Apuntes sobre el poema A una ama de casa.

Aquí tendrán cabida discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario: técnica, oficio, valores poéticos, etc.
Avatar de Usuario
F. Enrique
Mensajes: 8630
Registrado: Mié, 22 Ago 2012 19:47
Ubicación: Abyla
Contactar:

Apuntes sobre el poema A una ama de casa.

Mensaje sin leer por F. Enrique »


A una madre del Baby-boom


A Merche, ni siquiera la tenía en mente cuando escribí este poema, yo sé bien en quién pensaba, pero sé las razones por las que se lo dedico y que la mujer que me sirvió de inspiración, por una vez, no va a sentirse molesta por que le dedique a otra algo que he escrito para ella y la Sofía Loren de "Una jornada particular". Merche murió hace unos meses apenas, yo me encontraba en Madrid y me sentí muy triste, y sin poder asistir al entierro. Ella quiso en estos últimos años que me convirtiera en el ángel guardián de su hijo, pero ya sabéis, crecemos y las alas se pierden en el camino. Algo que supe hace apenas unos días vino a añadir una cierta amargura a mi tristeza.

Para adecuarlo al poema quisiera trasladar esta dedicatoria a cuando nos conocimos, hace treinta y tantos años, ella vivía, como siempre, para su marido y sus hijos, y no quiso nunca salir de ese error.

No sonríes cuando piensas en el cuerpo hermoso
dibujado más lejos cada día,
confundido por la belleza que surge de la sinceridad herida
de una gacela que sufre
por el esfuerzo, el dolor, y por la entrega.

Difuminadas las ansias de amor bajo los árboles
y el perfume de colonia
de la tarde de verano que selló tu despedida
del viento, las cometas, de los cables, del sueño.

Vuelve aquel miedo al vacío
que sentías tras su marcha,
aquel deseo de subir a la azotea,
de mirar los pájaros y el suelo al mismo tiempo
con el impulso irracional
de intentar alzar el vuelo
o estrellarte.

Estás sintiendo su presencia en el silencio de la siesta,
los pasos de los niños que regresan de la playa,
la huida de la poesía hacia una imagen de Ford,
las voces de los muertos, y estás
amando sin saber si pueden tomar tu corazón
para mostrar la oscilación de sus latidos,
un suspiro
embargado en el mundo que se te fue alejando
envía sus destellos como una estrella sin vida,
con aquellos sabores y aquellas plantas
que lloran en el exilio
de tu memoria enamorada de un artista adolescente,
con aquella gente que murió y no lo sabe,
con aquellos cines que cerraron, y se quedaron con tus besos
y esta sensación tan cierta
de que tienes que luchar forzadamente
para esbozar la sonrisa que antes te brotaba sin pensarlo,
y no sabes que serás siempre hermosa,
una muchacha deliciosa de cincuenta años
porque tu alma siempre estuvo
por encima de la cabeza.



Pienso que el poeta debe buscar darle una vuelta más a los tópicos más aceptados y poner en jaque la verdad irrefutable que se acepta de su enseñanza y del hecho innegable de que son muchas las veces que aciertan de pleno, Ricardo. Para mí es una de las características que más me atraen de Sabina; su verdad por encima de lo que se estila. Me permito poner en duda aquello de que las niñas (de 30 años, por ejemplo) que ya no quieren ser princesas, he comprobado que por muy republicanas que sean hay muchas de ellas que siguen queriéndolo ser cuando desdeñan con aspavientos a los hombres terrenales como podemos ser tú y yo.

Merche no se ajustaba a lo que era una madre al uso de la época en los barrios obreros; fumaba, y mucho, vestía de una forma juvenil y era el alma máter, creo que sin ningún documento que lo certificara, del comedor militar que regentaba su marido. Las horas empleadas en su actividad hizo que anidara en ella un fuerte sentimiento de culpa que intentaba expiar viviendo con intensidad las horas que pasaba con sus hijos, a los que compraba ropa de marca y preparaba para el progreso que algunos de ellos no han alcanzado, y les llevaba una deliciosa comida que ella misma había preparado para el negocio familiar. Como dijo el gran Darío, hacia Belén la caravana pasa, y nos deja muchas muchas sorpresas, pocas agradables, añado yo. La vida no reparte regalos gritaba Brel con amargura.

