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La fusión de la vida

Publicado: Jue, 14 Nov 2024 0:30
por Alejandro Costa
He traspasado el alma
adentrándome en las profundas minas de su interior,
la he llamado a gritos, sin palabras,
pero no ha habido respuesta,
más que la de un volcán en erupción.

Entre marchitas flores calcinadas,
he invocado a los espíritus dormidos,
al elenco de dioses sin creencias
que se pierden en las iglesias paganas,
para dormir la realidad de rodillas
ante imágenes sin más razón que las creencias heredadas,
más poder que el de las mentes atormentadas,
y más sufrimiento que el de las llagas del corazón.

Hay demasiada fe grabada en el dogma del cielo,
demasiada sangre derramada en el asfalto,
demasiada pobreza,
donde la amargura ya no se esconde en los suburbios,
se muestra en un banco carcomido,
en el lugar más recóndito de un jardín,
en el escalón de una entrada,
o en el ayuno obligado,
donde un platillo se alimenta de unos pocos céntimos,
el cuerpo de frío,
y el estómago, día a día,
de hambruna.

Y le pregunto al alma,
¿qué te sucede?
adentrándome en su interior,
en la profundidad de un dolor sin límite,
al que no le alivia
la vanidad, los rezos de un creyente hipócrita,
las imágenes de colores llamativos y pan de oro
que ornamentan los mausoleos religiosos,
donde la fe, el amor y el sentimiento,
se quedan fuera,
lejos de las puertas del rezo diario,
de los golpes en el corazón,
gritando su culpa,
de confesiones donde comprar la paz,
y de la comunión para alimentar su bienaventuranza.

Y le pregunto al corazón,
¿y qué hay de los indefensos, los indigentes, los parásitos de las calles?
No consigo respuesta,
no alivio la sed de su sufrimiento,
no venero a los dioses,
no ansío poder, ni acaso dinero,
tan solo la necesidad de un pañuelo
que seque las lágrimas de la vida,
el calor de un sol que brille para todos por igual,
un techo que cobije del frío y la lluvia a los desamparados,
un plato con una simple sopa caliente,
un trocito de pan y un vaso de agua.

Entonces me escuchará el alma,
se aliviará el corazón,
las flores florecerán de nuevo entre el barro,
despertarán los espíritus,
los rezos de rodillas tendrán sentido,
las imágenes serán símbolos de bien y de paz
y cicatrizarán las llagas del corazón.

Y será la vida, en toda su esencia,
la que me traspasará el alma
para llenarla de sosiego y amor.

Y todos seremos hermanos,
sin llantos, con razón,
con las manos tendidas al prójimo,
y un abrazo,
que selle la fusión del querer y el amar.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Jue, 14 Nov 2024 1:21
por xaime oroza carballo
Alejandro Costa escribió: Jue, 14 Nov 2024 0:30 He traspasado el alma
adentrándome en las profundas minas de su interior,
la he llamado a gritos, sin palabras,
pero no ha habido respuesta,
más que la de un volcán en erupción.

Entre marchitas flores calcinadas,
he invocado a los espíritus dormidos,
al elenco de dioses sin creencias
que se pierden en las iglesias paganas,
para dormir la realidad de rodillas
ante imágenes sin más razón que las creencias heredadas,
más poder que el de las mentes atormentadas,
y más sufrimiento que el de las llagas del corazón.

Hay demasiada fe grabada en el dogma del cielo,
demasiada sangre derramada en el asfalto,
demasiada pobreza,
donde la amargura ya no se esconde en los suburbios,
se muestra en un banco carcomido,
en el lugar más recóndito de un jardín,
en el escalón de una entrada,
o en el ayuno obligado,
donde un platillo se alimenta de unos pocos céntimos,
el cuerpo de frío,
y el estómago, día a día,
de hambruna.

