Sombra paliativa

[Ana Muela Sopeña]

El dolor es siempre lacerante, como las contracciones de un demonio que pugna por salir a devastar. Todo lo que sucede en paliativos parece a simple vista la hermosa compasión de las galaxias. Pero no te confundas, ser pensante, un combate de luz y de tinieblas se desarrolla en cada decisión. Hay vidas que se siegan sin un ápice de ética ni sombra de ternura. Se valoran las "cosas" con triaje, se cuantifican números y códigos en mitad de la sangre y de la herida. Una purga terrible va ocurriendo con aspecto de bálsamo correcto. Las dosis se falsean hacia arriba o se eliminan antes de que rueden. Acrobacias con fármacos y técnicas para entrampar humanos en tinieblas. Antes la muerte era natural y llena de consciencia de lo último. Ahora muchas veces es un sueño que no termina nunca, es narcolepsia en fumaderos de opio sanguinarios. El que pueda entender que abra los ojos. El que no entienda nada que pregunte. Hipócrates solloza en cementerios. Ahora el juramento es como un útero que degrada a sus fieles a sicarios de una agenda infernal que llora y mata. El que pueda escuchar que sea cauto, como los vigilantes en la noche. Los perros y chacales de la luna han extirpado un mundo en pesadilla. Todo lo que acontece en historiales de últimos momentos se disfraza de buenos tratamientos ortodoxos, pero un río de lava y de mentiras atrapa en gelatina sin color una verdad que impacta como el hielo en corazones buenos que derraman lágrimas de impotencia y oraciones. El que pueda sentir la realidad que entienda y oiga, porque hay reptiles llenos de sonrisas y lobos del abismo cual corderos acechando en esquinas de hospitales y farmacias abiertas en suburbios, llenas de corrupción y extrañas huellas. Las mafias consagradas a la bolsa denigran lo sagrado con sus índices y la despoblación es una máquina que funciona sin pausa cada hora...


Ana Muela Sopeña

[E. R. Aristy]

El dolor es siempre lacerante, como las contracciones de un demonio que pugna por salir a devastar. Todo lo que sucede en paliativos parece a simple vista la hermosa compasión de las galaxias. Pero no te confundas, ser pensante, un combate de luz y de tinieblas se desarrolla en cada decisión. Hay vidas que se siegan sin un ápice de ética ni sombra de ternura. Se valoran las "cosas" con triaje, se cuantifican números y códigos en mitad de la sangre y de la herida. Una purga terrible va ocurriendo con aspecto de bálsamo correcto. Las dosis se falsean hacia arriba o se eliminan antes de que rueden. Acrobacias con fármacos y técnicas para entrampar humanos en tinieblas. Antes la muerte era natural y llena de consciencia de lo último. Ahora muchas veces es un sueño que no termina nunca, es narcolepsia en fumaderos de opio sanguinarios. El que pueda entender que abra los ojos. El que no entienda nada que pregunte. Hipócrates solloza en cementerios. Ahora el juramento es como un útero que degrada a sus fieles a sicarios de una agenda infernal que llora y mata. El que pueda escuchar que sea cauto, como los vigilantes en la noche. Los perros y chacales de la luna han extirpado un mundo en pesadilla. Todo lo que acontece en historiales de últimos momentos se disfraza de buenos tratamientos ortodoxos, pero un río de lava y de mentiras atrapa en gelatina sin color una verdad que impacta como el hielo en corazones buenos que derraman lágrimas de impotencia y oraciones. El que pueda sentir la realidad que entienda y oiga, porque hay reptiles llenos de sonrisas y lobos del abismo cual corderos acechando en
esquinas de hospitales y farmacias abiertas en suburbios, llenas de corrupción y extrañas huellas. Las mafias consagradas a la bolsa denigran lo sagrado con sus índices y la despoblación es una máquina que funciona sin pausa cada hora.


Ana Muela Sopeña

Aumenta cada vez más las actividades criminales, tomando lugar en cualquier circulo, víctimas y victimarios por igual son el hombre reactivo. Tu bien desarrollado escrito propone la pausa de la meditación porque "la despoblación es una máquina que funciona sin pausa cada hora..."

Ejerces la noble y poco apreciada (en su momento) perspicacia del poeta o del profeta, Ana. Quienes saben más de demonios reconocen también cómo se está devorando a la juventud, a la identidad humana. Si el diablo tampoco existe, tengamos por seguro lo rebajados que somos. Lo depredadores que somos, lo diabólicos qué somos. Conmovedor y necesario escrito. Abrazos

[Ana García]

Tremendas las imágenes que nos transmites en este escrito.
Es para pensarlo si nos toca pisar ese lugar.
Has plasmado el horror en su forma más negra. Ahora podrías escribir qué pueden sentir los pacientes que están allí, o que sentirían si nadie pudiera parar el dolor físico?
Maravillosa forma de escribir y transmitir. Me pusiste los pelos de punta.
Enhorabuena.
Un abrazo.

