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La hoja de la esperanza

Publicado: Vie, 20 Sep 2024 12:41
por Alejandro Costa
Es indiferente volver a vivir después de la muerte,
porque las heridas ya no cicatrizan,
ni las lágrimas pueden cristalizar con la sequedad del polvo del fin,
ya no existe cielo azul,
ni los árboles son capaces de tintar hojas brillantes y verdes.

La aurora se parte ante amaneceres sin luz,
ya no hay tregua que aplaque la erosión destructiva del silencio,
que, con su estruendo, sella la separación,
cualquier mañana pasajera, con lentitud, con depresión,
mientras, lentamente los sentimientos se diluyen, se evaporan,
y el fulgurante calor del corazón
agota sin pasión la llama que en el pasado alimentaba el alma.

Todo es oscuridad,
todo ensombrece con su roce la maleza que allá se esconde,
una tenue luz moribunda aún no enseña camino alguno,
y en la lejanía de los días tan solo se vislumbra uno,
¡quién sabe hacia dónde!

Y mirando al cielo,
observamos perdidas rosas de negra muerte,
bajo un respirar negado, ahogado en vida,
silencioso, lleno de angustia y homicida.

Pero allá,
aún existe un mundo abrazado por un poeta malherido,
verdes praderas inmunizadas al olvido de los libros,
espuma blanca y brillante, batida por la fuerza de los mares,
océanos encadenados a una lucha constate
por mantener su salvaje brillo azulado,
arenas que funden bajo un sol de ardientes espadas,
que a fuego las ha dormido,
cascadas milenarias,
cristal arcoíris entre melenas de agua fresca y guerrera,
caudales de perfume de tomillo,
cortezas agrietadas de savia y vida,
la naturaleza envuelta en tinta
floreciendo versos en la hoja de la esperanza,
con la sensibilidad de un escrito,
donde la ceniza se convierte en brasa,
la brasa en llama, lo oscuro en brillante,
y un mundo denostado,
en el más maravilloso mundo,
que la simple firma de un poeta ha creado.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Vie, 20 Sep 2024 16:04
por F. Enrique
Interesante, Alejandro. Volveré a leerlo sin duda.

Léon Pasternak.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Sab, 21 Sep 2024 9:08
por Marisa Peral
El mundo presente, lleno de sombras y oscuridad contra el mundo futuro que nos ofrece el poeta con esa hoja de esperanza.
Extenso y magnífico poema, Alejandro.

Un beso.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Sab, 21 Sep 2024 9:21
por Pilar Morte
La única incógnita de la vida es la muerte, el resto, tarde o temprano, podemos saberlo. Estupendo poema para reflexionar.
Un abrazo y felicidad

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Lun, 23 Sep 2024 13:03
por Alejandro Costa
F. Enrique escribió: Vie, 20 Sep 2024 16:04 Interesante, Alejandro. Volveré a leerlo sin duda.

Léon Pasternak.
Me alegra que así sea. Señal de que algo te ha llamado la atención.

Gracias, paisano.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Jue, 26 Sep 2024 22:28
por Alejandro Costa
Marisa Peral escribió: Sab, 21 Sep 2024 9:08 El mundo presente, lleno de sombras y oscuridad contra el mundo futuro que nos ofrece el poeta con esa hoja de esperanza.
Extenso y magnífico poema, Alejandro.

Un beso.
Me alegra que así lo veas.

Infinitas gracias, Marisa.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Mar, 01 Oct 2024 18:46
por Alejandro Costa
Pilar Morte escribió: Sab, 21 Sep 2024 9:21 La única incógnita de la vida es la muerte, el resto, tarde o temprano, podemos saberlo. Estupendo poema para reflexionar.
Un abrazo y felicidad
Gracias, Pilar.

Como siempre, muy amable y elegante.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Vie, 04 Oct 2024 14:07
por Armilo Brotón
Me enriquece mucho, querido Alejandro, leer sensibildades distintas, me saca de la zona de confort. Tu mundo es rico dentro de ese pesimismo existencial que canalizas a través de tus versos, con vapores de la tragedia hernandiana.

Un gran abrazo amigo

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Lun, 07 Oct 2024 17:32
por E. R. Aristy
Alejandro Costa escribió: Vie, 20 Sep 2024 12:41 Es indiferente volver a vivir después de la muerte,
porque las heridas ya no cicatrizan,
ni las lágrimas pueden cristalizar con la sequedad del polvo del fin,
ya no existe cielo azul,
ni los árboles son capaces de tintar hojas brillantes y verdes.

La aurora se parte ante amaneceres sin luz,
ya no hay tregua que aplaque la erosión destructiva del silencio,
que, con su estruendo, sella la separación,
cualquier mañana pasajera, con lentitud, con depresión,
mientras, lentamente los sentimientos se diluyen, se evaporan,
y el fulgurante calor del corazón
agota sin pasión la llama que en el pasado alimentaba el alma.

Todo es oscuridad,
todo ensombrece con su roce la maleza que allá se esconde,
una tenue luz moribunda aún no enseña camino alguno,
y en la lejanía de los días tan solo se vislumbra uno,
¡quién sabe hacia dónde!

Y mirando al cielo,
observamos perdidas rosas de negra muerte,
bajo un respirar negado, ahogado en vida,
silencioso, lleno de angustia y homicida.

