Sub-jectum

[Julio Bonal]

Miramos sin ver o vemos
lo que queremos ver; mirar y ver
no son una función del hueso. Luego,
¿para qué son los ojos? Ah, ahí
hay un árbol torciéndose en el día,
un olivo, se muestra y da; ves
cómo en el desnudo siendo, es hermoso
su estar para que lo reciba en el vivir
lo humano. Hemos leído
a Lorca, ese niño idiota que por las piezas va
con muletas y golondrinas que hablan
y dicen amor, amor, cuándo se aherrojó
tu fuego. Hay cuadros que son nebulosas enormes
de destiempo, Turner o Klee. Hay deidad
en Delfos o en el románico expolio
de Taüll. ¿Qué leen los ojos, qué ven:
cromatismos o algo que el mirar embellece?
Cierto, urge el vaivén diario por el sinfín
de calle, trabajo, hogar, limpio, cocino y deudas.
Lo angustioso de saberse aquí,
casi proscrito, glauco en el horizonte al fondo.
El yo te quiero cuando tú no de tú y mí. Y el corre,
corre, no te detengas, aquí no respira Whitman.
Entretanto, se va la vida. Cuestión:
¿tuvimos los ojos lo bastante abiertos? ¿Vimos
a la muerte venir sin desconsolado adiós?
Algo, en este tan vasto como innecesario universo,
ha de tener sentido: ninguna ecuación diferencial
siente. Pero, se sabe, en el principio
fue dicho: hágase la luz; y abrimos los ojos.





[Nota bene: Quienes por algún acaso alcancen a leer el texto, que por anticipado me excusen: dejarlo aquí es casi un agravio para el participante habitual. Mi xeniteia no da para mucho más.]

[Alejandro Costa]

¿Un agravio?

Es un escrito que hay que leer varias veces para
poder seguirle el ritmo y el sentido, pero tiene
algunas frases, versos con algunas metáforas interesantes.
Como todo, hay que ir conociendo para poder valorar el trabajo en general.

¿Agravio? Nunca, o todos deberíamos haber pedido perdón alguna vez.

Suerte.

Saludos.

Salud, paz y felicidad.

[E. R. Aristy]

Miramos sin ver o vemos
lo que queremos ver; mirar y ver
no son una función del hueso. Luego,
¿para qué son los ojos? Ah, ahí
hay un árbol torciéndose en el día,
un olivo, se muestra y da; ves
cómo en el desnudo siendo, es hermoso
su estar para que lo reciba en el vivir
lo humano. Hemos leído
a Lorca, ese niño idiota que por las piezas va
con muletas y golondrinas que hablan
y dicen amor, amor, cuándo se aherrojó
tu fuego. Hay cuadros que son nebulosas enormes
de destiempo, Turner o Klee. Hay deidad
en Delfos o en el románico expolio
de Taüll. ¿Qué leen los ojos, qué ven:
cromatismos o algo que el mirar embellece?
Cierto, urge el vaivén diario por el sinfín
de calle, trabajo, hogar, limpio, cocino y deudas.
Lo angustioso de saberse aquí,
casi proscrito, glauco en el horizonte al fondo.
El yo te quiero cuando tú no de tú y mí. Y el corre,
corre, no te detengas, aquí no respira Whitman.
Entretanto, se va la vida. Cuestión:
¿tuvimos los ojos lo bastante abiertos? ¿Vimos
a la muerte venir sin desconsolado adiós?
Algo, en este tan vasto como innecesario universo,
ha de tener sentido: ninguna ecuación diferencial
siente. Pero, se sabe, en el principio
fue dicho: hágase la luz; y abrimos los ojos.





[Nota bene: Quienes por algún acaso alcancen a leer el texto, que por anticipado me excusen: dejarlo aquí es casi un agravio para el participante habitual. Mi xeniteia no da para mucho más.]

El ser humano y sus actos. Su inacción. Su libre albedrío, su sujeción a los sistemas de organización socio-politica. El engaño o el milagro de vivir. Me gusta este provocativo poema y la nota de pie. Es un poema doloroso porque piensa, porque está vivo. Que vengan más así, Julio Bonal. Un privilegio volver a leerte. Abrazos.

