Mujer, vuelves a ser Praxágora
Publicado: Lun, 11 Mar 2024 11:45
Porque el mañana no lo impone ningún dios,
todas las palabras ausentes que,
como una herida confusa, impedían
librarte del abrazo mortal de los patriarcas
ya salen de tu boca, mujer, y vuelves a ser Praxágora,
fuerza irresistible que hace enmudecer
las falsas profecías del augur.
Como oleaje que se abate contra la roca,
el miedo disipas de tu vida
poniéndole mil rostros a las sombras
que desde hace siglos te han oprimido las entrañas.
Ya no intenta el torbellino detenerte en su vorágine,
pues teme la violencia creadora
que despliegas de amazona poderosa,
de corriente de agua abriendo grandes surcos
a una tierra, tan frágil en tus manos,
que modelas sin esfuerzo, concediéndole el privilegio
de poseer una figura propia con sueños y biografía.
Mujer, ave y tempestad,
construyes tu camino a base de coraje
en un mundo a veces detenido por infames.
Y puesto que ni la mano más robusta,
ha conseguido doblegar la fuerza de tu palabra,
arma justa que fulmina la estulticia,
nada impide que entierres las tristezas
y surja el canto; y en los caminos,
donde dejan rúbrica de alas tus pasos,
ya sin piedras ni grilletes, nunca más la oscuridad,
porque siempre habrá luz donde la palabra justa
tiene sus dominios o cuando los vientos
son brisas con nombre de mujer
luchando contra molinos, gigantes de la discordia,
que pretenden impedir la buena marcha
de las cosas, de la vida también.
todas las palabras ausentes que,
como una herida confusa, impedían
librarte del abrazo mortal de los patriarcas
ya salen de tu boca, mujer, y vuelves a ser Praxágora,
fuerza irresistible que hace enmudecer
las falsas profecías del augur.
Como oleaje que se abate contra la roca,
el miedo disipas de tu vida
poniéndole mil rostros a las sombras
que desde hace siglos te han oprimido las entrañas.
Ya no intenta el torbellino detenerte en su vorágine,
pues teme la violencia creadora
que despliegas de amazona poderosa,
de corriente de agua abriendo grandes surcos
a una tierra, tan frágil en tus manos,
que modelas sin esfuerzo, concediéndole el privilegio
de poseer una figura propia con sueños y biografía.
Mujer, ave y tempestad,
construyes tu camino a base de coraje
en un mundo a veces detenido por infames.
Y puesto que ni la mano más robusta,
ha conseguido doblegar la fuerza de tu palabra,
arma justa que fulmina la estulticia,
nada impide que entierres las tristezas
y surja el canto; y en los caminos,
donde dejan rúbrica de alas tus pasos,
ya sin piedras ni grilletes, nunca más la oscuridad,
porque siempre habrá luz donde la palabra justa
tiene sus dominios o cuando los vientos
son brisas con nombre de mujer
luchando contra molinos, gigantes de la discordia,
que pretenden impedir la buena marcha
de las cosas, de la vida también.