El color del agua

[Rafel Calle]

Para ser destino les faltan colores que habitan el pulso de alguna certeza,
del sol la semilla que es fuego y no quema,
color que acompaña lo tibio en el vientre,
color de la piel,
color del olvido.
¿Quién puede olvidar si no ha conocido?

Colores que alegran lo ronco en el agua,
color del sonido que llama a los gestos que no son miradas o quizá son más,
un color de ausencia que siente el peligro como un torrente sin lluvia en las venas.
Y un delta se aflige si no llega el agua,
y al caudal confuso le tiembla la espuma,
los ríos se pierden,
no saben del mar.
¿Sabrían qué son si no son verdad?

El color que fuera —si fuese destino— sería lo incierto de un alba desnuda
o tal vez de un beso,
cualquier cosa es todo si el pulso no miente a los alborotos de un pálpito en celo.
Color de memorias.
¿El color del agua puede relucir en su recordar?

Del color venido, del color que fueron, de las correrías
al pisar asfalto, entre bastidores de una gran ciudad,
habría que verlos volviendo a los ojos de un ciego con hambre,
hambre de un color que pinte la vida.
El color es agua y un largo mirar.
¿Podrían volver si nunca han estado en aquel lugar?

[Francesch Vicent]

Me quito el sombrero ante esta joya poética de inconmensurable belleza. ¡Pobre Heráclito!
Un cordial saludo, admirado maestro.

[Carmela Viñas]

Magnífico poema que se queda en la retina del alma,Rafel. Pura belleza y armonía en tu palabra. Enhorabuena por tan singular inspiración!
Abrazos fuertes.

[Marisa Peral]

Es una maravilla cromática increíble y solo al alcance de tu maestría.
Gracias por la poesía que nos regalas, Rafel.

Felicidades y un abrazo fuerte.

[Pilar Morte]

Estás en plena forma. Algo ha movido tu poética que el caudal de los ríos se desbordó en belleza. Me encantó de principio a fin. Has hecho un excelente poema. Felicidades.
Un abrazo grande y felicidad.

[Gia Nuage]

Hermosísimo! muchas imágenes una verdadera fotografía!

Saludos!

[Hallie Hernández Alfaro]

Para ser destino les faltan colores que habitan el pulso de alguna certeza,
del sol la semilla que es fuego y no quema,
color que acompaña lo tibio en el vientre,
color de la piel,
color del olvido.
¿Quién puede olvidar si no ha conocido?

El lienzo, infiltrado en el cerebro poético, abre las compuertas, mira los escalones, sopesa la horizontalidad.
Para ser destino hay que haber sido amamantado por la valentía, hay que reordenar con las manos, el hígado de la tierra y, oler la semilla. El olvido, en caída libre, pierde consciencia hasta de lo que pudo haber sido.
Este comienzo se ha prometido con ecos vitales. Muy bueno.

Colores que alegran lo ronco en el agua,
color del sonido que llama a los gestos que no son miradas o quizá son más,
un color de ausencia que siente el peligro como un torrente sin lluvia en las venas.
Y un delta se aflige si no llega el agua,
y al caudal confuso le tiembla la espuma,
los ríos se pierden,
no saben del mar.
¿Sabrían qué son si no son verdad?

La ausencia atávica, un delta que evapora tristeza, la pérdida de los caminos, la extraña e imprescindible combustión del dolor.
Estos versos resuenan en carne propia.

El color que fuera —si fuese destino— sería lo incierto de un alba desnuda
o tal vez de un beso,
cualquier cosa es todo si el pulso no miente a los alborotos de un pálpito en celo.
Color de memorias.
¿El color del agua puede relucir en su recordar?

El Color de la memoria, el efecto tiempo, el alba tan recién nacida cuando el corazón despierta.

Del color venido, del color que fueron, de las correrías
al pisar asfalto, entre bastidores de una gran ciudad,
habría que verlos volviendo a los ojos de un ciego con hambre,
hambre de un color que pinte la vida.
El color es agua y un largo mirar.
¿Podrían volver si nunca han estado en aquel lugar?

La estrofa de cierre me parece muy hermosa, finamente hilada, una dignísima vuelta al Origen.
Después de la mundana carrera por el asfalto y las treguas rotas, pueden volver a ese lugar, sí; léase este como un sí rotundo.

