Fosfeno #4
Publicado: Vie, 25 Oct 2024 22:59
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Llega el otoño y se me caen los puños de las manos.
He aprendido a ser blando.
Ahora puedo llorar y entrar al trance de la ira sin resquebrajarme.
Llega el otoño y una bandada de colibríes me saca de la guarida.
Puedo escuchar mis venas contrayéndose y seguir con la misma paz
en mis adentros.
Puedo transitar por mis avernos
sin que las llamas me devoren,
porque llegó otro otoño.
Este otoño es dorado y dulce.
Las hojas y pétalos se posan con elegancia de gimnasta
en vez de caer con el estrépito de las lágrimas.
Es dorado y dulce en vez de gris humo, gris skyline.
Es bello
y encuentro en el crujido de la hojarasca
una nueva percusión en la que latir;
en la que descifrar
que aunque yo solo lo fingía
había acero dentro mio.
Había calma en la tiniebla y el silencio.
Habia mármol y jardines.
Había mucho más que una cascada de aluminio,
que musgo mustio y figuritas.
Había más de lo sagrado
que una hoguera en la que arder hasta la ceniza.
Porque al fin entendí
que lo sagrado es mi gente, mi hermano,
mi imperio, mi madre,
mi amor, mi horizonte.
Llega el otoño y se me caen los puños de las manos.
He aprendido a ser blando.
Ahora puedo llorar y entrar al trance de la ira sin resquebrajarme.
Llega el otoño y una bandada de colibríes me saca de la guarida.
Puedo escuchar mis venas contrayéndose y seguir con la misma paz
en mis adentros.
Puedo transitar por mis avernos
sin que las llamas me devoren,
porque llegó otro otoño.
Este otoño es dorado y dulce.
Las hojas y pétalos se posan con elegancia de gimnasta
en vez de caer con el estrépito de las lágrimas.
Es dorado y dulce en vez de gris humo, gris skyline.
Es bello
y encuentro en el crujido de la hojarasca
una nueva percusión en la que latir;
en la que descifrar
que aunque yo solo lo fingía
había acero dentro mio.
Había calma en la tiniebla y el silencio.
Habia mármol y jardines.
Había mucho más que una cascada de aluminio,
que musgo mustio y figuritas.
Había más de lo sagrado
que una hoguera en la que arder hasta la ceniza.
Porque al fin entendí
que lo sagrado es mi gente, mi hermano,
mi imperio, mi madre,
mi amor, mi horizonte.