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Gracias, compañero.Ramón Carballal escribió: ↑Mié, 13 Mar 2024 19:17 Con qué lucidez describes el sentido de la vida. Felicidades por este excelente poema. Un abrazo.
Eres muy amable, Rafel.Rafel Calle escribió: ↑Lun, 18 Mar 2024 18:19 Tan bello como interesante trabajo, amigo Alejandro, que denota tu pericia a la hora de crear un poema en verso.
Tu nivel no para de subir, te doy mi enhorabuena y te envío un fuerte abrazo, compañero.
Gracias, Raúl.Raul Muñoz escribió: ↑Lun, 18 Mar 2024 20:02 Tiene el sabor de la buena poesía. Hace justicia a los versos de Miguel Hernández que tienes a pie de página. Muy buen poema, Alejandro. Mi enhorabuena. Gracias por compartir.
Un abrazo.
Gracias, Ana.Ana Muela Sopeña escribió: ↑Lun, 18 Mar 2024 23:22 Los poemas existenciales sobre la vida, la muerte, el paso del tiempo, el sentido de la vida los bordas, Alejandro:
Este no podía ser menos. Cierto es lo que dices. A veces la vida parece un puzzle de difícil solución.
Pero con puzzle y todo tu poesía crece y crece...
Enhorabuena
Un fuerte abrazo
Ana
Muy buen poema, Alejandro. Esa primera estrofa, tan rotunda, ya engancha al lector y anima a seguir leyendo.Alejandro Costa escribió: ↑Jue, 07 Mar 2024 12:35 Con los nidos que nacen en el destierro,
se cierran los páramos que ondean en la vasta
hacienda de los afligidos.
No existe sentencia para los pájaros asesinos,
porque el asesino no es más que un cadáver futuro,
un vacío de presente
y un alma dormida sin número de identificación,
sin lugar donde vivir,
ni rincón donde esconderse.
Ya no hay tormentas en la nieve
por mucho que se tercien los polos,
se esparzan astillas de bosques calcinados
y se enumeren las nubes un día de lluvia.
Y todo anidado sobre un puzzle,
al que no le cuadran las piezas,
no existe mesa donde montarlo
ni solución final para identificar su contenido.
Y es ahí donde se mueven los pájaros asesinos,
los nidos donde posarse,
y la imagen final de los trozos de un rompecabezas.
Pero no hay nieve,
brasas de astillas,
ni una simple lluvia que humedezca el día.
A pesar de ello,
pieza a pieza, se va construyendo,
se va terminando,
finalmente se enrolla en un tapiz,
y se guarda,
sin tener nunca claro cuál es su resultado.
Como la vida,
toda ella es una incógnita,
pieza a pieza se va construyendo,
se va finalizando,
se termina,
para quedar envuelta en el pasado,
con el epitafio de la muerte.
Igual que un simple puzzle.