[Marisa Peral]

El dolor es siempre lacerante, como las contracciones de un demonio que pugna por salir a devastar. Todo lo que sucede en paliativos parece a simple vista la hermosa compasión de las galaxias. Pero no te confundas, ser pensante, un combate de luz y de tinieblas se desarrolla en cada decisión. Hay vidas que se siegan sin un ápice de ética ni sombra de ternura. Se valoran las "cosas" con triaje, se cuantifican números y códigos en mitad de la sangre y de la herida. Una purga terrible va ocurriendo con aspecto de bálsamo correcto. Las dosis se falsean hacia arriba o se eliminan antes de que rueden. Acrobacias con fármacos y técnicas para entrampar humanos en tinieblas. Antes la muerte era natural y llena de consciencia de lo último. Ahora muchas veces es un sueño que no termina nunca, es narcolepsia en fumaderos de opio sanguinarios. El que pueda entender que abra los ojos. El que no entienda nada que pregunte. Hipócrates solloza en cementerios. Ahora el juramento es como un útero que degrada a sus fieles a sicarios de una agenda infernal que llora y mata. El que pueda escuchar que sea cauto, como los vigilantes en la noche. Los perros y chacales de la luna han extirpado un mundo en pesadilla. Todo lo que acontece en historiales de últimos momentos se disfraza de buenos tratamientos ortodoxos, pero un río de lava y de mentiras atrapa en gelatina sin color una verdad que impacta como el hielo en corazones buenos que derraman lágrimas de impotencia y oraciones. El que pueda sentir la realidad que entienda y oiga, porque hay reptiles llenos de sonrisas y lobos del abismo cual corderos acechando en
esquinas de hospitales y farmacias abiertas en suburbios, llenas de corrupción y extrañas huellas. Las mafias consagradas a la bolsa denigran lo sagrado con sus índices y la despoblación es una máquina que funciona sin pausa cada hora...


Ana Muela Sopeña

Para escribir así hace falta haberlo vivido muy de cerca, Ana.
Por esto te felicito, transmitir así este dolor no es fácil, lo sé.
Hablamos de ello hace dos semanas y leerlo ahora me preocupa y espero que estés bien.

Un beso enorme.

[Ramón Carballal]

Es inmenso el dolor que trasmiten tus palabras. Conmueve la lectura que nos da un aviso sobre la deshumanización que afecta a todos los ámbitos de la vida, en este caso y en particular al sanitario. Hay que felicitarte porque este texto nace de las entrañas, quizá por ello transmite tanto. Un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Tremendo, tremendo. Un poema muy bueno e igualmente duro. Lo has escrito con maestría y sensibilidad al tema que tan bien conoces. Felicidades, las merece.
Un abrazo grande y salud

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Era:

Hablo de una unidad de cuidados paliativos de un hospital donde estoy trabajando cuidando a un paciente.

Veo cosas terroríficas. La sedación paliativa terminal cuando alguien está agonizando está dentro de la compasión humana. Pero... ¿y si al paciente lo envían al otro mundo solo porque es viejo? ¿y si lo eliminan solo porque no va a volver a trabajar?

[F. Enrique]

Ha sido toda una lección, Ana, llena de interés y de anécdotas, conocer ese otro lado de la vida nos lleva a la reflexión y sentir el dolor de tanto desconocido.

[Ana Muela Sopeña]

Hola, Ana:

Gracias por venir. No estoy en contra de la sedación paliativa terminal. Es una medida compasiva. Siempre con permiso del paciente o de su familia (si el paciente ya no puede comunicarse). Tampoco de disminuir, eliminar o parar el dolor físico. Es una medida compasiva

De lo que hablo es de que en ese lugar eliminan a personas que no están agonizando. Simplemente porque para el sistema son improductivas Personas mayores y enfermos que viven sin trabajar. Y lo hacen como quien no quiere la cosa. Parecen actos de prestidigitación. La combinación de dar o no dar ciertos medicamentos, dar o no dar suero, dar o no dar anticoagulantes, dar o no dar diuréticos, dar o no dar opiodes ... puede producir la mejoría, la curación o la muerte. Todo medido milimétricamente.

En fin...


-

[Alejandro Costa]

Por desgracia es así.

Nosotros, los que tenemos nuestra segunda casa allí, y no de ocio, sabemos de lo que hablas.

Es terrible y cada vez incluso peor.

El lenguaje que has utilizado sale de las entrañas, manchado con sangre herida del corazón.

Tus palabras llevan el dolor, el sufrimiento, en cada letra, en cada sílaba, en cada frase. Es como un grito interno, que solo el que lo padece, lo escucha. Como bien ha dicho Ana, tu narración pone los pelos de punta.

Espero y deseo que nada de esto tenga que ver contigo y tu salud.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Carmen Moro Frías]

Hola Ana
Muy bueno, real, bien armado y superando ética que por desgracia estamos escasos.
Gracias Ana describes situaciones con un saber hacer enorme.
Un abrazo.

[Armilo Brotón]

Aplaudo esta creación que nace de la experiencia y el dolor, de una persona con enorme sensibilidad. Has sabido transmitir esa atmósfera que rodea a la enfermedad, enhorabuena.

Un abrazo querida amiga

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Marisa, por venir:

Un beso grande
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Agradezco tu paso por este poema, Ramón:

Sí, la deshumanización es terrible.

Un beso grande
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Pilar, por brindarme tus palabras.

Un fuerte abrazo
Ana