Editorial Alaire

Ojalá se repitan aquellos días para tu propio deleite.
Pero, cada día tú creas una nueva aventura con tus poemas.
Un abrazo.

Precioso y muy equilibrado en el ritmo. Las imágenes se degustan con fruición. Sin duda alguna, para mí, uno de tus mejores poemas.

Todo un placer de lectura, amigo Alejandro.

Un abrazo.

Tantos recuerdos acompañados de lluvia,las tardes grises de otoño, a mi también me parece que fue ayer. Un poema precioso. Un abrazo.

Alejandro Costa escribió: ↑Mié, 19 Jun 2024 23:14 Aquel día fue ayer.

Era notorio,
seguíamos con la lluvia,
la que nos acompañaba en tantos y tantos tiempos,
la paciencia tranquila y dócil,
que seguía nutriendo nuestros deseos,
el ave pasajera,
tratando eludir anidar en su pesebre mojado.

Hojas de otoño,
hidratando la sequedad de su instinto dormido,
y ese paisaje pastel,
ocultando el resplandor de sus días,
para ungirlo de la belleza de una tarde plomiza.

Tan solo faltabas tú,
la sombra extraviada de mi cuerpo ausente,
y el fulgor de un sol exiliado y adormecido.

Parece que fue ayer,
las lagunas de la mente
y la piel envejecida así lo creen.

Más el corazón doliente,
el alma enfermiza,
saben que no es así.

Para tus ojos,
para los míos,
seguirá siendo ayer,
cómo los siguientes hoy que no queme el calendario.

Hermoso poema, Alejandro. La belleza no tiene decadencia alguna. Abrazos

Hermosos recuerdos plasmados en versos muy logrados. Muy bello poema. Felicidades.
Un abrazo y salud

Alejandro Costa escribió: ↑Mié, 19 Jun 2024 23:14 Aquel día fue ayer.

Era notorio,
seguíamos con la lluvia,
la que nos acompañaba en tantos y tantos tiempos,
la paciencia tranquila y dócil,
que seguía nutriendo nuestros deseos,
el ave pasajera,
tratando eludir anidar en su pesebre mojado.

Hojas de otoño,
hidratando la sequedad de su instinto dormido,
y ese paisaje pastel,
ocultando el resplandor de sus días,
para ungirlo de la belleza de una tarde plomiza.

Tan solo faltabas tú,
la sombra extraviada de mi cuerpo ausente,
y el fulgor de un sol exiliado y adormecido.

Parece que fue ayer,
las lagunas de la mente
y la piel envejecida así lo creen.

Más el corazón doliente,
el alma enfermiza,
saben que no es así.

Para tus ojos,
para los míos,
seguirá siendo ayer,
cómo los siguientes hoy que no queme el calendario.

Sí, amigo, siempre nos parece que fue ayer, más cuanto más años cumplimos, lo que es absurdo, porque con el paso del tiempo ese ayer es más lejano. Aplaudo tu trabajo, poseía pura. Un abrazo.

Francisco Lobo escribió: ↑Mié, 26 Jun 2024 17:38

Alejandro Costa escribió: ↑Mié, 19 Jun 2024 23:14 Aquel día fue ayer.

Era notorio,
seguíamos con la lluvia,
la que nos acompañaba en tantos y tantos tiempos,
la paciencia tranquila y dócil,
que seguía nutriendo nuestros deseos,
el ave pasajera,
tratando eludir anidar en su pesebre mojado.

Hojas de otoño,
hidratando la sequedad de su instinto dormido,
y ese paisaje pastel,
ocultando el resplandor de sus días,
para ungirlo de la belleza de una tarde plomiza.

Tan solo faltabas tú,
la sombra extraviada de mi cuerpo ausente,
y el fulgor de un sol exiliado y adormecido.

Parece que fue ayer,
las lagunas de la mente
y la piel envejecida así lo creen.

Más el corazón doliente,
el alma enfermiza,
saben que no es así.

Para tus ojos,
para los míos,
seguirá siendo ayer,
cómo los siguientes hoy que no queme el calendario.

Sí, amigo, siempre nos parece que fue ayer, más cuanto más años cumplimos, lo que es absurdo, porque con el paso del tiempo ese ayer es más lejano. Aplaudo tu trabajo, poseía pura. Un abrazo.

Genial.

Alejandro Costa escribió: ↑Mié, 19 Jun 2024 23:14 Aquel día fue ayer.

Era notorio,
seguíamos con la lluvia,
la que nos acompañaba en tantos y tantos tiempos,
la paciencia tranquila y dócil,
que seguía nutriendo nuestros deseos,
el ave pasajera,
tratando eludir anidar en su pesebre mojado.

Hojas de otoño,
hidratando la sequedad de su instinto dormido,
y ese paisaje pastel,
ocultando el resplandor de sus días,
para ungirlo de la belleza de una tarde plomiza.

Tan solo faltabas tú,
la sombra extraviada de mi cuerpo ausente,
y el fulgor de un sol exiliado y adormecido.

Parece que fue ayer,
las lagunas de la mente
y la piel envejecida así lo creen.

Más el corazón doliente,
el alma enfermiza,
saben que no es así.

Para tus ojos,
para los míos,
seguirá siendo ayer,
cómo los siguientes hoy que no queme el calendario.

Incluso con la niebla clavada en los ojos miramos el ayer como un hoy hondo y presente. Agradezco el mensaje, Alejandro.

Fonda aperta, compañero.

Ana García escribió: ↑Jue, 20 Jun 2024 6:50 Ojalá se repitan aquellos días para tu propio deleite.
Pero, cada día tú creas una nueva aventura con tus poemas.
Un abrazo.

Cada día creo lo que las vivencias de vida me obsequia y con las lecturas de unos compañeros que son grandes poetas y mejores personas.

Todo ello es un cocktail de vida.

Un besazo.

Gracias, corazón.

Salud, paz y felicidad.

J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Jue, 20 Jun 2024 12:24 Precioso y muy equilibrado en el ritmo. Las imágenes se degustan con fruición. Sin duda alguna, para mí, uno de tus mejores poemas.

Todo un placer de lectura, amigo Alejandro.

Un abrazo.

Gracias, Ferreiro.

Me alegra saber que así lo has sentido.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Muy bello poema de recuerdos, Alejandro:

Para dos que se aman el tiempo es eterno, atemporal.

Felicidades
Un beso
Ana

Hay emoción, lirismo y una encendida nostalgia en tu hermoso poema. Felicidades y un fuerte abrazo.

La memoria, tantas veces traicionera, a veces nos regala recuerdos del ayer para un hoy amable, aunque transido de nostalgia. Un abrazo, Alejandro. Salud.

Gabriel Capó Vidal escribió: ↑Jue, 20 Jun 2024 21:57 Tantos recuerdos acompañados de lluvia,las tardes grises de otoño, a mi también me parece que fue ayer. Un poema precioso. Un abrazo.

Gracias, compañero.

Celebro que te gustase.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.