Editorial Alaire

el diván que va a pique
es la señal que indica una insana consulta
para quienes no saben dormirse en los laureles
porque hay enfermedades profundas que me hacen dudar de mí
de ti
de todo lo que alberga la memoria

el espíritu nunca necesitará ayuda
y su espacio
no sale de mi forma
es pura devoción

desde cuándo
pupilas
me dirijo hacia dentro
estudio
no cuestiono

me pregunto si soy igual en cuerpo y alma
en qué insidiosa unión me he precipitado
dónde acaba
la fe

si me alegra el saber
aunque sea mediante una creencia

si tanta inteligencia vale en verdad la pena
si persigo fantasmas
ilusiones
o solo mi experiencia
si persigo el pasado
o el futuro
si el olvido se presta o se disputa
si resulto impaciente o ganador

quiero vender mi propio pensamiento
como si hubiera siempre alternativa

sale siempre a presión
no será lo que esperan
porque me comunico con todos mis abismos

no me tienta el demonio
toqué fondo y ahora me levanto
me topo con visiones

quizá si me deshago de tanta profecía
deje de obsesionarme la verdad
sobre la mente
lo cierto es que el cerebro ha sido diseñado
para autolimitarse
pero eso es otra moda pasajera
no especulo
pertenezco al sistema
y es mucho más difícil
perderse en sus asuntos que en mis sienes
lo único que va contranatura
es la cadena humana

Las dudas y el autoanálisis -con confesiones de sillón o sin él- nunca abandonan a los espíritus inquietos que buscan respuestas, tal vez soluciones imposibles. Me complace inaugurar el casillero de comentarios, Ricardo, aunque otros sabrán estrujar tu poema y su rico contenido mejor que yo. Un abrazo y salud.

Te agradezco mucho tu generosidad en el paso y comentario, Julio.
Abrazos y felicidad.

Tiene mucho contenido este poema. Es para releer y reflexionar sobre muchas ideas que estrujas con acierto. Felicidades.
Me ha gustado este hondo poema. Volveré.
Un abrazo y felicidad

Bueno, bueno, Ricardo.

Lo que es cierto, muy cierto, es que tus escritos no dejan indiferente al lector. Que son altamente interesantes e inteligentes y que, como este, están repletos de pasajes muy buenos y el total de reflexiones e incógnitas que más de uno debiera preguntarse.

Me ha gustado mucho.

Es un buen escrito.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Grandes aciertos nos dejas en este poema, de confesiones sin concesiones. El espíritu todo lo abarca en esta obra tuya. Me gustó venir al diván que va a pique. Mi enhorabuena, Ricardo. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Mucha de tu poesía, amigo Ricardo, y este es un ejemplo palmario, actúa como un autoexploración de tu condición humana, pero gracias a tu expresión poética hace de psicoanálisis para el propio lector, que no le queda más remedio que empatizar con tus versos, porque en ellos se siente identificado.

Todo un placer de lectura.

Abrazos.