Y le pregunto al alma,
¿qué te sucede?
adentrándome en su interior,
en la profundidad de un dolor sin límite,
al que no le alivia
la vanidad, los rezos de un creyente hipócrita,
las imágenes de colores llamativos y pan de oro
que ornamentan los mausoleos religiosos,
donde la fe, el amor y el sentimiento,
se quedan fuera,
lejos de las puertas del rezo diario,
de los golpes en el corazón,
gritando su culpa,
de confesiones donde comprar la paz,
y de la comunión para alimentar su bienaventuranza.

Y le pregunto al corazón,
¿y qué hay de los indefensos, los indigentes, los parásitos de las calles?
No consigo respuesta,
no alivio la sed de su sufrimiento,
no venero a los dioses,
no ansío poder, ni acaso dinero,
tan solo la necesidad de un pañuelo
que seque las lágrimas de la vida,
el calor de un sol que brille para todos por igual,
un techo que cobije del frío y la lluvia a los desamparados,
un plato con una simple sopa caliente,
un trocito de pan y un vaso de agua.

Entonces me escuchará el alma,
se aliviará el corazón,
las flores florecerán de nuevo entre el barro,
despertarán los espíritus,
los rezos de rodillas tendrán sentido,
las imágenes serán símbolos de bien y de paz
y cicatrizarán las llagas del corazón.

Y será la vida, en toda su esencia,
la que me traspasará el alma
para llenarla de sosiego y amor.

Y todos seremos hermanos,
sin llantos, con razón,
con las manos tendidas al prójimo,
y un abrazo,
que selle la fusión del querer y el amar.
Honda sabiduría sosegada destilan tus palabras. Gracias por la íntima oración.
Fonda aperta, irmao.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Jue, 14 Nov 2024 9:52
por F. Enrique
Me ha gustado tu poema. Una llamada a la piedad cristiana, una crítica a la caridad católica.

Un abrazo.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Jue, 14 Nov 2024 19:05
por Marisa Peral
Alejandro Costa escribió: Jue, 14 Nov 2024 0:30
He traspasado el alma
adentrándome en las profundas minas de su interior,
la he llamado a gritos, sin palabras,
pero no ha habido respuesta,
más que la de un volcán en erupción.


Y le pregunto al corazón,
¿y qué hay de los indefensos, los indigentes, los parásitos de las calles?

No consigo respuesta,
no alivio la sed de su sufrimiento,
no venero a los dioses,
no ansío poder, ni acaso dinero,
tan solo la necesidad de un pañuelo
que seque las lágrimas de la vida,
el calor de un sol que brille para todos por igual,
un techo que cobije del frío y la lluvia a los desamparados,
un plato con una simple sopa caliente,
un trocito de pan y un vaso de agua.

Entonces me escuchará el alma,
se aliviará el corazón,
las flores florecerán de nuevo entre el barro,
despertarán los espíritus,
los rezos de rodillas tendrán sentido,
las imágenes serán símbolos de bien y de paz
y cicatrizarán las llagas del corazón.

Y será la vida, en toda su esencia,
la que me traspasará el alma
para llenarla de sosiego y amor.

Y todos seremos hermanos,
sin llantos, con razón,
con las manos tendidas al prójimo,
y un abrazo,
que selle la fusión del querer y el amar.
Así debería ser la fusión de la vida, Alejandro.
Ayuda incondicional a quienes lo necesitan, tanto física, emocional y económica, compartir creo que se llama.
Me ha gustado mucho tu “mensaje”

Besos, compañero.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Dom, 17 Nov 2024 9:37
por Ramón Carballal
Sobrecogen tus versos tan llenos de humanidad y filantropía. Ojalá viviéramos en un mundo más justo y mejor repartido en el que todos tuviéramos acceso a un trabajo digno que nos permitiera cubrir nuestras necesidades básicas. Enhorabuena por el poema y un abrazo.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Dom, 17 Nov 2024 19:15
por Pilar Morte
Este poema debería llegar al mundo para despertar de creencias que nos deshumanizan.
Me ha gustado mucho leerte.
Un abrazo grande y salud

Re: La fusión de la vida

Publicado: Lun, 18 Nov 2024 20:53
por Ramón Castro Méndez
Excelente poema lleno de humanidad y amor al prójimo. En lo pagano, solidaridad.
Enhorabuena, me ha encantado tu poema.

