¿Acaso no es suficiente?

[Alejandro Costa]

Siento, vivo y respiro.

¿Acaso no es suficiente?

No tengo más que asomarme tras los cristales del deshielo, empecinado a recomponer la estructura de los lamentos para no perderme en un bosque de hipocresía.
Miro de frente, de derecha a izquierda, de arriba a abajo, y veo aquello que no me nutre y que se posiciona como una imagen denostada, pálida e ininteligible.
No hay lluvia, ni este cielo me hace un guiño, ni me dedica una imagen que dibuje una sombra y dé brillo a la piel que me sostiene, a los ojos que constantemente me engañan, ni a ese silencio que se esconde, para salir en los instantes más solitarios, intentando engañar al contorno de los sueños indeseados y las pesadillas que arrinconan nuestro mundo.
Soy un alma prostituida a los movimientos que se aferran a este cuerpo, ya en desuso, castigado por las turbulencias de los semáforos, directores de vida, incapaces de ser regulados, incapaces de controlar aquello que se empeñaron en hacernos creer que era incontrolable.
Ahora, que como siempre he sido incapaz de llorar, mantengo la mirada en una visión de eterno engaño, prefiero que mi boca derrame la saliva que los años me han obsequiado, antes que pronunciarme de algo sin solución, mientras espero que el alma no se rebele, el corazón no entre en pánico y la cabeza no se acomode en la locura.

¿Acaso no es suficiente?

Volveré a mi lugar de origen, cerraré la ventana, llamaré a la oscuridad y dejaré que el silencio salga de su escondite y me haga compañía.

Más seguiré haciéndome la misma pregunta.

¿Acaso no es suficiente?

[Javier Dicenzo]

Me gusta tu voz poètica con todos sus laberintos, un placer.
Javier

[Marisa Peral]

Siento, vivo y respiro.

¿Acaso no es suficiente?

No tengo más que asomarme tras los cristales del deshielo, empecinado a recomponer la estructura de los lamentos para no perderme en un bosque de hipocresía.

Miro de frente, de derecha a izquierda, de arriba a abajo, y veo aquello que no me nutre y que se posiciona como una imagen denostada, pálida e ininteligible.
No hay lluvia, ni este cielo me hace un guiño, ni me dedica una imagen que dibuje una sombra y dé brillo a la piel que me sostiene, a los ojos que constantemente me engañan, ni a ese silencio que se esconde, para salir en los instantes más solitarios, intentando engañar al contorno de los sueños indeseados y las pesadillas que arrinconan nuestro mundo.
Soy un alma prostituida a los movimientos que se aferran a este cuerpo, ya en desuso, castigado por las turbulencias de los semáforos, directores de vida, incapaces de ser regulados, incapaces de controlar aquello que se empeñaron en hacernos creer que era incontrolable.
Ahora, que como siempre he sido incapaz de llorar, mantengo la mirada en una visión de eterno engaño, prefiero que mi boca derrame la saliva que los años me han obsequiado, antes que pronunciarme de algo sin solución, mientras espero que el alma no se rebele, el corazón no entre en pánico y la cabeza no se acomode en la locura.

¿Acaso no es suficiente?

Volveré a mi lugar de origen, cerraré la ventana, llamaré a la oscuridad y dejaré que el silencio salga de su escondite y me haga compañía.

Más seguiré haciéndome la misma pregunta.

¿Acaso no es suficiente?

Es más que suficiente.

He querido acotar pero este inmenso poema hay que dejarlo entero.

Enhorabuena, amigo, te superas en cada nuevo trabajo.

Besos

[Pilar Morte]

Me pareció un buen poema. A veces resguardarse en el silencio no es mala opción sabiendo que, con lo que tenemos, es suficiente. Aplausos.
Un abrazo grande y salud

[Armilo Brotón]

Intenso y emotivo, como no puede ser de otra forma viniendo de ti. Duele, a veces a sí debe ser para dar un paso hacia alguna linea de la rosa de los vientos.

Un abrazote loquillo amigo

[Ana Muela Sopeña]

Excelente poema confesional, Alejandro:

Cada día tu poesía se acerca más a lo esencial.

Enhorabuena
Un beso
Ana

[Carmen Moro Frías]

Hola Alejandro.
Me ha parecido muy intenso e interesante tu poema.
Por una parte es importante el mueble del silencio y por otra te siento un poco derrotado y como sin fuerzas.
Ojala no sea asi

[Alejandro Costa]

Me gusta tu voz poètica con todos sus laberintos, un placer.
Javier

Gracias, Javier.

Me alegra saberlo.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Siento, vivo y respiro.

¿Acaso no es suficiente?

No tengo más que asomarme tras los cristales del deshielo, empecinado a recomponer la estructura de los lamentos para no perderme en un bosque de hipocresía.

