Editorial Alaire

Monstruos

No sé si era sueño o realidad, cuando
se elevó del profundo y oscuro mar
un gigante marino. ¿Era Kraken?
tal vez, ¿era un oscuro Leviatán?

Es igual, ambos se enroscan en tu cuerpo,
hasta no dejarte respirar, hasta que tal
situación se convierte en perversidad.

Por sus ojos se escapan chispas furiosas,
rojas, como cuchillos candentes diseñados por
Vulcano y prestos a descuartizar.

Por su boca, se extendía una lengua de fuego
tan larga que a su paso todo lo absorbía
para luego expulsarlo cual palabra
insolente, poderosa; aunque el placer real
era usar una palabra destinada a lacerar.

Se encontró algún tranquilo paseante
que le gustaba escuchar
y al poco rato, el fuego en polvo lo convirtió.

Le has puesto imaginación al tema, parece un pequeño cuento en forma de poema. Ha sido grata la lectura. Un abrazo.

Hola Ramón
Ha sido un impulso.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.

Interesante este poema relato sobre monstruos marinos, a caballo entre la realidad y el sueño.

Ha sido un placer leerte e imaginar la situación tan peligrosa.

Los monstruos marinos nos están devorando, pero no habitan en las profundidades. Llevan corbata o collares y se sientan en salas de oradores.

Un beso grande
Ana

Hola Ana
Gracias por tu comentario.
Tienes razón con los monstruos de cuello blanco.
Un abrazo

Muy bueno para dejar claro a los monstruos reales. Gracias por compartir.
Un abrazo grande

Era necesario que trajeras este tema de los monstruos mitológicos para recordarnos nuestra naturaleza supersticiosa, e imaginarnos cómo se revelaba el mundo ante los misterios insondables que sufrían nuestros antepasados. Has tratado el miedo, el sentimiento más acerado de todo ser vivo, con clarividencia. Me ha gustado leerte.

Un abrazo.
Óscar

Hola Pilar
Muchas gracias por tu comentario.
Los monstruos reales son más sicilianos.
Un abrazo.

Hola Oscar
Me ha gustado mucho tu comentario. Nuestros miedos nos vuelven supersticiosos.
Muchas gracias y un abrazo

Muy buen poema, Carmen, me recuerda los miedos infantiles y, como dicen los compañeros, los peores son los reales que controlan y dirigen nuestro futuro.
Felicidades y un abrazo.

Hola Marisa
Muchas gracias por tu comentario muy en la línea de los miedos reales.
Un abrazo

Me da la impresión de estar leyendo uno de esos cuentos que, cuando éramos críos, nos contaban para que no hiciéramos trastadas.

También lo considero una gran metáfora sobre el mundo en que vivimos, lleno de monstruos, de menor envergadura, pero, incluso, más poder destructivo.

Me ha gustado.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

Hola Alejandro,
Muy interesante tu comentario.
Efectivamente, es tanto un micro relato de niños y una metáfora de la vida de adultos.
Gracias y un abrazo

Siempre he pensado que en las leyendas y en las mitologías hay algo de realidad. Me ha gustado tu poema, es como un pequeño cuento que habla de nuestros miedos ancestrales a lo que desconocemos, bien venga de las profundidades marinas o de los abismos de la tierra o de la oscuridad de una habitación mismamente.
Un placer de lectura.
Mi aplauso.

Un afectuoso abrazo.

Hola Ramón
Muchas gracias por tu amable comentario y me encanta que te haya gustado.
Un abrazo