Pero allá,
aún existe un mundo abrazado por un poeta malherido,
verdes praderas inmunizadas al olvido de los libros,
espuma blanca y brillante, batida por la fuerza de los mares,
océanos encadenados a una lucha constate
por mantener su salvaje brillo azulado,
arenas que funden bajo un sol de ardientes espadas,
que a fuego las ha dormido,
cascadas milenarias,
cristal arcoíris entre melenas de agua fresca y guerrera,
caudales de perfume de tomillo,
cortezas agrietadas de savia y vida,
la naturaleza envuelta en tinta
floreciendo versos en la hoja de la esperanza,
con la sensibilidad de un escrito,
donde la ceniza se convierte en brasa,
la brasa en llama, lo oscuro en brillante,
y un mundo denostado,
en el más maravilloso mundo,
que la simple firma de un poeta ha creado.
Cuando se lee esta poema como lo leo hoy bajo el agobio de los eventos mundiales como gente que escapó de Libano para Siria y que vuelve y regresa a Líbano porque Siria está peor que lo peor de Libano, cuando Hollywood se encuentra mirando en vivo su propia película sobre Asmodeo, y los llamados líderes religiosos participan en una peor orgia, cuando se lee este poema es imposible no ver que se ha partido en dos. En la primera mitad, desolación absoluta. En la segunda, una determinación poética,intencionada, desde lo más puro del poeta. Un abrazo grande, Alejandro.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Lun, 07 Oct 2024 18:03
por Ramón Carballal
Es cierto, hay una primera parte del poema desesperanzada pero la estrofa final se abre paso con fuerza para dar vigor y luz a la esperanza. Un poema de los que llega hondo al lector. Mi felicitación y un abrazo.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Vie, 18 Oct 2024 13:29
por Alejandro Costa
Armilo Brotón escribió: Vie, 04 Oct 2024 14:07 Me enriquece mucho, querido Alejandro, leer sensibildades distintas, me saca de la zona de confort. Tu mundo es rico dentro de ese pesimismo existencial que canalizas a través de tus versos, con vapores de la tragedia hernandiana.

Un gran abrazo amigo
Soy el parásito que se mueve por su mundo pasado, para que siga vivo en el de hoy.

Era muy humano, y luchaba por sacar a flor, todo lo que la mísera vida hacía brotar día a día.

Tienes razón, Armilo, tengo algo de hernandiano y me siento orgulloso de ello.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Vie, 18 Oct 2024 13:30
por Alejandro Costa
E. R. Aristy escribió: Lun, 07 Oct 2024 17:32
Alejandro Costa escribió: Vie, 20 Sep 2024 12:41 Es indiferente volver a vivir después de la muerte,
porque las heridas ya no cicatrizan,
ni las lágrimas pueden cristalizar con la sequedad del polvo del fin,
ya no existe cielo azul,
ni los árboles son capaces de tintar hojas brillantes y verdes.

La aurora se parte ante amaneceres sin luz,
ya no hay tregua que aplaque la erosión destructiva del silencio,
que, con su estruendo, sella la separación,
cualquier mañana pasajera, con lentitud, con depresión,
mientras, lentamente los sentimientos se diluyen, se evaporan,
y el fulgurante calor del corazón
agota sin pasión la llama que en el pasado alimentaba el alma.

Todo es oscuridad,
todo ensombrece con su roce la maleza que allá se esconde,
una tenue luz moribunda aún no enseña camino alguno,
y en la lejanía de los días tan solo se vislumbra uno,
¡quién sabe hacia dónde!

Y mirando al cielo,
observamos perdidas rosas de negra muerte,
bajo un respirar negado, ahogado en vida,
silencioso, lleno de angustia y homicida.

Pero allá,
aún existe un mundo abrazado por un poeta malherido,
verdes praderas inmunizadas al olvido de los libros,
espuma blanca y brillante, batida por la fuerza de los mares,
océanos encadenados a una lucha constate
por mantener su salvaje brillo azulado,
arenas que funden bajo un sol de ardientes espadas,
que a fuego las ha dormido,
cascadas milenarias,
cristal arcoíris entre melenas de agua fresca y guerrera,
caudales de perfume de tomillo,
cortezas agrietadas de savia y vida,
la naturaleza envuelta en tinta
floreciendo versos en la hoja de la esperanza,
con la sensibilidad de un escrito,
donde la ceniza se convierte en brasa,
la brasa en llama, lo oscuro en brillante,
y un mundo denostado,
en el más maravilloso mundo,
que la simple firma de un poeta ha creado.
Cuando se lee esta poema como lo leo hoy bajo el agobio de los eventos mundiales como gente que escapó de Libano para Siria y que vuelve y regresa a Líbano porque Siria está peor que lo peor de Libano, cuando Hollywood se encuentra mirando en vivo su propia película sobre Asmodeo, y los llamados líderes religiosos participan en una peor orgia, cuando se lee este poema es imposible no ver que se ha partido en dos. En la primera mitad, desolación absoluta. En la segunda, una determinación poética,intencionada, desde lo más puro del poeta. Un abrazo grande, Alejandro.
Eres única, Roxanne y me siento un privilegiado al recibir tus visitas y comentarios.

Infinitas gracias.

Un beso desde el alma.

Salud, paz y felicidad.

Re: La hoja de la esperanza

Publicado: Vie, 18 Oct 2024 13:31
por Alejandro Costa
Ramón Carballal escribió: Lun, 07 Oct 2024 18:03 Es cierto, hay una primera parte del poema desesperanzada pero la estrofa final se abre paso con fuerza para dar vigor y luz a la esperanza. Un poema de los que llega hondo al lector. Mi felicitación y un abrazo.
Gracias, compañero.

Tu aportación siempre me ayuda.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.