Cómo imaginar que la subjetividad cromática pudiera llegar con tanto acierto hasta el Agua (que de los 4 elementos, simboliza las emociones).

Abrazo fuerte, querido amigo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Me alegra volver a leer algo tuyo, Rafa. Hacía tiempo que no publicabas y veo que vuelves con la tinta cargada de simbolismo ( o neosimbolismo ) para acrecentar el acervo del foro. Un abrazo y salud.

[Alejandro Costa]

Perdona Rafel que no te dedique un comentario.

Tan solo una palabra creo que bastará: "Genialidad"

Podría nombrar muchos más adjetivos, más titulares o incluso llenarte de flores, para crear un jardín inmenso, pero no hace falta.

Aplaudo, callo y leo en silencio.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Antonio Justel]

... tensión, fuerza, tensión de espíritu, tensión................................; Venga y abrazo. a. justel/Orión

[J. J. Martínez Ferreiro]

“Y un delta se aflige si no llega el agua,
y al caudal confuso le tiembla la espuma,
los ríos se pierden,
no saben del mar.
¿Sabrían qué son si no son verdad?”

Por fin tenemos un nuevo poema de Rafel Calle. Ha tardado mucho tiempo en volver a publicar, pero ha merecido la pena. Regresa con un poema brillante, diverso, abundante de preguntas, de dudas… un poema de madurez. Cuantos más años, menos certezas, más las dudas sobre casi todo.

Un cerrado aplauso para este gran trabajo. Y que vengan más.

Un fuerte abrazo, colega

[Ana Muela Sopeña]

Belleza y profundidad en tu poema, Rafel:

Tiene un ritmo excelente. Un colorido que confirma el título. Imágenes poéticas hermosas. El resultado es potente.

Gracias
Enhorabuena
Un abrazo
Ana

[Raul Muñoz]

Un lujo de poema. Muy especial y sorprendente en su raigambre simbólica: la mirada que es agua en el recuerdo; la mirada sin color del pasado. Tiene algo especial en la forma de expresar la vivencia del poeta. Muy logrado en la idea que transmite. La forma me llama mucho la atención, por la hermosa cadencia que genera en su disposición versal. Me gustó mucho, Rafel, amigo. Mi enhorabuena y admiración por esta potente inspiración que nos regalas en forma de poema. Gracias por compartir.

Un abrazo.

[Ricardo López Castro]

Una auténtica burbuja, compañero Rafel.

[E. R. Aristy]

Para ser destino les faltan colores que habitan el pulso de alguna certeza,
del sol la semilla que es fuego y no quema,
color que acompaña lo tibio en el vientre,
color de la piel,
color del olvido.
¿Quién puede olvidar si no ha conocido?

Colores que alegran lo ronco en el agua,
color del sonido que llama a los gestos que no son miradas o quizá son más,
un color de ausencia que siente el peligro como un torrente sin lluvia en las venas.
Y un delta se aflige si no llega el agua,
y al caudal confuso le tiembla la espuma,
los ríos se pierden,
no saben del mar.
¿Sabrían qué son si no son verdad?

El color que fuera —si fuese destino— sería lo incierto de un alba desnuda
o tal vez de un beso,
cualquier cosa es todo si el pulso no miente a los alborotos de un pálpito en celo.
Color de memorias.
¿El color del agua puede relucir en su recordar?

Del color venido, del color que fueron, de las correrías
al pisar asfalto, entre bastidores de una gran ciudad,
habría que verlos volviendo a los ojos de un ciego con hambre,
hambre de un color que pinte la vida.
El color es agua y un largo mirar.
¿Podrían volver si nunca han estado en aquel lugar?

Algunos filósofos piensan que el valor de pensar es la pregunta. A veces las respuestas ni siquiera tienen que llegar como respuestas. Más y más preguntas responden a la mente consciente y transparente como el agua. Nos dejas una obra portentosa y bella. De todo su significado simbólico la pregunta que más me conmueve es como saber el color , la temperatura, eso que nos anima y se disuelve y se regenera solo para disolverse de nuevo en algo distinto. He sentido que ese cambio que es morir, he sentido que la metamorfosis es quizás lo más difícil de soltar. Enhorabuena, Rafel por esta obra que valora las cosas simples de la vida y ve la unión con lo inefable de la parte del hombre espiritual. Amén a su pulcra estructura, belleza y transparencia total.