Editorial Alaire

Me tendí una madrugada
en el jardín del olvido,
por ver si no recordaba
y purificaba mi alma
con la humedad del rocío.
Mas no lo pude lograr
y de mis labios abiertos, resecos y doloridos,
se me escapó aquel suspiro,
suspiro de angustia y pena,
de las entrañas surgido.
Y ya nunca regresé
a aquel jardín del olvido.
Pues comprendí que los errores del pasado
debemos de asumirlos.

Interesante propuesta, Pilar:

Es cierto que los errores del pasado hay que asumirlos.

Bello lirismo.

Un beso
Ana

Tan simple y real, como bello y lírico.

Me ha gustado.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

Hola Pilar
Me ha gustado tu propuesta que en su sencillez se vuelve universal.
Gracias y un abrazo

Un cordial saludo. He leído con el interés de siempre que me propongo leer un poema, y de mi observación confieso que es un trabajo que abre sus palabras para confesar, según mi criterio, una gran realidad: El pasado. Creo que mi criterio queda claro. Te felicito por lo simple y certero de tus buenos versos.
Desde la soledad de mi isla, un abrazo-

José Manuel F. Febles

Asumirlos y, si se puede, aprender de los errores. Eso es lo útil. Fácil de decir y complicado de hacer.
Tiene un ritmo especial este poema.
Un abrazo.