Historial de vida

[Ramón Carballal]

Como el alfil del esplendor la naturaleza blanca de su nombre.

La delgada línea del misterio era para mí el hilo que reproducía
en los espejos el mástil florecido de las tardes
cuando el sol anunciaba la voz turgente de su almanaque.

Plácido el camino de los días por las rosas de abril
y los vagos apuntes de la desmemoria
porque en su imaginación el verde, la lluvia, el mar de invierno,
la ermita como una promesa alucinada, el volcán de las noches,
la atmósfera de candil y la música abrevando en el aljibe del sueño
eran puntos de luz entre las sombras proscritas del pasado.

Todo un mundo de olvidos pintaba su luz con ángeles de amor
en el portal de la ilusión, en la quimera dócil de las bocas
que dicen adiós como quien sucumbe a la corriente de los paraísos del agua.

Isla en el parteluz del río, catedral de humo en la noche de los piratas,
su barco en la lejanía fue solo estandarte de galeón,
tibias y calavera sobre tapiz negro que surca la clepsidra
de un mar hostil como aquel que ignora la atracción de la luna
por las largas avenidas de la intemperie.

Himnos de lógica y costumbres viejas en su atardecer,
huida de sí como fantasmagórica imagen,
polvo vacilante en la habitación abandonada,
ministerios donde descubrir expedientes adúlteros,
consejos que escribió al pie de las hojas con caligrafía de mártir.

Igual que la riada que retorna a su cauce la historia crece en sus bolsillos,
árbol de ciudad su cintura, frágil la red que tensa
el músculo de un solo títere, riesgo que avanza
con pasos de noche hacia la yugular vencida
por el filo inmortal de los recuerdos.

[Ana Muela Sopeña]

Qué bien escribes, Ramón:

Cada verso es completo en sí mismo.

Un laberinto de palabras espectacular.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

[Armilo Brotón]

Comparto contigo, estimado Ramón, el gusto por la historia y la arquitectura. Hoy las clepsidras no son tan bellas aunque sí más exactas para hacernos conscientes del paso del tiempo. La memoria de los momentos mágicos vividos, que tan bien apuntas con tus vigorosas metáforas, jalonan como piedras el río y nos permiten pasar a la otra ribera, siempre hay otra orilla para el asombro; tú nos lo haces vivir con tus versos.
Un abrazo mi amigo

[Marisa Peral]

Un historial de vida extraordinario, Ramón.
Todo destaca y merece más lecturas para poder saborear cada verso, hoy me quedo con la última estrofa.

Siempre es un placer leerte., amigo y compañero.
Un abrazo fuerte.

[Alejandro Costa]

Igual que la riada que retorna a su cauce la historia crece en sus bolsillos,

Destaco este verso que me parece tan real, tan poético, que encierra en sí mismo un poema.

Otra gran obra, amigo.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Ramón Carballal]

Qué bien escribes, Ramón:

Cada verso es completo en sí mismo.

Un laberinto de palabras espectacular.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Gracias, Ana, por tus palabras. Un beso.

[E. R. Aristy]

Como el alfil del esplendor la naturaleza blanca de su nombre.

La delgada línea del misterio era para mí el hilo que reproducía
en los espejos el mástil florecido de las tardes
cuando el sol anunciaba la voz turgente de su almanaque.

Plácido el camino de los días por las rosas de abril
y los vagos apuntes de la desmemoria
porque en su imaginación el verde, la lluvia, el mar de invierno,
la ermita como una promesa alucinada, el volcán de las noches,
la atmósfera de candil y la música abrevando en el aljibe del sueño
eran puntos de luz entre las sombras proscritas del pasado.

Todo un mundo de olvidos pintaba su luz con ángeles de amor
en el portal de la ilusión, en la quimera dócil de las bocas
que dicen adiós como quien sucumbe a la corriente de los paraísos del agua.

Isla en el parteluz del río, catedral de humo en la noche de los piratas,
su barco en la lejanía fue solo estandarte de galeón,
tibias y calavera sobre tapiz negro que surca la clepsidra
de un mar hostil como aquel que ignora la atracción de la luna
por las largas avenidas de la intemperie.

Himnos de lógica y costumbres viejas en su atardecer,
huida de sí como fantasmagórica imagen,
polvo vacilante en la habitación abandonada,
ministerios donde descubrir expedientes adúlteros,
consejos que escribió al pie de las hojas con caligrafía de mártir.