Miro de frente, de derecha a izquierda, de arriba a abajo, y veo aquello que no me nutre y que se posiciona como una imagen denostada, pálida e ininteligible.
No hay lluvia, ni este cielo me hace un guiño, ni me dedica una imagen que dibuje una sombra y dé brillo a la piel que me sostiene, a los ojos que constantemente me engañan, ni a ese silencio que se esconde, para salir en los instantes más solitarios, intentando engañar al contorno de los sueños indeseados y las pesadillas que arrinconan nuestro mundo.
Soy un alma prostituida a los movimientos que se aferran a este cuerpo, ya en desuso, castigado por las turbulencias de los semáforos, directores de vida, incapaces de ser regulados, incapaces de controlar aquello que se empeñaron en hacernos creer que era incontrolable.
Ahora, que como siempre he sido incapaz de llorar, mantengo la mirada en una visión de eterno engaño, prefiero que mi boca derrame la saliva que los años me han obsequiado, antes que pronunciarme de algo sin solución, mientras espero que el alma no se rebele, el corazón no entre en pánico y la cabeza no se acomode en la locura.

¿Acaso no es suficiente?

Volveré a mi lugar de origen, cerraré la ventana, llamaré a la oscuridad y dejaré que el silencio salga de su escondite y me haga compañía.

Más seguiré haciéndome la misma pregunta.

¿Acaso no es suficiente?

Es más que suficiente.

He querido acotar pero este inmenso poema hay que dejarlo entero.

Enhorabuena, amigo, te superas en cada nuevo trabajo.

Besos

Tú, vosotros, me ayudáis mucho.

Gracias, siempre a ti, Marisa.

Un beso enorme.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Me pareció un buen poema. A veces resguardarse en el silencio no es mala opción sabiendo que, con lo que tenemos, es suficiente. Aplausos.
Un abrazo grande y salud

Gracias, Pilar.

Me agrada que te gustase.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Intenso y emotivo, como no puede ser de otra forma viniendo de ti. Duele, a veces a sí debe ser para dar un paso hacia alguna linea de la rosa de los vientos.

Un abrazote loquillo amigo

Gracias, Armilo.

Un fuerte abrazo, desde mi mundo de locura.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Excelente poema confesional, Alejandro:

Cada día tu poesía se acerca más a lo esencial.

Enhorabuena
Un beso
Ana

Un comentario muy elegante y halagador.

Gracias, Ana.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Hola Alejandro.
Me ha parecido muy intenso e interesante tu poema.
Por una parte es importante el mueble del silencio y por otra te siento un poco derrotado y como sin fuerzas.
Ojala no sea asi

No te preocupes, Carmen.

Cuando escribo me transformo en un ser demasiado serio y negativo. Me viene de mi amor a Miguel Hernández.

Tengo fuerzas para seguir luchando.

Gracias.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Julio Bonal]

Qué buen texto. Entre Whitman i Lorca, pero desbordando sus cauces, leo lo que interpreto como ese vaivén (irresoluble?) entre inmanencia y transcendencia que por tantos siglos ha tirado del seso de las mentes pensantes. Vivo, respiro y siento. Hay aquí, entiendo, algo más que la palabra, hay esa experiencia que acompaña al sujeto (?) humano en su existir y que nunca es absorbible por completo dentro de ella. En fin, leo.

Muy bien escrito.

[E. R. Aristy]

Siento, vivo y respiro.

¿Acaso no es suficiente?

No tengo más que asomarme tras los cristales del deshielo, empecinado a recomponer la estructura de los lamentos para no perderme en un bosque de hipocresía.
Miro de frente, de derecha a izquierda, de arriba a abajo, y veo aquello que no me nutre y que se posiciona como una imagen denostada, pálida e ininteligible.
No hay lluvia, ni este cielo me hace un guiño, ni me dedica una imagen que dibuje una sombra y dé brillo a la piel que me sostiene, a los ojos que constantemente me engañan, ni a ese silencio que se esconde, para salir en los instantes más solitarios, intentando engañar al contorno de los sueños indeseados y las pesadillas que arrinconan nuestro mundo.
Soy un alma prostituida a los movimientos que se aferran a este cuerpo, ya en desuso, castigado por las turbulencias de los semáforos, directores de vida, incapaces de ser regulados, incapaces de controlar aquello que se empeñaron en hacernos creer que era incontrolable.
Ahora, que como siempre he sido incapaz de llorar, mantengo la mirada en una visión de eterno engaño, prefiero que mi boca derrame la saliva que los años me han obsequiado, antes que pronunciarme de algo sin solución, mientras espero que el alma no se rebele, el corazón no entre en pánico y la cabeza no se acomode en la locura.

¿Acaso no es suficiente?

Volveré a mi lugar de origen, cerraré la ventana, llamaré a la oscuridad y dejaré que el silencio salga de su escondite y me haga compañía.

Más seguiré haciéndome la misma pregunta.

¿Acaso no es suficiente?

Hay un sentido de impotencia ante algunas preguntas. Ese es el precio del ser pensante, del poeta tras la verdad y simultáneamente el rechazo hacia la hipocresía prevaleciente de la sociedad pujante de sus derechos a ser como se les pegue las ganas. Repentinamente el individuo se ve siendo parte de un reclamo global. La lucha por no caer en aquello que nos corrompe. Sin embargo, debe haber y hay una forma de antídoto ante lo corruptible. Me parece un poema honesto que es suficientemente útil para el autoexamen. Creo en que es una lucha constante que a veces nos atrapa en opiniones y que es una revisión interna e intermitente aunque parezcan ser las mismas preguntas. Te felicito por tu profundo sentido del ser, Alejandro. Abrazos