Editorial Alaire

Aunque llevas la frente despejada
tu mirada de cuarzo te delata.

Sigues igual,
aferrado a las valvas de tu concha
mirando siempre adentro,
poniéndote vendajes donde no existen heridas,
con los sueños replegados
en estéril huída hacia la nada.

Niegas una y otra vez
la imagen que percibes de tí mismo
al ver que se diluyen como el humo
las nubes de laurel,esas nubes,
que coronaban tus viscerales sueños.
Y ves,perdido el pulso,
como los rayados colores del espectro
prefieren sonreir junto a la lluvia
antes que ocultar las luces de su idilio
tras las cerradas sombras de la noche.

Por eso,
abre el círculo que oprime tus raíces
mostrando sin reparos el clima templado de tu gruta,
y así podrás sentir
el dulce rumor que sobreviene lentamente
al contemplar el silencio de las piedras.
*Andros

Jose Luís, inauguro con orgullo y alegría los comentarios a este poema tan bien dicho, sobrio en la forma y hondo en el contenido. Me ha encantado, sinceramente.

Nota.- ¿No podrías reducir un poco la imagen insertada para que no desborde la pantalla? Otra sugerencia, ésta solamente capricho mío y es que los poemas centrados los leo con más desgana. Aún siendo mi manera preferida de leer los poemas alineados a la derecha, te reconozco el atractivo que tiene tu poema, porque verdaderamente lo importante no está en la forma de la envoltura, sino en el fondo... por lo menos en muchos poemas.

Salud.

Ha sido un placer verte paseando por mis letras amigo Julio.

Agradezco tu comentario y considero tus observaciones.Un abrazo.

Salud.