La casa luminosa

[Ramón Carballal]

Oh tú almanaque solaz
que pintas en la fiebre del tiempo
guirnaldas con raíces unívocas.

En la piel que nos envuelve dibujas horóscopos sin nombre,
quedan las heridas del pasado batiendo en las ventanas
como una percusión de dolor y ausencia.

Flotan los ardides y las muecas, el silencio y los rumbos
de una cometa en tus ojos, la falsa armonía de los horarios
y el metal de los relojes sonando a luz en los intersticios de la noche
como un canto de alcobas, una mudez de niños durmiendo,
el trajín hospitalario de los minutos rotos que se vuelven nubes
enraizadas en el tapiz de las habitaciones, la fósil presencia de los objetos
que adeudan al eclipse de la memoria una rompiente tierna de recuerdos amigos,
la flor de unos labios que se abren al pálpito familiar
de la añoranza compartida junto a la voz antigua de los rostros
que un día fueron juventud de olas precoces en un océano común.

Y callas como un sol de noviembre ensombrecido por los carámbanos de la edad.

Me dices que hay un sueño de mariposas en el aire
como si todavía existieran alas en tus hombros de bruja atroz.

Oh tú que me enseñas los pétalos prohibidos en el corazón de las paredes
ven al círculo que soy, hunde tus corvas en la fe que perdí,
dame no la cruz del olvido sino una esperanza
donde mis recuerdos sobrevivan al témpano de la lejanía
y mis manos puedan abarcar la luz que ahora
se pierde bajo el candil oculto de un ayer que aún es mío.

[Marisa Peral]

Oh tú almanaque solaz
que pintas en la fiebre del tiempo
guirnaldas con raíces unívocas.

En la piel que nos envuelve dibujas horóscopos sin nombre,
quedan las heridas del pasado batiendo en las ventanas
como una percusión de dolor y ausencia.

Flotan los ardides y las muecas, el silencio y los rumbos
de una cometa en tus ojos, la falsa armonía de los horarios
y el metal de los relojes sonando a luz en los intersticios de la noche
como un canto de alcobas, una mudez de niños durmiendo,
el trajín hospitalario de los minutos rotos que se vuelven nubes
enraizadas en el tapiz de las habitaciones, la fósil presencia de los objetos
que adeudan al eclipse de la memoria una rompiente tierna de recuerdos amigos,
la flor de unos labios que se abren al pálpito familiar
de la añoranza compartida junto a la voz antigua de los rostros
que un día fueron juventud de olas precoces en un océano común.

Y callas como un sol de noviembre ensombrecido por los carámbanos de la edad.

Me dices que hay un sueño de mariposas en el aire
como si todavía existieran alas en tus hombros de bruja atroz.

Oh tú que me enseñas los pétalos prohibidos en el corazón de las paredes
ven al círculo que soy, hunde tus corvas en la fe que perdí,
dame no la cruz del olvido sino una esperanza
donde mis recuerdos sobrevivan al témpano de la lejanía
y mis manos puedan abarcar la luz que ahora
se pierde bajo el candil oculto de un ayer que aún es mío.

Excelente poema de nostalgias y añoranzas que dejan huella de los años pasados.
Un verdadero placer leerte hoy, que ya es primavera.

Felicidades y bicos.

[Armilo Brotón]

Es un regalo beberme el primer carajillo al son de la música que desprende tu poesía, sabe mucho mejor. Es una sobresaliente encadenación de imágenes que me va llevando hasta un cierre fantástico que resume la idea maestra. Sólo un poeta con tanta experiencia va generando la ola, con paciencia de orfebre, para llegar al tsunami que remata la obra de arte.
Precisamente esta mañana me levanté pensando en ese tópico de cómo pasa el tiempo tan rápido para los viejllos como yo.

Mi abrazo, estimado amigo

[Pilar Morte]

Una maravilla de poema y un lujo leerte. Felicidades.
Un abrazo grande

[Alejandro Costa]

Sin palabras, Ramón.

Mira que te he leído, que te leo, y no me acostumbro a tu escritura.

Siempre espero más de ella, y siempre, me "martirizas" con más y más y más.

Esta en particular, me ha cautivado.

"se pierde bajo el candil oculto de un ayer que aún es mío."

Magistral final.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Julio Gonzalez Alonso]

Siempre siempre tus versos vuelan alto, muy alto. Muchas felicitaciones, y salud.

[Ramón Carballal]

Oh tú almanaque solaz
que pintas en la fiebre del tiempo
guirnaldas con raíces unívocas.

En la piel que nos envuelve dibujas horóscopos sin nombre,
quedan las heridas del pasado batiendo en las ventanas
como una percusión de dolor y ausencia.

Flotan los ardides y las muecas, el silencio y los rumbos
de una cometa en tus ojos, la falsa armonía de los horarios
y el metal de los relojes sonando a luz en los intersticios de la noche
como un canto de alcobas, una mudez de niños durmiendo,
el trajín hospitalario de los minutos rotos que se vuelven nubes
enraizadas en el tapiz de las habitaciones, la fósil presencia de los objetos
que adeudan al eclipse de la memoria una rompiente tierna de recuerdos amigos,
la flor de unos labios que se abren al pálpito familiar
de la añoranza compartida junto a la voz antigua de los rostros
que un día fueron juventud de olas precoces en un océano común.

Y callas como un sol de noviembre ensombrecido por los carámbanos de la edad.

Me dices que hay un sueño de mariposas en el aire
como si todavía existieran alas en tus hombros de bruja atroz.

Oh tú que me enseñas los pétalos prohibidos en el corazón de las paredes
ven al círculo que soy, hunde tus corvas en la fe que perdí,
dame no la cruz del olvido sino una esperanza
donde mis recuerdos sobrevivan al témpano de la lejanía
y mis manos puedan abarcar la luz que ahora
se pierde bajo el candil oculto de un ayer que aún es mío.

Excelente poema de nostalgias y añoranzas que dejan huella de los años pasados.
Un verdadero placer leerte hoy, que ya es primavera.

Felicidades y bicos.

Gracias, Marisa, por la lectura y el amable comentario. Bicos.

[Ramón Castro Méndez]

Maravilloso poema embriagado de nostalgia y de muy bellas y logradas imágenes. Todo un placer de lectura.
Enhorabuena por tan hermosa inspiración.

Un fuerte abrazo, tocayo.

[Ramón Carballal]

Es un regalo beberme el primer carajillo al son de la música que desprende tu poesía, sabe mucho mejor. Es una sobresaliente encadenación de imágenes que me va llevando hasta un cierre fantástico que resume la idea maestra. Sólo un poeta con tanta experiencia va generando la ola, con paciencia de orfebre, para llegar al tsunami que remata la obra de arte.
Precisamente esta mañana me levanté pensando en ese tópico de cómo pasa el tiempo tan rápido para los viejllos como yo.

Mi abrazo, estimado amigo

Si tú eres viejillo imagínate yo...Gracias por el generoso comentario que dejas. Un fuerte abrazo.