Un abrazo grande.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Lun, 18 Nov 2024 22:20
por Ana Muela Sopeña
Excelentes letras, Alejandro:

Criticas con acierto el fervor religioso vacío de solidaridad y de apoyo al prójimo.

Propones el amor al prójimo que es lo que importa. El compartir

Precioso y lleno de sabiduría tu poema.

Felicitaciones
Un beso
Ana

Re: La fusión de la vida

Publicado: Mar, 19 Nov 2024 13:07
por Ignacio Mincholed
Alejandro, un discurso de seria reflexión, bien dicho.

Un abrazo.
Ignacio

Re: La fusión de la vida

Publicado: Mar, 19 Nov 2024 14:13
por Ricardo López Castro
Alejandro Costa escribió: Jue, 14 Nov 2024 0:30 He traspasado el alma
adentrándome en las profundas minas de su interior,
la he llamado a gritos, sin palabras,
pero no ha habido respuesta,
más que la de un volcán en erupción.

Entre marchitas flores calcinadas,
he invocado a los espíritus dormidos,
al elenco de dioses sin creencias
que se pierden en las iglesias paganas,
para dormir la realidad de rodillas
ante imágenes sin más razón que las creencias heredadas,
más poder que el de las mentes atormentadas,
y más sufrimiento que el de las llagas del corazón.

Hay demasiada fe grabada en el dogma del cielo,
demasiada sangre derramada en el asfalto,
demasiada pobreza,
donde la amargura ya no se esconde en los suburbios,
se muestra en un banco carcomido,
en el lugar más recóndito de un jardín,
en el escalón de una entrada,
o en el ayuno obligado,
donde un platillo se alimenta de unos pocos céntimos,
el cuerpo de frío,
y el estómago, día a día,
de hambruna.

Y le pregunto al alma,
¿qué te sucede?
adentrándome en su interior,
en la profundidad de un dolor sin límite,
al que no le alivia
la vanidad, los rezos de un creyente hipócrita,
las imágenes de colores llamativos y pan de oro
que ornamentan los mausoleos religiosos,
donde la fe, el amor y el sentimiento,
se quedan fuera,
lejos de las puertas del rezo diario,
de los golpes en el corazón,
gritando su culpa,
de confesiones donde comprar la paz,
y de la comunión para alimentar su bienaventuranza.

Y le pregunto al corazón,
¿y qué hay de los indefensos, los indigentes, los parásitos de las calles?
No consigo respuesta,
no alivio la sed de su sufrimiento,
no venero a los dioses,
no ansío poder, ni acaso dinero,
tan solo la necesidad de un pañuelo
que seque las lágrimas de la vida,
el calor de un sol que brille para todos por igual,
un techo que cobije del frío y la lluvia a los desamparados,
un plato con una simple sopa caliente,
un trocito de pan y un vaso de agua.

Entonces me escuchará el alma,
se aliviará el corazón,
las flores florecerán de nuevo entre el barro,
despertarán los espíritus,
los rezos de rodillas tendrán sentido,
las imágenes serán símbolos de bien y de paz
y cicatrizarán las llagas del corazón.

Y será la vida, en toda su esencia,
la que me traspasará el alma
para llenarla de sosiego y amor.

Y todos seremos hermanos,
sin llantos, con razón,
con las manos tendidas al prójimo,
y un abrazo,
que selle la fusión del querer y el amar.
Surrealista y evocador poema.
Me ha gustado.
Abrazos y felicidad, amigo Alejandro!

Re: La fusión de la vida

Publicado: Mar, 19 Nov 2024 20:07
por E. R. Aristy
Alejandro Costa escribió: Jue, 14 Nov 2024 0:30 He traspasado el alma
adentrándome en las profundas minas de su interior,
la he llamado a gritos, sin palabras,
pero no ha habido respuesta,
más que la de un volcán en erupción.

