lo ha abandonado Dios, lo han abandonado todos, digamos, el mundo. Para ese mundo es Nadie; por decirlo así, es como el rostro de todos los nadies del mundo, tantos, los marginados, los miserables, las víctimas, los hambientos, los desposeídos, los desesperados, los frágiles..., esos que protagonizan el Sermón del Monte. Le preguntan, cuándo te ayudamos, te alimentamos, vestimos...?, y dice, cuando lo hacíais a estos a mí me los hacíais. Bueno, no sé mucho de esas cosas, ni de ninguna, de hecho, pero puede que haya por aquí algo que tienen que ver con la ética en nuestro paso por el mundo, y lo otro, si viene, vendrá. Dudo mucho, no estoy seguro de nada. Tengo sana envidia de quien da el salto a la fe.

Una gran abraçada oceà enllà.

Ramon, Gracias, yo añadiría que somos algo así como un cero que tiende al infinito sin que, desde luego, podamos abastarlo jamás, finitos como somos en un mundo finito. Lo que no quiere decir que no podamos abrirnos a través de los otros a algo más allá de nosotros mismos. Agradezco tu fineza y huella.

Una abraçada.

Magnífico poema que me ha gustado volver a leer, Julio:

Un abrazo
Ana

Nadie. ¡Qué palabra tan corta! ¡Qué palabra tan inmensa!

Eso es lo que he sentido al leer tus magníficas letras.

Es para analizar y valorar.

Me ha gustado.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Julio Bonal escribió: ↑Dom, 01 Dic 2024 17:19 Son traídas a la luz en manos, bocas,
frentes, creaciones sin letra
y algunas, con ella. En lo esencial,
no hay diferencia entre ser nadie
o Dios ―dicen que dijo
el abandonado ahí, desde lo alto―
o que sólo los, para el mundo, nadie,
son Él o podrían serlo. ¿Hay
engaño en esto, verdad o simple
imaginería de vencido contra el que no puede
poder? Es posible que un algoritmo tenga
respuestas ad hoc, al fin y al cabo
el poeta, de haberlo, se limita a apelar
a cosas tan reales como el corazón, ese puño
nudo de mio y peri cardios, que,
en las buhardillas, fermenta pulsos de fondo seminal
o palabras de materia más viva
que el maderamen estricto de una cruz
o la de objetos sin luz propia,
errantes por vacíos infructuosamente vastos.
―Vosotros, los que miráis, ¿os veis?, contenéis mundos.

Para los “sin nadie” Dios es Él, el que cuida y ayuda y cura el alma sin preguntar nada.

Y estos versos finales lo dicen todo.

―Vosotros, los que miráis, ¿os veis?, contenéis mundos.

Siempre es un placer encontrarte, Julio.
Enhorabuena y un abrazo.

"Es posible que un algoritmo tenga
respuestas ad hoc, al fin y al cabo
el poeta, de haberlo, se limita a apelar
a cosas tan reales como el corazón, ese puño
nudo de mio y peri cardios, que,
en las buhardillas, fermenta pulsos de fondo seminal
o palabras de materia más viva
que el maderamen estricto de una cruz
o la de objetos sin luz propia,
errantes por vacíos infructuosamente vastos.
―Vosotros, los que miráis, ¿os veis?, contenéis mundos"

Una hermosa y sabia exposición poética de la imposibilidad de la "máquina poeta o artística". Los poetas, como los hombres, siempre son los mismos y hablan de las misma cosas desde que el Homo sapiens se instituyó como especie, el hecho poético es el mismo desde la pinturas de las cavernas, hasta la la expresión artística más moderna que nos podremos imagina y que lleve una gota, solo una de la es la condición humana.

Todo un placer de lectura, amigo Julio.

Ana,

De nuevo agradecerte la huella, simepre tan inteligente, que dejas. Tu paso, por aquí, por el mundo, por la palabra, confirma el mío.
Una abraçada.

Alejandro,

Creo que es algo que tiene que ver con la ética en el mundo: qué hacemos en él, cumplir con la especie y listos? Darle un sentido, por aquí iría el asunto. Agradecido a la huella que dejas.
Una abraçada.

Marisa,

Generosa en tu mirada simpre, dispuesta no sólo a leer, sino a plantear tu propio pensar y decir. Que siga. Gracias.
Una abraçada.

Ferreiro,

Poco puedo añadir a tu magnífico, profundo, comentario. Agredecer la huella de uno de los mejores de Alaire (y fuera) aquí.
Una abraçada.

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Sube para deliete de todos.

Et trobem a faltar, estimat amic.