Octubrear - I a V
Publicado: Mar, 01 Oct 2024 7:32
Octubre siempre vuelve
¡Feliz otoño!
OCTUBREAR - I a V
I
Yo proyecté tu perfil.
Con vaticinios de dulzura y devoción,
cimentaba tu semblante
en los distantes laberintos de la inocencia
y como tímida obrera me guardé del mundo
para esculpir tu imagen,
para proveerte de voz y de mensaje,
para poner ternura en tu palabra.
Me estremecí
sin apenas haberme despojado
de la luz del estío en tanto te definía
-íntegro y mío-
en el fluir por mi sangre
curtida por todas las estaciones
y tu insolencia proviene de todos los “entre luces”
en los que concebí tus manos.
Qué eternidad de roces
en la clausura estéril que sucumbía
ante tu peregrinar entre mis partículas.
Yo te medié,
te pronuncié por las rondas y calzadas,
garabateé todos tus nombres
hasta darles fondo al final de mi noche,
te hice espacio en mi cama,
te seduje en la sombra
-huella intangible-
trabajé varios lustros para forjarte
antes de autorizar una sola eufonía de tu esencia.
De esa forma ocurrió
que solfearon los silencios
en el octubrear de nuestro bastimento de amor
---
II
Yo clausuré la noche entre mis brazos,
y rebosó mi sed como una hoguera.
Que nos cubra su túnica de luces y caireles,
que tintineen suavemente a cada empuje de amor.
Tiéndeme en el crepúsculo,
cúbreme con pavesas,
ahóndame sin dolor,
rocíame el aura.
Tú demueles el orbe para que así acontezca,
yo abordo el infinito para que así transcurra.
Quiero octubrear en nuestro bastimento
y amarte libre.
---
III
Han caído mis ojos sobre ti
como una sombra impura.
He adorado tus manos
y se hundirán en otoño.
He idolatrado tu voz
y está saqueada.
Me has talado para que deserte de mí,
señor oscuro,
para que yo sea irradiación atroz
coreando al son de las criaturas de tu casta.
Y me has amado y amado
en el bastimento
de nuestro octubrear de amor.
---
IV
Retengo el lenitivo aroma de tu ser
hecho cuerpo en mi.
Rítmico escalas en colmada libertad,
giras y modulas
invadiendo el nirvana de mi mundo.
Tu noche restituirá la ternura.
Tu mano será tumulto en su devenir arraigado.
Tu mirada regresará de todo lo ojeado.
Nuestro bastimento es octubrear,
como las aves purificando su amor.
---
V
Bajo la negra sombra te canto
como una adolescente enamorada
que esconde en su baúl los juegos íntimos,
los retozos ocultos,
convulsiones de otoño como lienzos alígeros,
y entono mi cantinela para que existas,
señor del candor.
Con voz primigenia pronuncio todos tus nombres,
a cada uno le pongo mi rostro con la vaguedad
que proviene de ellos y bajo la oscuridad de la noche
los incinero en una gran pira.
De esa forma nuestro bastimento de amor
conseguirá que solfeen los silencios
en este largo peregrinar para octubrear-te.
---
© MAR – 23/10/08 (Revisado 10/2011)
¡Feliz otoño!
OCTUBREAR - I a V
I
Yo proyecté tu perfil.
Con vaticinios de dulzura y devoción,
cimentaba tu semblante
en los distantes laberintos de la inocencia
y como tímida obrera me guardé del mundo
para esculpir tu imagen,
para proveerte de voz y de mensaje,
para poner ternura en tu palabra.
Me estremecí
sin apenas haberme despojado
de la luz del estío en tanto te definía
-íntegro y mío-
en el fluir por mi sangre
curtida por todas las estaciones
y tu insolencia proviene de todos los “entre luces”
en los que concebí tus manos.
Qué eternidad de roces
en la clausura estéril que sucumbía
ante tu peregrinar entre mis partículas.
Yo te medié,
te pronuncié por las rondas y calzadas,
garabateé todos tus nombres
hasta darles fondo al final de mi noche,
te hice espacio en mi cama,
te seduje en la sombra
-huella intangible-
trabajé varios lustros para forjarte
antes de autorizar una sola eufonía de tu esencia.
De esa forma ocurrió
que solfearon los silencios
en el octubrear de nuestro bastimento de amor
---
II
Yo clausuré la noche entre mis brazos,
y rebosó mi sed como una hoguera.
Que nos cubra su túnica de luces y caireles,
que tintineen suavemente a cada empuje de amor.
Tiéndeme en el crepúsculo,
cúbreme con pavesas,
ahóndame sin dolor,
rocíame el aura.
Tú demueles el orbe para que así acontezca,
yo abordo el infinito para que así transcurra.
Quiero octubrear en nuestro bastimento
y amarte libre.
---
III
Han caído mis ojos sobre ti
como una sombra impura.
He adorado tus manos
y se hundirán en otoño.
He idolatrado tu voz
y está saqueada.
Me has talado para que deserte de mí,
señor oscuro,
para que yo sea irradiación atroz
coreando al son de las criaturas de tu casta.
Y me has amado y amado
en el bastimento
de nuestro octubrear de amor.
---
IV
Retengo el lenitivo aroma de tu ser
hecho cuerpo en mi.
Rítmico escalas en colmada libertad,
giras y modulas
invadiendo el nirvana de mi mundo.
Tu noche restituirá la ternura.
Tu mano será tumulto en su devenir arraigado.
Tu mirada regresará de todo lo ojeado.
Nuestro bastimento es octubrear,
como las aves purificando su amor.
---
V
Bajo la negra sombra te canto
como una adolescente enamorada
que esconde en su baúl los juegos íntimos,
los retozos ocultos,
convulsiones de otoño como lienzos alígeros,
y entono mi cantinela para que existas,
señor del candor.
Con voz primigenia pronuncio todos tus nombres,
a cada uno le pongo mi rostro con la vaguedad
que proviene de ellos y bajo la oscuridad de la noche
los incinero en una gran pira.
De esa forma nuestro bastimento de amor
conseguirá que solfeen los silencios
en este largo peregrinar para octubrear-te.
---
© MAR – 23/10/08 (Revisado 10/2011)