Editorial Alaire

Abre su musical celeste, el cielo,
su arboleda metálica en medio de la luz.
Abre su jaula y transparencia,
el fuego y la guitarra, su pulmonar retrato.
Esparcidas las horas
suenan las máquinas del mundo
y croan los relojes,
derraman su recado natural,
fulgen las bóvedas del aire:
las aguas de Dios.
Abajo, la inocencia alumbra:
la niebla yace en los ladrillos,
el ojo de la edad cuenta sus números,
van los hijos del trigo por su pan.
Penden las flores, ruedan bajo el canto.
Hierven los pájaros crepusculares,
el cielo asoma y rompe la azul cristalería:
forma el vaivén, la paz.
Crece en los párpados el cielo,
arde su indefinible nombre,
su página y poema.
Crece su memorial de nubes,
la sílaba del apio,
su pentagrama taciturno.
Los árboles se mecen y decantan,
el limonero da su nueva luz,
los ríos se deshacen en su cauce,
el cielo baja por el mundo
y cubre su campana en celofán.
Yergue la luz su tinte,
firma su natural silencio,
el cielo desatado por el aire,
su oxígeno y palabra,
su arboladura,
su rastro paternal cubriéndonos la tierra.

"Crece en los párpados el cielo,
arde su indefinible nombre,
su página y poema.
Crece su memorial de nubes,
la sílaba del apio,
su pentagrama taciturno.
Los árboles se mecen y decantan,
el limonero da su nueva luz,
los ríos se deshacen en su cauce,
el cielo baja por el mundo
y cubre su campana en celofán.
Yergue la luz su tinte,
firma su natural silencio,
el cielo desatado por el aire,
su oxígeno y palabra,
su arboladura,
su rastro paternal cubriéndonos la tierra."

Es un poema imparable, te alcanza el primer verso, y ya no hay nada que hacer: con su memorial de nubes, las sílabas de hojas verdes, se extiende por el pensamiento. Se mece entre los árboles, y eso le permite alzarse sobre la luz nueva del limonero y rozar celofan y campanas, luz y tinte, silencio, palabra, oxígeno... hasta que por fin, los ojos del lector descubren ese rastro paternal que nos cubre la tierra.

Aplausos, Benjamín. Gran gran poema, y muy bello.

Blanca

Excelente poema, Benjamín. escrito con indudable maestría.
Un abrazo.
J. Manuel

Cada verso de esta escogida ennumeración podría formar, por sí solo, un poema. Parecen llover de ese cielo que nos abraza todas las virtudes y muchas de las bendiciones que nos acompañan y parece nacer del cielo padre la diversidad hecha vida que la Tierra acoge. Metáforas acertadas y usadas con mesura que hacen del poema una lectura agradable, contagiando el ambiente envolvente que respira. Un abrazo, Benjamín.
Salud.

Benjamín León escribió:Abre su musical celeste, el cielo,
su arboleda metálica en medio de la luz.
Abre su jaula y transparencia,
el fuego y la guitarra, su pulmonar retrato.
Esparcidas las horas
suenan las máquinas del mundo
y los relojes croan,
derraman su recado natural,
fulgen las bóvedas del aire:
las aguas de Dios.
Abajo, la inocencia alumbra:
la niebla yace en los ladrillos,
el ojo de la edad cuenta sus números,
van los hijos del trigo por su pan.
Penden las flores, ruedan bajo el canto.
Hierven los pájaros crepusculares,
el cielo asoma y rompe la azul cristalería:
forma el vaivén, la paz.
Crece en los párpados el cielo,
arde su indefinible nombre,
su página y poema.
Crece su memorial de nubes,
la sílaba del apio,
su pentagrama taciturno.
Los árboles se mecen y decantan,
el limonero da su nueva luz,
los ríos se deshacen en su cauce,
el cielo baja por el mundo
y cubre su campana en celofán.
Yergue la luz su tinte,
firma su natural silencio,
el cielo desatado por el aire,
su oxígeno y palabra,
su arboladura,
su rastro paternal cubriéndonos la tierra.

... Benjamín, siempre es una delicia recorrer tus letras e ir saboreando un poco el mundo; este poema parece todo un compendio de lo que digo, así que he ido despacio, despacito, tratando de imaginar cuanto vas descifrando en tu mirar y componer; además ví que tenías al lado a Ramón Carballal, así que me dije que iba a pasar un rato luminoso con ambos y así está pasando, amigo; lo celebro aquí con vosotros; te envío un abrazo; Orión

Muchas gracias, querida Blanca, por tu palabra y por tu aprecio a mi poesía, siempre es un gusto tu visita, y un estímulo tu cercanía.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

Muchas gracias amigo José Manuel por tu lectura por tu palabra y cercanía. Un gusto tu visita.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

Me gusta toda la luz que arroja este poema, este cielo que está tan cerca, que cubre con esa especial visión del mundo que tú tienes, que se hace verso para ser aún más bello, más musical, más poesía...infinitamente más poesía.
Qué se puede decir cuando se lee un poema como este?, seguramente que casi tan poco como lo que uno siente cuando admira la profunda belleza de todo lo que es luz y no es capaz de describirlo.
Me encanta como escribes, me encanta seguir tus versos y tener conciencia de que estoy sobre una espiral que no sé muy bien a dónde lleva, pero ese lugar no determinado es justamente en el que yo quiero estar, siempre.
Te debo mi sonrisa B, eso ya es deber mucho, amor.
Nunca olvides que tú eres grande, y que eso no cambiará mientras el cielo nos cubra y se puedan seguir leyendo tus versos.

Un besito, ya sabes que te amo , verdad?

Sara

Diría que es un poema de poemas. Todo un despliegue de imaginación. Un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Me ha gustado la atribución. Un cielo que es un arpegio, una campana, una relojería, un velo.

Tú lo nombras pulmonar, arbolado.

Destaco también la figura del Croar de los Relojes. Siempre que hay cruces de adjetivos propios con sustantivos ajenos el resultado es fuerte. Y fundamentalmente me ha sabido sabrosa la mención de las aguas divinas. El agua es a-morfa, y entonces: universal, polisémica, paciente.



Un saludo amistoso para ti desde el agua, como siempre



Rafael

Desde la primera ocasión que te leí, Estimado Poeta, quedé prendada de tus versos. Posees una manera muy especial para abordar la poesía, muy tuya. Conmueves y mueves a la imaginación. Es indudable la maestría que otorgas a la poética, un placer recorrer tus versos, Poeta.

"Tu cielo" es basto, extenso e invita a navegar en él.

Mi enhorabuena, Poeta.

Saludos cordiales desde Progreso, Yucatán, México.

Una más que excelente entrega, un lujoso inventario de metáforas que no sugiere un mundo a cielo abierto, donde la libertad y su ritmo parecen amanecer sobre todas “las cosas” del cosmos.
Un poema con segura tendencia al rojo.

Un fuerte abrazo querido amigo

Muchas gracias amigo Julio por acercarte al poema, por venir y acompañarme en este vuelo por los lugares que son y están y que a veces no vemos. Gracias por tu aprecio, amigo.

Un abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

Hola, querido amigo.
Un poema que se lee de un tirón, sin pausa, porque la belleza de las palabras te va llevando como en volandas por tus versos.
Siempre es un placer leerte. espero que estés bien. Un fuerte abrazo, Benjamín.
Mario.

Julio lo ha definido muy bien: cada verso es un poema,
de principio a fin creo que es un gran trabajo, de los mejores que te he leído

te felicito B.


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