¿Qué queréis que os diga?

[Alejandro Costa]

Andemos por caminos que no nos guíen por los falsos pasos de la vida.

Dejemos que jadeen voces,
y cuando de alegría grite la garganta,
dejemos que las páginas de sucesos no tengan la sangre por tinta.

Dejemos que el corazón nos robe con un simpático guiño,
que sea la vida quien juzgue,
lo que durante la misma hicimos en este mundo de ramaje seco.

Dejemos que una paloma nos anide entre sus manos,
dejémosla volar con su libertad natural,
que su paz sea transportada, sea esparcida a otros hermanos nuestros.

Dejemos reír al niño,
que su fantasía invada nuestro inacabado cuento.

Dejemos que nos abrace el desdichado,
dejemos que sea nuestro calor el que abrigue su frío pasado.

¿Qué queréis que ahora os diga?
el alma al cuerpo ha derribado,
la garganta es incapaz de tragar
y la saliva ahora sangra con un triste sabor amargo.

¿Qué queréis de verdad que os diga?
Si no vivo más que por la falsedad
de unos pasos que se embarran por caminos equivocados,
si no vivo desde que la vida se ha marchado.

Ya no puedo vivir,
las lágrimas no son capaces de aliviar el dolor,
el corazón se flagela para matar lentamente su latir,
todo se me antoja solitario, vacío,
todo es nada sin su amor.

¿Dónde? ¿Dónde se encuentra el amor?
aquel que un día nació en mí,
y ahora me asesina sin decirme adiós.

Dejemos que el mundo corra,
que se apiade de los elegidos para las mazmorras,
las horcas sin nudo,
la esclavitud entre bosques calcinados.
Solo existen siluetas con la mirada fija en cada paso de dolor arrastrado
por los falsos destinos de la vida.

De veras, ¿qué queréis que os diga?
no puedo despedirme con un simple hasta pronto.
Las llamas me exigen un adiós definitivo.

[F. Enrique]

Buen poema, Alejandro.

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Andemos por caminos que no nos guíen por los falsos pasos de la vida.

Dejemos que jadeen voces,
y cuando de alegría grite la garganta,
dejemos que las páginas de sucesos no tengan la sangre por tinta.

Dejemos que el corazón nos robe con un simpático guiño,
que sea la vida quien juzgue,
lo que durante la misma hicimos en este mundo de ramaje seco.

Dejemos que una paloma nos anide entre sus manos,
dejémosla volar con su libertad natural,
que su paz sea transportada, sea esparcida a otros hermanos nuestros.

Dejemos reír al niño,
que su fantasía invada nuestro inacabado cuento.

Dejemos que nos abrace el desdichado,
dejemos que sea nuestro calor el que abrigue su frío pasado.

¿Qué queréis que ahora os diga?
el alma al cuerpo ha derribado,
la garganta es incapaz de tragar
y la saliva ahora sangra con un triste sabor amargo.

¿Qué queréis de verdad que os diga?
Si no vivo más que por la falsedad
de unos pasos que se embarran por caminos equivocados,
si no vivo desde que la vida se ha marchado.

Ya no puedo vivir,
las lágrimas no son capaces de aliviar el dolor,
el corazón se flagela para matar lentamente su latir,
todo se me antoja solitario, vacío,
todo es nada sin su amor.

¿Dónde? ¿Dónde se encuentra el amor?
aquel que un día nació en mí,
y ahora me asesina sin decirme adiós.

Dejemos que el mundo corra,
que se apiade de los elegidos para las mazmorras,
las horcas sin nudo,
la esclavitud entre bosques calcinados.
Solo existen siluetas con la mirada fija en cada paso de dolor arrastrado
por los falsos destinos de la vida.

De veras, ¿qué queréis que os diga?
no puedo despedirme con un simple hasta pronto.
Las llamas me exigen un adiós definitivo.

Cuando vivimos el adiós a la desenfrenada amoral del mundo, cuando ya no nos engaña su explotación al deseo diciéndonos qué son nuestros sueños y nuestros anhelos, las cuerdas del titiritero se rompen. Ya no se está sujeto a los dictados y movimientos de ideas fusionadas en falsedades. Es un adiós definitivo porque nos abre a la integridad de los valores que cuentan y que han estado siempre en la humanización de ser y realmente actuar. Mi admiración y respeto, Alejandro. Abrazos

[Alejandro Costa]

Buen poema, Alejandro.

Un abrazo.

Gracias, paisano.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Marisa Peral]

Andemos por caminos que no nos guíen por los falsos pasos de la vida.

De veras, ¿qué queréis que os diga?
no puedo despedirme con un simple hasta pronto.
Las llamas me exigen un adiós definitivo.

¡Qué poemazo has escrito, Alejandro!
No es lo que yo quiera que me digas, es lo que debería ser LEY, AQUELLA DEL "VIVE Y DEJA VIVIR"
y acoger
y consolar
y calmar
y saciar
y amar.

Un beso y abrazos fuertes.

[Julio Gonzalez Alonso]

Alejandro, ¿qué quieres que te diga? La pregunta es retórica, porque queremos hablar del amor, que nos aseguren un camino cierto a los afectos, en el vuelo de la paloma o en la risa de un niño... Queremos sentirnos plenos de vida cuando el vacío del silencio y la soledad nos acorrala. Un abrazo, amigo. Salud.