Igual que la riada que retorna a su cauce la historia crece en sus bolsillos,
árbol de ciudad su cintura, frágil la red que tensa
el músculo de un solo títere, riesgo que avanza
con pasos de noche hacia la yugular vencida
por el filo inmortal de los recuerdos.

Hermoso y rico texto donde se desborda tu arte, Ramón. Abrazos

[Alonso Vicent]

Traen los días su misterio, sus luces y sombras y un reflejo en el que amanecer de nuevo.
Qué bueno refugiarse de la intemperie en un gran poema, aunque los abandonos se cobren parte de la estancia.
Uno se deja llevar por lo propuesto y agradece el momento lectura.
Un abrazo, Ramón, me quedo con todo el poema.

[Ramón Carballal]

Comparto contigo, estimado Ramón, el gusto por la historia y la arquitectura. Hoy las clepsidras no son tan bellas aunque sí más exactas para hacernos conscientes del paso del tiempo. La memoria de los momentos mágicos vividos, que tan bien apuntas con tus vigorosas metáforas, jalonan como piedras el río y nos permiten pasar a la otra ribera, siempre hay otra orilla para el asombro; tú nos lo haces vivir con tus versos.
Un abrazo mi amigo

Mi agradecimiento por tu paso y el comentario que dejas. Un fuerte abrazo.

[Ana García]

Cada estrofa es un poema en sí mismo. Una maravilla la cultura que despliegas en cada verso.
Una estrofa final que es el colofón para tanta belleza. Deslumbrante.
Te felicito.
Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Un historial de vida extraordinario, Ramón.
Todo destaca y merece más lecturas para poder saborear cada verso, hoy me quedo con la última estrofa.

Siempre es un placer leerte., amigo y compañero.
Un abrazo fuerte.

Gracias, Marisa, por tu generoso comentario. Bicos.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Algo inmenso toma forma en el poema, va desgranando imágenes, momentos, chispazos emocionales, memoriosa inteligencia.
Un fruto maduro y apetitoso para los amantes de la belleza, querido amigo.

Gracias por estar siempre.
Besos y felicidad.

[Ramón Carballal]

Igual que la riada que retorna a su cauce la historia crece en sus bolsillos,

Destaco este verso que me parece tan real, tan poético, que encierra en sí mismo un poema.

Otra gran obra, amigo.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Gracias, Alejandro, por tu lectura y comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Como el alfil del esplendor la naturaleza blanca de su nombre.

La delgada línea del misterio era para mí el hilo que reproducía
en los espejos el mástil florecido de las tardes
cuando el sol anunciaba la voz turgente de su almanaque.

Plácido el camino de los días por las rosas de abril
y los vagos apuntes de la desmemoria
porque en su imaginación el verde, la lluvia, el mar de invierno,
la ermita como una promesa alucinada, el volcán de las noches,
la atmósfera de candil y la música abrevando en el aljibe del sueño
eran puntos de luz entre las sombras proscritas del pasado.

Todo un mundo de olvidos pintaba su luz con ángeles de amor
en el portal de la ilusión, en la quimera dócil de las bocas
que dicen adiós como quien sucumbe a la corriente de los paraísos del agua.

Isla en el parteluz del río, catedral de humo en la noche de los piratas,
su barco en la lejanía fue solo estandarte de galeón,
tibias y calavera sobre tapiz negro que surca la clepsidra
de un mar hostil como aquel que ignora la atracción de la luna
por las largas avenidas de la intemperie.

Himnos de lógica y costumbres viejas en su atardecer,
huida de sí como fantasmagórica imagen,
polvo vacilante en la habitación abandonada,
ministerios donde descubrir expedientes adúlteros,
consejos que escribió al pie de las hojas con caligrafía de mártir.

Igual que la riada que retorna a su cauce la historia crece en sus bolsillos,
árbol de ciudad su cintura, frágil la red que tensa
el músculo de un solo títere, riesgo que avanza
con pasos de noche hacia la yugular vencida
por el filo inmortal de los recuerdos.

Hermoso y rico texto donde se desborda tu arte, Ramón. Abrazos

Gracias, ERA, por el amable comentario. Un abrazo.

[Pilar Morte]

Potente y muy bello, como siempre. Puedes detenerte en cada verso y reconocer un mundo. Me ha encantado . Felicidades por esta celebración poética.
Un abrazo grande y salud