Editorial Alaire

La isla de Thule (como Tile) en la Carta Marina de Magnus






Fascinado por fábulas del Sur, erraste largo viaje.
Hollaste pueblos blancos y asiste verjas negras.
En un patio nocturno con fuente de alabastro
sedaba luna el agua y a lo lejos
gemía un cantaor, templaban palmas.

Supieron de tu fario tabernas portuarias y capillas.
Traficaste rencor, sustancias indolentes, cachivaches,
cuerpos de saldo que surcaban ateridos el estrecho.
En plazas vespertinas donde el aire mimaba los naranjos
lucía la guitarra, poetas del pueblo recitaban.

Toda la vida es sueño; ese sueño
bullía soberano y dulce en tu cabeza.
Aquel patio gitano, aquel sopor de cáñamo
falseaban contingentes a la urgencia de tu alma.
No daba luz su mar, ni su sol bruñía jarcias:
nunca existió ese Sur que tú soñabas.

Roló tu viento entonces hacia el Norte de la infancia.
Aquella tierra oscura, aquella Thule
reclamó los réditos del tiempo,
su derecho antiguo al gobierno de tus cosas.
Almirante ya en edad, perito en tempestades,
descansaste allí por fin de sueños y sirocos.

Más allá de amores turbios, traiciones deseadas, latitudes,
más allá de cualquier furia y cualquier cuerpo
intuías ya la sombra de los diques insalvables:
la difusa, bestial y necesaria última Thule.

Madre míaaaaa!!!! Una sorpresa maravillosa. No te comento ahora, estoy en un café. De momento, manifiesto mi gran alegría por tu regreso y te doy la bienvenida.
Un abrazo grande

Qué grata sorpresa, paisano. Cuánto tiempo. Vuelves con un magnífico poema, viento en la popa y a toda vela. Hermosas imágenes, trepidante ritmo. Un placer volver a leerte. Esta vez estamos más cerca que nunca, olvidémonos del fatum oviedista. Este año sí. Azul y blanco.

Enhorabuena por tan inspiradas letras.

Un fuerte abrazo.

Magnífico, Pablo.

No hace falta ningún comentario.

Me alegra verte de nuevo por aquí.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

No sabes cómo me alegra tu vuelta con este poema que pasa por todo un tránsito vital electrizante y dolorido, como son las heridas de guerra de la vida. La sorpresa ha sido mayúscula y la alegría aún mayor. Un abrazo, amigo Pablo. Salud.

Es una gran alegría leerte de nuevo por aquí, amigo Pablo. Decirte que tu poema, en una primera lectura, me parece digno de un extenso comentario, cosa que trataré de hacer próximamente. Está claro que no has perdido el estupendo pulso poético que siempre te ha caracterizado.
A ver si podemos hablar este finde y nos ponemos al día.
Felicidades, compañero.
Un fuerte abrazo.

Pablo Ibáñez escribió: ↑Vie, 12 Abr 2024 9:14

Si a la urbana mansión no te acomodas
y aspiras de los mares al gobierno
Tetis para su yerno
te compra al precio de sus ondas todas,
y tu Numen de Nauta venerado
hasta la última Thule es proclamado.

Virgilio. Geórgicas.

Fascinado por fábulas del Sur, erraste largo viaje.
Hollaste pueblos blancos y asiste verjas negras.
En un patio nocturno con fuente de alabastro
sedaba luna el agua y a lo lejos
gemía un cantaor, templaban palmas.

Supieron de tu fario tabernas portuarias y capillas.
Traficaste rencor, sustancias indolentes, cachivaches,
cuerpos de saldo que surcaban ateridos el estrecho.
En plazas vespertinas donde el aire mimaba los naranjos
lucía la guitarra, poetas del pueblo recitaban.

Toda la vida es sueño; ese sueño
bullía soberano y dulce en tu cabeza.
Aquel patio gitano, aquel sopor de cáñamo
falseaban contingentes a la urgencia de tu alma.
No daba luz su mar, ni su sol bruñía jarcias:
nunca existió ese Sur que tú soñabas.

Roló tu viento entonces hacia el Norte de la infancia.
Aquella tierra oscura, aquella Thule
reclamó los réditos del tiempo,
su derecho antiguo al gobierno de tus cosas.
Almirante ya en edad, perito en tempestades,
descansaste allí por fin de sueños y sirocos.

Más allá de amores turbios, traiciones deseadas, latitudes,
más allá de cualquier furia y cualquier cuerpo
intuías ya la sombra de los diques insalvables:
la difusa, bestial y necesaria última Thule.

Pablo! Qué alegría estés aquí! Nos traes un poema simbólico de extraordinarios viajes. Una Odisea subliminal que me deja meditando sobre ese verso de cierre fenomenal:la difusa, bestial y necesaria última Thule.un abrazo grande!

Un regreso con toda la energía acumulada. Nos traes un poema para estudiar y disfrutar. Ritmo trepidante. Atmósfera clásica, casi mitológica. En fin, me agrada sobremanera volver a intercambiar contigo. Albricias!

Un abrazo poético, estimado.
Óscar

Hola, Pablo:

Has vuelto al foro con un magnífico poema. Por la puerta grande.

Me alegra un montón que hayas regresado.

Felicitaciones
Un beso
Ana

Gracias Pilar,

un placer saludarte amiga. Sí, me ha salido esto, no sé cómo. Me fui a Cádiz de Semana Santa y me inspiró el sur. He disfrutado escribiéndolo, así que ya me vale.
Te mando un fuerte abrazo.

Ramón,

un place saludarte paisanu. ¿Sabes mi sueño? Una promoción contra el Sporting. Ostias como camiones.
A ver si ye pa esti añu! Hala Oviedo!
Te mando un fuerte abrazo.

Gracias por tu comentario Alejandro, me alegro que te haya gustado, amigo.
Te mando un fuerte abrazo.

Gracias Julio,

un placer saludarte, amigo y maestro, y un honor tu valoración. Me alegro que te guste.
Abrazo grande.

Gracias Rafel,

me alegro que te guste amigo. Un honor para mí tu valoración. Veo que Alaire sigue en plena forma, lo cual me satisface. Yo entro casi todas las semanas a leer y disfruto de los poemas, aunque no publique.

Te mando un fuerte abrazo.

Gracias Roxane,

la isla de Thule era la región más al norte para la cartografía antigua romana. No se sabe bien su localización exacta, seguramente Islandia, alguna isla de Escocia o alguna costa de Escandinavia. Virgilio en Geórgicas la nombra como "Última Thule", el norte más allá de cualquier límite civilizado por el el imperio. Lamentablemente, Thule formó también parte de la mística nazi. Dicen que buscaron en Escandinavia restos del origen de la raza Aria.
"la difusa, bestial y necesaria última Thule" es la vejez, o la muerte, a gusto del consumidor.
Así que como ves he vuelto a escribir el mismo poema que siempre me sale: viaje-vida, retorno al origen, vejez-muerte.
Siempre me sale lo mismo, que le voy a hacer.


Bueno, historias que le sirven a uno para pasar el tiempo
Te mando un fuerte abrazo, amiga.