[Alonso Vicent]

Creo que dices mucho. "Laissez faire laissez passer", pero mucho se pierde en el camino. Tanto se nos da como se nos quita. Un poema que leo en dos partes.
Definitivamente la vida sigue, aunque ya no sea tan vida.
Un hermoso y sincero poema.
Abrazo.

[José Manuel F. Febles]

Amigo mío, dices mucho dentro de tu pregunta. Un hermoso y bien labrado poema, que me da culto a mi sincera felicitación

Un fuerte abrazo desde la soledad de mi idla.

José Manuel
.

[Pilar Morte]

Ya lo has dicho todo. El poema mira al mundo y regresa lleno de preguntas acertadas. Me gustó leerte.
Abrazos y felicidad

[Alejandro Costa]

Andemos por caminos que no nos guíen por los falsos pasos de la vida.

Dejemos que jadeen voces,
y cuando de alegría grite la garganta,
dejemos que las páginas de sucesos no tengan la sangre por tinta.

Dejemos que el corazón nos robe con un simpático guiño,
que sea la vida quien juzgue,
lo que durante la misma hicimos en este mundo de ramaje seco.

Dejemos que una paloma nos anide entre sus manos,
dejémosla volar con su libertad natural,
que su paz sea transportada, sea esparcida a otros hermanos nuestros.

Dejemos reír al niño,
que su fantasía invada nuestro inacabado cuento.

Dejemos que nos abrace el desdichado,
dejemos que sea nuestro calor el que abrigue su frío pasado.

¿Qué queréis que ahora os diga?
el alma al cuerpo ha derribado,
la garganta es incapaz de tragar
y la saliva ahora sangra con un triste sabor amargo.

¿Qué queréis de verdad que os diga?
Si no vivo más que por la falsedad
de unos pasos que se embarran por caminos equivocados,
si no vivo desde que la vida se ha marchado.

Ya no puedo vivir,
las lágrimas no son capaces de aliviar el dolor,
el corazón se flagela para matar lentamente su latir,
todo se me antoja solitario, vacío,
todo es nada sin su amor.

¿Dónde? ¿Dónde se encuentra el amor?
aquel que un día nació en mí,
y ahora me asesina sin decirme adiós.

Dejemos que el mundo corra,
que se apiade de los elegidos para las mazmorras,
las horcas sin nudo,
la esclavitud entre bosques calcinados.
Solo existen siluetas con la mirada fija en cada paso de dolor arrastrado
por los falsos destinos de la vida.

De veras, ¿qué queréis que os diga?
no puedo despedirme con un simple hasta pronto.
Las llamas me exigen un adiós definitivo.

Cuando vivimos el adiós a la desenfrenada amoral del mundo, cuando ya no nos engaña su explotación al deseo diciéndonos qué son nuestros sueños y nuestros anhelos, las cuerdas del titiritero se rompen. Ya no se está sujeto a los dictados y movimientos de ideas fusionadas en falsedades. Es un adiós definitivo porque nos abre a la integridad de los valores que cuentan y que han estado siempre en la humanización de ser y realmente actuar. Mi admiración y respeto, Alejandro. Abrazos

Infinitas gracias, Roxanne.

Es un regalo recibir tus comentarios.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Andemos por caminos que no nos guíen por los falsos pasos de la vida.

De veras, ¿qué queréis que os diga?
no puedo despedirme con un simple hasta pronto.
Las llamas me exigen un adiós definitivo.

¡Qué poemazo has escrito, Alejandro!
No es lo que yo quiera que me digas, es lo que debería ser LEY, AQUELLA DEL "VIVE Y DEJA VIVIR"
y acoger
y consolar
y calmar
y saciar
y amar.

Un beso y abrazos fuertes.

Gracias, Marisa.

Mi cabeza tiene estas cosas.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Alejandro, ¿qué quieres que te diga? La pregunta es retórica, porque queremos hablar del amor, que nos aseguren un camino cierto a los afectos, en el vuelo de la paloma o en la risa de un niño... Queremos sentirnos plenos de vida cuando el vacío del silencio y la soledad nos acorrala. Un abrazo, amigo. Salud.

Cierto, Julio.

Pero hay cuestiones contra las que no podemos luchar.

¿Qué quieres que te diga?

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Creo que dices mucho. "Laissez faire laissez passer", pero mucho se pierde en el camino. Tanto se nos da como se nos quita. Un poema que leo en dos partes.
Definitivamente la vida sigue, aunque ya no sea tan vida.
Un hermoso y sincero poema.
Abrazo.

Cierto, la vida sigue, pero no es realmente vida.

Gracias, compañero.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Amigo mío, dices mucho dentro de tu pregunta. Un hermoso y bien labrado poema, que me da culto a mi sincera felicitación

Un fuerte abrazo desde la soledad de mi idla.

José Manuel
.

Gracias, José Manuel.

Me alegra saber que te ha gustado.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Ya lo has dicho todo. El poema mira al mundo y regresa lleno de preguntas acertadas. Me gustó leerte.
Abrazos y felicidad

Gracias, Pilar.

Me alegra que así sea.

Besos.

Salud, paz y felicidad.