Editorial Alaire

DEJEN QUE ME VEA

Si me voy primero
dejen que mi perro vea mi cadáver
que sienta mi piel fría
y huela mi fin cuando yo muera
Él lo entenderá

Le dolerá una parte muy profunda
de sí mismo
por un tiempo
puede que tal vez le duela siempre
luego seguirá su rumbo
sin mí
pero aún conmigo
Alguien que es afín lo acogerá

Dejen que mi perro lama
mi rostro marchito y se despida
Que no viva sin saber que yo no vivo
no piense que un día
sin más
lo abandoné

Dejen que me vea
Si no ve mi cuerpo inerte
me esperará toda la vida
me buscará entre la gente
y le alertará cada silbido
Vivirá pensando en mí
y no entenderá por qué me he ido

--oOo—

Cuando se quiere a un animal de compañía suceden estas dolorosas despedidas. Me encantan los perros y me gustó leer tu entrañable poema.
Un abrazo grande

Muy bueno, José Manuel.

Quien no tiene o no ha tenido perro, no sabe, no entiende lo que estos animales padecen por nosotros, y cuanto nos quieren.

Ni tampoco entienden, ni pueden entender, lo que nosotros los queremos y sufrimos por ellos.

Mi familia tenía uno, hace ya bastante tiempo, que cuando se sintió morir, se acercó a mi madre, le tocó la pierna con el hocico para caer entre sus brazos como lecho de muerte.

Me has recordado la imagen y por supuesto a mi madre y aquel "bicho" tan adorable. He de reconocer que me has sacado alguna que otra lágrima.

Gracias, compañero.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Hola José Manuel
Que tierno poema de amor a tu mascota.
Un abrazo

Muy tierno poema, y hermoso al despertar sentimientos. Emociona en su catarsis de emociones, necesario para comprender la muerte. Me gustó leerte, José Manuel, amigo. Gracias por compartir.

Un abrazo.

José Manuel, qué hermoso poema.

"Dejen que mi perro lama
mi rostro marchito y se despida
Que no viva sin saber que yo no vivo
no piense que un día
sin más
lo abandoné"

Esos versos me entristecieron tanto.

Si me permites una acotación, creo que el poema lo único que necesita son signos de puntuación, para poder leer en el ritmo adecuado.

Un abrazo.