De unas Manos: la caricia.
De mi alrededor: el Ingenio.
De los placeres: la Gastronomía.
De mis cualidades: ser Única.
De la Espera: la ilusión.
Y de la vida: Leer el rastro de otro caracol que me indique el reto de vivirla.
Voz en Off:
Se encuentra sentada en un banco del paseo principal, la niebla invernal no inmuta sus cortos y casi en punta cabellos, que le hacen, si cabe, más joven la cara. Desde lo alto descubrimos esa mirada suya tan peculiar, infinita al mirarte y perdida en el banco, el árbol, la calle, el edificio, la ropa colgada.
ELLA
Cómo llora mi libertad.
Cómo granan mis mejillas
unas gotas de amor.
Se ha olvidado mi sentido de su raciocinio.
Se ha olvidado…
Me he perdido.
No me gusta la nana de la realidad.
La celda nace para dormir nuestros sueños
—los barrotes nos esperan—
cuando los cuerpos rehúyen del sexo.
Cuando los cuerpos claman la carne del prójimo.
Dominar el impulso.
Soliviantar el desarraigo.
¿Quién teje su trampa?
¿Quién ahoga su soledad
en el engaño?
NO ME MIRES.
Alguien quiso destruir mis palabras.
Sin sentido.
Las manos en torreones condujeron
miles de estrellas de amoniaco.
Voz en Off
La barbilla amordazada por el jersey negro de cuello alto es lo último que se ve de ese pequeño cuerpo, inmutable, en su pedestal de madera.
Su cara blanca hasta doler aparece sin llegar a morado y ni siquiera a ligeros trazos sonrosados, sirviendo de fondo para observar unos labios sin sonrisa, muy apretados y algo cuarteados. Pero no faltos de expresión.
Parece que todo aquello que no quiere expresar, fuese enumerado, uno por uno, por medio de leves movimientos, imperceptibles a paso de caminante, pero claros para mí que la observo a quemarropa y, aunque solo se tratase de tics mi mente ya la ha dibujado, quizás recordando o añorando a su amante.
Desnuda.