A Enrique Sanmol

[F. Enrique]

Evitamos el frío con más frío
la intemperie con unos pocos versos.
Si no sabes por qué,
nunca podrás salvarte.

(Enrique Sanmol - Contra el frío)







Nos queda la música de Cohen
cuando se arrastra la lengua
en un bar
y el tren que perdimos sin saberlo.

Quizás sea un sentimental y, por ello,
me emocione lo que al hombre de la calle
quizás le produzca risas,
pero ahí estás tú que insistes
en la inmortalidad efímera de tus mitos.
Ya sabes, en una mano una pistola
y en la otra una rosa,
el estupor tierno de Janis
después de una mamada
con el pelo enmarañado
y un poco de poesía.

Vuelvo a ese adiós que fue
y nunca nos dijeron,
a las bragas desgarradas
en la habitación errática del olvido.

[Armilo Brotón]

Cuando hablamos de voz propia, no sé si son lo mejores términos para su definición, tiene su sentido en poetas y creadores con una larga trayectoria, como la tuya, para englobar tres realidades en una; la suma de su estilo formal, la elección de la materia prima y, finalmente, la interpretación de ella a través de un cristal único que es la historia vivida, el medioambiente emocional en el que se ha crecido, incluida aquí la parte genética que determina, en parte, la percepción; por ejemplo un carácter más o menos depresivo, la faccies particular que nos enriquece. No creo que sea difícil reconocer un poema tuyo. Esto lo digo porque pueda parcecer que esta creación se aleja un poco de las últimas publicadas aquí por alguno de tus heterónimos.

Tras la lectura de este poema, los monjes del Corumelo se entiesan para apludirte; especialmente yo, elPrior, pues lo siento muy cercano a mi sensibilidad y pobres seseras. Francamente bueno.
Para no ser muy pesado con rollos metafísicos: me gustaría haber firmado esta obra.
Amén.

Abrazo
Roger Nelson, elPrior

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un gran homenaje poético a Janis y a Leonard Cohen, y por supuesta al gran poeta, compañero de estos foros: Enrique Sannmol.

Todo un placer de lectura, amigo Enrique.

Un abrazo.

[Concha Vidal]

Evitamos el frío con más frío
la intemperie con unos pocos versos.
Si no sabes por qué,
nunca podrás salvarte.

(Enrique Sanmol - Contra el frío)





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Nos queda la música de Cohen
cuando se arrastra la lengua
en un bar
y el tren que perdimos sin saberlo.

Quizás sea un sentimental y, por ello,
me emocione lo que al hombre de la calle
quizás le produzca risas,
pero ahí estás tú que insistes
en la inmortalidad efímera de tus mitos.
Ya sabes, en una mano una pistola
y en la otra una rosa,
el estupor tierno de Janis
después de una mamada
con el pelo enmarañado
y un poco de poesía.

Vuelvo a ese adiós que fue
y nunca nos dijeron,
a las bragas desgarradas
en la habitación errática del olvido.

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Escuchar a Cohen, junto a tu palabra en homenaje, es recuperar la lengua arrastrada y retomar el tren, que recula para ello.
Me ha emocionado la fuerza del poema, la ternura y la verdad.
Abrazos mediterráneos, como siempre.

[Marisa Peral]

Me sumo a las felicitaciones por este poema dedicado a un compañero y porque lo he disfrutado.

A veces no hacen falta muchos versos, ni excusas ni explicaciones para decir verdades y abrigar corazones.

Abrazos.

[F. Enrique]

Un gran homenaje poético a Janis y a Leonard Cohen, y por supuesta al gran poeta, compañero de estos foros: Enrique Sannmol.

Todo un placer de lectura, amigo Enrique.

Un abrazo.

Leonard se pasó varias villas cuando explicó la génesis del poema. Pero ganó el arte.

[F. Enrique]

Evitamos el frío con más frío
la intemperie con unos pocos versos.
Si no sabes por qué,
nunca podrás salvarte.

(Enrique Sanmol - Contra el frío)





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Nos queda la música de Cohen
cuando se arrastra la lengua
en la barra de un bar,
en el tren que perdimos sin saberlo.

Quizás sea un sentimental y, por ello,
me emocione lo que al hombre de la calle
quizás le produzca risas,
pero ahí estás tú que insistes
en la inmortalidad efímera de tus mitos.
Ya sabes, en una mano una pistola
y en la otra una rosa,
el estupor tierno de Janis
después de una mamada
con el pelo enmarañado
y un poco de poesía.

Vuelvo a ese adiós que fue
y nunca nos dijeron,
a las bragas desgarradas
en la habitación errática del olvido.

--------------------------------

Escuchar a Cohen, junto a tu palabra en homenaje, es recuperar la lengua arrastrada y retomar el tren, que recula para ello.
Me ha emocionado la fuerza del poema, la ternura y la verdad.
Abrazos mediterráneos, como siempre.

Gracias, Concha.

Léon Pasternak.