Entre marchitas flores calcinadas,
he invocado a los espíritus dormidos,
al elenco de dioses sin creencias
que se pierden en las iglesias paganas,
para dormir la realidad de rodillas
ante imágenes sin más razón que las creencias heredadas,
más poder que el de las mentes atormentadas,
y más sufrimiento que el de las llagas del corazón.

Hay demasiada fe grabada en el dogma del cielo,
demasiada sangre derramada en el asfalto,
demasiada pobreza,
donde la amargura ya no se esconde en los suburbios,
se muestra en un banco carcomido,
en el lugar más recóndito de un jardín,
en el escalón de una entrada,
o en el ayuno obligado,
donde un platillo se alimenta de unos pocos céntimos,
el cuerpo de frío,
y el estómago, día a día,
de hambruna.

Y le pregunto al alma,
¿qué te sucede?
adentrándome en su interior,
en la profundidad de un dolor sin límite,
al que no le alivia
la vanidad, los rezos de un creyente hipócrita,
las imágenes de colores llamativos y pan de oro
que ornamentan los mausoleos religiosos,
donde la fe, el amor y el sentimiento,
se quedan fuera,
lejos de las puertas del rezo diario,
de los golpes en el corazón,
gritando su culpa,
de confesiones donde comprar la paz,
y de la comunión para alimentar su bienaventuranza.

Y le pregunto al corazón,
¿y qué hay de los indefensos, los indigentes, los parásitos de las calles?
No consigo respuesta,
no alivio la sed de su sufrimiento,
no venero a los dioses,
no ansío poder, ni acaso dinero,
tan solo la necesidad de un pañuelo
que seque las lágrimas de la vida,
el calor de un sol que brille para todos por igual,
un techo que cobije del frío y la lluvia a los desamparados,
un plato con una simple sopa caliente,
un trocito de pan y un vaso de agua.

Entonces me escuchará el alma,
se aliviará el corazón,
las flores florecerán de nuevo entre el barro,
despertarán los espíritus,
los rezos de rodillas tendrán sentido,
las imágenes serán símbolos de bien y de paz
y cicatrizarán las llagas del corazón.

Y será la vida, en toda su esencia,
la que me traspasará el alma
para llenarla de sosiego y amor.

Y todos seremos hermanos,
sin llantos, con razón,
con las manos tendidas al prójimo,
y un abrazo,
que selle la fusión del querer y el amar.
La compasión es lo único que nos humaniza. Esplendoroso poema del suplicio y la belleza humana. La devastadora pobreza, es la pobreza de espíritu. Un abrazo grande, Alejandro.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Dom, 20 Abr 2025 17:26
por Alejandro Costa
xaime oroza carballo escribió: Jue, 14 Nov 2024 1:21
Alejandro Costa escribió: Jue, 14 Nov 2024 0:30 He traspasado el alma
adentrándome en las profundas minas de su interior,
la he llamado a gritos, sin palabras,
pero no ha habido respuesta,
más que la de un volcán en erupción.

Entre marchitas flores calcinadas,
he invocado a los espíritus dormidos,
al elenco de dioses sin creencias
que se pierden en las iglesias paganas,
para dormir la realidad de rodillas
ante imágenes sin más razón que las creencias heredadas,
más poder que el de las mentes atormentadas,
y más sufrimiento que el de las llagas del corazón.

Hay demasiada fe grabada en el dogma del cielo,
demasiada sangre derramada en el asfalto,
demasiada pobreza,
donde la amargura ya no se esconde en los suburbios,
se muestra en un banco carcomido,
en el lugar más recóndito de un jardín,
en el escalón de una entrada,
o en el ayuno obligado,
donde un platillo se alimenta de unos pocos céntimos,
el cuerpo de frío,
y el estómago, día a día,
de hambruna.

Y le pregunto al alma,
¿qué te sucede?
adentrándome en su interior,
en la profundidad de un dolor sin límite,
al que no le alivia
la vanidad, los rezos de un creyente hipócrita,
las imágenes de colores llamativos y pan de oro
que ornamentan los mausoleos religiosos,
donde la fe, el amor y el sentimiento,
se quedan fuera,
lejos de las puertas del rezo diario,
de los golpes en el corazón,
gritando su culpa,
de confesiones donde comprar la paz,
y de la comunión para alimentar su bienaventuranza.

