Editorial Alaire

Un beso amor, solo uno,
que mi prisa es igual que otoño
que después de la vendimia,
robando colores al vino,
tiñe de rosado y tinto
al roble de la ladera
y al amor que celosa guarda
la alameda

Un beso amor, solo uno,
que mi prisa es la vejez,
aquella tan propia de otoño
con su Día de Difuntos
del color del vino blanco,
agotado el tinto y el rosado
y mustio el amor en los pliegues
de la piel de la alameda.

Un beso amor, solo uno,
que dejé en mayo flores en un jarrón
y sobre la mesa el pan de junio;
date prisa, que es muy frío este otoño
y helado sería tu beso
ya en los brazos del invierno.

Un beso amor, sólo uno
y daré la espalda al mundo
sorbiendo despacio tu beso
los días que me prorroguen
antes no se endurezca el pan
y se marchiten las flores.

Me ha gustado la reiteración de la línea al comienzo de cada estrofa. Un poema es ritmo y concepto.

De las imágenes señalo esta: "
la piel de la alameda". Huele bien, sabe suave.



Un saludo cordial y hasta otro texto



Rafael

RAFAEL, muchas gracias por tu pase y posterior comentario.
Recibe mi afecto ebtrañable con un fuerte abrazo.
Josemaria.