[F. Enrique]

Cuando hablamos de voz propia, no sé si son lo mejores términos para su definición, tiene su sentido en poetas y creadores con una larga trayectoria, como la tuya, para englobar tres realidades en una; la suma de su estilo formal, la elección de la materia prima y, finalmente, la interpretación de ella a través de un cristal único que es la historia vivida, el medioambiente emocional en el que se ha crecido, incluida aquí la parte genética que determina, en parte, la percepción; por ejemplo un carácter más o menos depresivo, la faccies particular que nos enriquece. No creo que sea difícil reconocer un poema tuyo. Esto lo digo porque pueda parcecer que esta creación se aleja un poco de las últimas publicadas aquí por alguno de tus heterónimos.

Tras la lectura de este poema, los monjes del Corumelo se entiesan para apludirte; especialmente yo, elPrior, pues lo siento muy cercano a mi sensibilidad y pobres seseras. Francamente bueno.
Para no ser muy pesado con rollos metafísicos: me gustaría haber firmado esta obra.
Amén.

Abrazo
Roger Nelson, elPrior

Es evidente, Armilo, que algo ha cambiado en mí, desde que empecé a firmar como Léon Pasternak, pero creo que lo llevaba muy adentro desde hace 13 años.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Evitamos el frío con más frío
la intemperie con unos pocos versos.
Si no sabes por qué,
nunca podrás salvarte.

(Enrique Sanmol - Contra el frío)





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Nos queda la música de Cohen
cuando se arrastra la lengua
en un bar
y el tren que perdimos sin saberlo.

Quizás sea un sentimental y, por ello,
me emocione lo que al hombre de la calle
quizás le produzca risas,
pero ahí estás tú que insistes
en la inmortalidad efímera de tus mitos.
Ya sabes, en una mano una pistola
y en la otra una rosa,
el estupor tierno de Janis
después de una mamada
con el pelo enmarañado
y un poco de poesía.

Vuelvo a ese adiós que fue
y nunca nos dijeron,
a las bragas desgarradas
en la habitación errática del olvido.

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Escuchar a Cohen, junto a tu palabra en homenaje, es recuperar la lengua arrastrada y retomar el tren, que recula para ello.
Me ha emocionado la fuerza del poema, la ternura y la verdad.
Abrazos mediterráneos, como siempre.

Gracias, Concha, por ser tan guapa, buena y generosa,

Léon Pasternak.

[F. Enrique]

Me sumo a las felicitaciones por este poema dedicado a un compañero y porque lo he disfrutado.

A veces no hacen falta muchos versos, ni excusas ni explicaciones para decir verdades y abrigar corazones.

Abrazos.

Gracias, Marisa, se me hizo inevitable no decir nada de la mamada más famosa de la historia.

Léon Pasternak

[E. R. Aristy]

Me había fijado en la nueva firma, Enrique, pero no estaba segura hasta que te leí decirlo. Las influencias vienen de todos lados y son filtros para acceder y para conmover la expresión propia. Tu canto a Cohen y a Janis compone una atmósfera natural de esta generación. Y esa dedicatoria a Enrique Sanmol concreta un poema único en que la voz se libera y canta la gran emoción de ser parte de el conjunto real de la experiencia de vivir dentro del maco de la época dada.

"
Quizás sea un sentimental y, por ello,
me emocione lo que al hombre de la calle
quizás le produzca risas,
pero ahí estás tú que insistes
en la inmortalidad efímera de tus mitos.
Ya sabes, en una mano una pistola
y en la otra una rosa,
el estupor tierno de Janis
después de una mamada
con el pelo enmarañado
y un poco de poesía.

Vuelvo a ese adiós que fue
y nunca nos dijeron,
a las bragas desgarradas
en la habitación errática del olvido."


Rugiendo abrazos.

[F. Enrique]

Léon por Werth, Pasternak por Boris, ahí está mi pseudónimo definitivo.

Léon Pasternak.

[F. Enrique]

Cuando hablamos de voz propia, no sé si son lo mejores términos para su definición, tiene su sentido en poetas y creadores con una larga trayectoria, como la tuya, para englobar tres realidades en una; la suma de su estilo formal, la elección de la materia prima y, finalmente, la interpretación de ella a través de un cristal único que es la historia vivida, el medioambiente emocional en el que se ha crecido, incluida aquí la parte genética que determina, en parte, la percepción; por ejemplo un carácter más o menos depresivo, la faccies particular que nos enriquece. No creo que sea difícil reconocer un poema tuyo. Esto lo digo porque pueda parcecer que esta creación se aleja un poco de las últimas publicadas aquí por alguno de tus heterónimos.

Tras la lectura de este poema, los monjes del Corumelo se entiesan para apludirte; especialmente yo, elPrior, pues lo siento muy cercano a mi sensibilidad y pobres seseras. Francamente bueno.
Para no ser muy pesado con rollos metafísicos: me gustaría haber firmado esta obra.
Amén.

Abrazo
Roger Nelson, elPrior

Es evidente, Armilo, que algo ha cambiado en mí, desde que empecé a firmar como Léon Pasternak, pero creo que lo llevaba muy adentro desde hace 13 años.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Un buen homenaje a Enrique.

Me ha gustado.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[F. Enrique]

Muchas gracias, Alejandro.

Léon Pasternak.