No entiendo la falta de protagonismo de la mujer en esos tiempos y ahora. Pero las cosas en nuestro ámbito cultural han mejorado. El choque frontal contra los musulmanes no redunda en beneficio de sus mujeres, cada vez más auto- afirmadas en su papel. Hay que tratarles con delicadeza, el tiempo nos dirá si se cosechan frutos.

***

¿Y si Dios, cómo creen muchos andaluces, fuera mujer?

Esas desconocidas gigantes
que no hay libro que las aguante.
(Silvio Rodríguez)

Entre los hombres importantes. Kafka, Chaplin ( éste solo hasta cierto punto judío, como Paul Newman), Hamelín, admiro a los judíos, Phil Ochs, Leonard Cohen, Robert Zimmerman... sigo admirándolos aunque cuando aparece la religión lo hace de una forma original y confusa, La obra maestra de Phil es Crucifixión, su padre era judío no practicante; los horrores de la guerra. El hombre o la mujer que se esconde detrás del Lazarillo, probablemente, era converso.

Pero eso no quita que los judíos (con ayuda desinteresada del gigante del Norte) hayan levantado un muro que nos separa de los musulmanes que hace que estos se sumerjan aún más en una Tradición que provoca que la mujer no tenga derecho a nada, excepto a llorar, y no me refiero al de las lamentaciones, sino al de la tragedia. Yo pediría una oración, como escritor amateur sin compensar, que soy, a los que piensan que los británicos deberían devolver, como en el Seis Naciones, Irlanda a los irlandeses, y los judíos Palestina a sus legítimos propietarios. Pienso así aunque me sienta, culturalmente y emocionalmente, más cerca de los judíos, con Baruch Spinoza a la cabeza, que de los musulmanes.
***
Algunas veces lo provisional se convierte en definitivo, reivindicas tu postura en asuntos donde no se admiten las medias tintas, es muy difícil convencer a alguien de que lo amas por aquello de lo que se avergüenza, explicar sin que resulte afectado que agradeces que te llamen a las tres de la mañana y, después del sobresalto, respiras hondo porque el mundo esté donde estaba, que nunca nos enamoramos de Sophia Loren y si lo hubiéramos hecho habría sido por el convencimiento de que ella nunca hubiera podido saber que existíamos. Algo nos golpea sin pausa en estos días, Óscar, y hace que digamos cosas que no se nos hubiese ocurrido decir si la vida hubiera seguido su curso y no nos sintiéramos transitando por la tristeza de una nube.
***

A través de lo que me dices, Pepa, me llega la atención que le has prestado a este poema del que me gustaría que transmitiera la humildad del personaje. Dices bien cuando resaltas que podría ser un oficinista o un profesor pero difícilmente ellos pueden llegar a estar tan implicados con su tarea hasta el punto de olvidarse de ellos mismos. Me pareció oportuno rendir homenaje a algo que no es una profesión sino una forma de vivir que se dio durante mucho tiempo, por suerte. Ha ido cambiando nuestra sociedad y se lucha por aspiraciones individuales, pero todavía quedan mujeres que deciden voluntariamente interpretar el papel que consideran más importante de sus vidas, al haber demasiados sentimientos implicados se pierde la medida de la entrega y dedicación a los otros en detrimento de uno mismo. He querido representar a través de lo que conozco a la ama de casa que seguro, en mayor o menor medida, todos hemos conocido, con todo el cariño que puedo y sabiendo lo mucho que he aprendido a través de sus equivocaciones llenas de ternura.
***
No intenté, ya lo habré dicho, defender una forma de vida que no iba a ninguna parte. Quise, simplemente, decir lo que veía en mi niñez, resaltar el protagonismo que las mujeres, desde una situación social injusta, tuvieron a la hora de convertir una casa en un hogar durante el Desarrollismo. Hubo algunas que se equivocaron pero, en general, podemos decir, que lo hicieron muy bien porque, sin saberlo en casi todos los casos, preservaron los valores morales de una forma de entender la vida.
***
Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.

cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)
Responder

Volver a “Crítica literaria, análisis, ensayos y debates”