Y le pregunto al corazón,
¿y qué hay de los indefensos, los indigentes, los parásitos de las calles?
No consigo respuesta,
no alivio la sed de su sufrimiento,
no venero a los dioses,
no ansío poder, ni acaso dinero,
tan solo la necesidad de un pañuelo
que seque las lágrimas de la vida,
el calor de un sol que brille para todos por igual,
un techo que cobije del frío y la lluvia a los desamparados,
un plato con una simple sopa caliente,
un trocito de pan y un vaso de agua.

Entonces me escuchará el alma,
se aliviará el corazón,
las flores florecerán de nuevo entre el barro,
despertarán los espíritus,
los rezos de rodillas tendrán sentido,
las imágenes serán símbolos de bien y de paz
y cicatrizarán las llagas del corazón.

Y será la vida, en toda su esencia,
la que me traspasará el alma
para llenarla de sosiego y amor.

Y todos seremos hermanos,
sin llantos, con razón,
con las manos tendidas al prójimo,
y un abrazo,
que selle la fusión del querer y el amar.
Honda sabiduría sosegada destilan tus palabras. Gracias por la íntima oración.
Fonda aperta, irmao.
Gracias a tí por acompañarme.

Un abrazo.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Dom, 20 Abr 2025 17:27
por Alejandro Costa
F. Enrique escribió: Jue, 14 Nov 2024 9:52 Me ha gustado tu poema. Una llamada a la piedad cristiana, una crítica a la caridad católica.

Un abrazo.
Gracias.

Me alegra que te gustase.

Un abrazo.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Dom, 20 Abr 2025 17:28
por Alejandro Costa
Marisa Peral escribió: Jue, 14 Nov 2024 19:05
Alejandro Costa escribió: Jue, 14 Nov 2024 0:30
He traspasado el alma
adentrándome en las profundas minas de su interior,
la he llamado a gritos, sin palabras,
pero no ha habido respuesta,
más que la de un volcán en erupción.


Y le pregunto al corazón,
¿y qué hay de los indefensos, los indigentes, los parásitos de las calles?

No consigo respuesta,
no alivio la sed de su sufrimiento,
no venero a los dioses,
no ansío poder, ni acaso dinero,
tan solo la necesidad de un pañuelo
que seque las lágrimas de la vida,
el calor de un sol que brille para todos por igual,
un techo que cobije del frío y la lluvia a los desamparados,
un plato con una simple sopa caliente,
un trocito de pan y un vaso de agua.

Entonces me escuchará el alma,
se aliviará el corazón,
las flores florecerán de nuevo entre el barro,
despertarán los espíritus,
los rezos de rodillas tendrán sentido,
las imágenes serán símbolos de bien y de paz
y cicatrizarán las llagas del corazón.

Y será la vida, en toda su esencia,
la que me traspasará el alma
para llenarla de sosiego y amor.

Y todos seremos hermanos,
sin llantos, con razón,
con las manos tendidas al prójimo,
y un abrazo,
que selle la fusión del querer y el amar.
Así debería ser la fusión de la vida, Alejandro.
Ayuda incondicional a quienes lo necesitan, tanto física, emocional y económica, compartir creo que se llama.
Me ha gustado mucho tu “mensaje”

Besos, compañero.
Sí, Marisa, es compartir.

El problema es que casi nadie lo hace.

Gracias por tu compañía.

Besos.

Re: La fusión de la vida

Publicado: Dom, 20 Abr 2025 17:29
por Alejandro Costa
Ramón Carballal escribió: Dom, 17 Nov 2024 9:37 Sobrecogen tus versos tan llenos de humanidad y filantropía. Ojalá viviéramos en un mundo más justo y mejor repartido en el que todos tuviéramos acceso a un trabajo digno que nos permitiera cubrir nuestras necesidades básicas. Enhorabuena por el poema y un abrazo.
Gracias.

Como siempre, es un orgullo tenerte cerca.

Un fuerte abrazo.