Editorial Alaire

El barro oculta códigos secretos
de caos entremezclados con desidia.
Los gritos de la gente abandonada,
un pabellón oscuro con cadáveres.

En mitad del dolor
voluntarios sin nombre ni uniforme
ayudando con palas,
con escobas,
a ordenar en la luz la infamia cínica.

Todo parece un guion de una película,
pero los muertos siguen escondidos
en las cloacas de un mundo que se extingue.

Camiones frigoríficos los llevan
a sitios peculiares sin un número.

Alrededor del mundo las noticias
de una rara catástrofe en Valencia,
justo donde intersectan líneas ley.

¿Es el cambio climático el azar
o un acto muy sutil
de geoingeniería demoníaca?

Sigue el lodo en las calles
y avenidas,
en garajes, en casas,
en colegios.
En el alma que llora de los hombres,
en la emoción desnuda de mujeres.

Es un lodo continuo que no cesa,
porque inunda no solo lo tangible
sino también espíritus sin culpa
sedientos de agua libre de bacterias,
con hambre de justicia solidaria,
con la necesidad de ropa limpia.

Me pregunto si Dana es un fenómeno
de meteorología
o un teatro sicario y genocida
para ensayar sistemas
de engranajes cerrados y algo crípticos
de una despoblación prediseñada.

Laten los corazones de las gentes
que todavía claman por ayuda.
Mientras guardan silencio
unos cerebros grises disfrazados
con cortinas de humo
en los informativos de las tres.

Vivimos una etapa sideral
donde el apocalipsis se hace sombra
y mientras suenan alto
los sucios estertores de la herida
que en cronómetros llenos de destino
despiertan a individuos inocentes.

En este evento hay símbolos y claves
para estudiar la era del gran cambio:
la conciencia despierta
sin manipuladores,
alejada de indicios
de una mente colmena en mutación.


Ana Muela Sopeña

Fuerzas para Valencia!

Es un poema doloroso a profundos niveles Ana. Mucha gente continua llegando a ayudar de diferentes formas a los damnificados. Esta devastadora experiencia ha cambiado el curso de muchas vidas y ha causado muertes. Tu poema es como esa herida. Lo que no entiendo es como no hubo aviso para evacuar la zona, ni cómo no llega ayuda del gobierno como zona de desastre. Voluntarios de todas partes están dado de sí, y eso es el mensaje de amor y solidaridad humana que trae esperanza y la resiliencia para empezar de cero. Pero tienes, tenemos razón en percibir la oscura manipulación de los sistemas y de este tiempo que desmorona. Estos son tiempos difíciles de manejar y fácilmente caer en el desánimo crudo. Aguante! Dios es el mayor refugio y el gran cambio.
Un abrazo grande.

Ana, querida, ni imaginarte puedes lo que es esto, no lo que ha sido, no, lo que es tantos días después. Una cosa es verlo por tv, otra ir, ver, palpar, pisar el barro, cooperar.
Nada, la nada es la que baila en las no casas, en los ojos y para más inri, desalmados oKKKupando lo que queda. Los voluntarios afortunadamente, están ahí, con palas y bocatas, con fuerza y fe.
Los jerifaltes se esconden, siempre se esconden, pero la mano la tiene presta cada fin de mes y ni siquiera en fin de mes. Siempre. Asco de política que en vez de ir y embarrarse, se trasladan culpas, "yo no he sido, has sido tú, yo tampoco... " anda ya....
Estoy tremendamente enfadada, dolida... pero no hundida.
Abrazos Ana y gracias por el poema.

Queda claro, Ana, que se podía haber evitado tanto daño. Se sabía que llegaba la tormenta y no se tomaron medidas necesarias, medidas preventivas excepcionales como las requería la ocasión. Solo nos queda lamentarnos, la torpeza de las autoridades competentes ha sido infinita. Todos estamos con ellos, queda mucho por hacer, pero los muertos no vuelven.

Un abrazo.

Hola Ana
Gracias por tu poema donde diseccionar lo mal que se reacciona ante las emergencias.
Un desastre en el que vuela la pelota de las responsabilidades institucionales y culpas
.....tu ....tu más et .
Pero hay que denunciar que no son pelotas son personas
Saludos y un abrazo

Apreciada poetisa Ana, un doloroso y muy gráfico poema, que explica la dolorosa tragedia de una drama, que pudiera haberse prevenido. Me agradó leerlo.
Un abrazo bien cordial.

Ana, este poema es necesario, tiene mucha fuerza y dolor, mucha verdad y mucha rabia
La valentía de denunciar está presente y no vamos a perdonar a los que tuvieron en su mano evitar esta catástrofe y no hicieron nada. Siguen sin hacer nada y tuvieron la desfachatez de renunciar a las ayudas que se les ofrecieron desde dentro y fuera de nuestro País.
No nos merecemos politiquitos tan miserables.

"Fuerza para Valencia y para todos los afectados"

Parecerá frívolo felicitarte por este grito, pero también es justo.

Un beso, compañera.

Concha Vidal escribió: ↑Lun, 11 Nov 2024 9:16 Ana, querida, ni imaginarte puedes lo que es esto, no lo que ha sido, no, lo que es tantos días después. Una cosa es verlo por tv, otra ir, ver, palpar, pisar el barro, cooperar.
Nada, la nada es la que baila en las no casas, en los ojos y para más inri, desalmados oKKKupando lo que queda. Los voluntarios afortunadamente, están ahí, con palas y bocatas, con fuerza y fe.
Los jerifaltes se esconden, siempre se esconden, pero la mano la tiene presta cada fin de mes y ni siquiera en fin de mes. Siempre. Asco de política que en vez de ir y embarrarse, se trasladan culpas, "yo no he sido, has sido tú, yo tampoco... " anda ya....
Estoy tremendamente enfadada, dolida... pero no hundida.
Abrazos Ana y gracias por el poema.

A mi no me extraña nada que estés enfadada y dolida, querida Concha, es una impotencia tremenda tener que lidiar con la incompetencia de estos políticos sin clase y sin vergüenza.

Bien poco es pero te envío mi abrazo para ti y para el que lo necesite.

Qué bien, pero qué bien lo expresas, Ana. Me encanta como vas mostrando la incógnita de esa verdad que nadie quiere ver detrás de la tragedia. Ellos, los manipuladores del clima (como de tantas otras cosas) son la verdadera tragedia que no cesará...
Gran poema. Mi más sincera enhorabuena

Gracias, Era, por tus mágicas palabras:

La manipulación se ha vestido de desidia y desorganización, pero no... Todo estaba planeado.

Un beso
Ana

Concha:

Muy acertado tu comentario. Gracias.

Es todo terrible.

Un beso
Ana

Tú lo has dicho, F. Enrique, los muertos no vuelven:

Un beso
Ana

Así es, Carmen:

Son personas no pelotas ni números.

Un beso enorme
Ana

Muchas gracias por tus palabras, Pilar:

Un beso enorme
Ana

Gracias, Marisa:

Todo es un despropósito. Parece un caos, pero no. Está pensado así. ¿Razón? Hay muchas...

¡Mucha fuerza para Valencia!

Besos
Ana