[Hallie Hernández Alfaro]

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Ah y los ojos, la mirada escultora, la subjetiva realidad que hace contienda o protege, que es risco sin almíbar, que detiene los versos para que vuelvan a nacer. Compañeras de viaje las pupilas llenas, las que llueven el adiós.
¿Los hemos abierto como habríamos querido o solamente reservado puntos de luz para transformar la noche? Ah, de la honda ruptura del iris, de su furioso incendio que todo lo calcina.
Oráculo, refugio, vereda, antro, roca que amenaza las rodillas...el camino no expira, no deja de ser solsticio, no abandona.

Aquí estem sempre, estimat Juli.
Abraçada forta.

[Ana Muela Sopeña]

Mirar y ser mirado. Ver o no ver. Abrir los ojos de la conciencia universal o dormir en el semisueño eterno en una especie de estado de coma de la conciencia.

Tu poema, Julio, hace pensar y reflexionar. Podría ser el inicio de una meditación sobre el ser y sobre la vida y la muerte.

Excepcional

Gracias

Un abrazo
Ana

[Rafel Calle]

Tu ¿peregrinación? estimado amigo Julio, efectivamente nos priva de saber más de ti y de tu muy interesante poética. Mer alegro mucho de leerte y comprobar que sigues en forma, tal y como demuestras en Sub-jectum, un trabajo que delata las enseñas de su autor.
Mi enhorabuena y un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Miramos sin ver o vemos
lo que queremos ver; mirar y ver
no son una función del hueso. Luego,
¿para qué son los ojos? Ah, ahí
hay un árbol torciéndose en el día,
un olivo, se muestra y da; ves
cómo en el desnudo siendo, es hermoso
su estar para que lo reciba en el vivir
lo humano. Hemos leído
a Lorca, ese niño idiota que por las piezas va
con muletas y golondrinas que hablan
y dicen amor, amor, cuándo se aherrojó
tu fuego. Hay cuadros que son nebulosas enormes
de destiempo, Turner o Klee. Hay deidad
en Delfos o en el románico expolio
de Taüll. ¿Qué leen los ojos, qué ven:
cromatismos o algo que el mirar embellece?
Cierto, urge el vaivén diario por el sinfín
de calle, trabajo, hogar, limpio, cocino y deudas.
Lo angustioso de saberse aquí,
casi proscrito, glauco en el horizonte al fondo.
El yo te quiero cuando tú no de tú y mí. Y el corre,
corre, no te detengas, aquí no respira Whitman.
Entretanto, se va la vida. Cuestión:
¿tuvimos los ojos lo bastante abiertos? ¿Vimos
a la muerte venir sin desconsolado adiós?
Algo, en este tan vasto como innecesario universo,
ha de tener sentido: ninguna ecuación diferencial
siente. Pero, se sabe, en el principio
fue dicho: hágase la luz; y abrimos los ojos.





[Nota bene: Quienes por algún acaso alcancen a leer el texto, que por anticipado me excusen: dejarlo aquí es casi un agravio para el participante habitual. Mi xeniteia no da para mucho más.]

Se mira con los ojos pero se ve, también, de otras formas.
Me ha gustado mucho tu poema y las reflexiones
con las que analizas de manera inteligente.
Un abrazo grande

[Raul Muñoz]

Me gusta el poema, que sacude el entendimiento, la comprensión de nuestra mirada. Muy bueno, Julio. Gracias por compartir.

Un abrazo.

[Marisa Peral]

Miramos sin ver o vemos
lo que queremos ver;

Entretanto, se va la vida. Cuestión:
¿tuvimos los ojos lo bastante abiertos? ¿Vimos
a la muerte venir sin desconsolado adiós?

Algo, en este tan vasto como innecesario universo,
ha de tener sentido: ninguna ecuación diferencial
siente. Pero, se sabe, en el principio
fue dicho: hágase la luz; y abrimos los ojos.


Dejo los versos que me llegan con más fuerza pero todo el poema tiene un mensaje importante, te felicito, Julio Bonal.

No recuerdo haberte leído pero veo que algunos compañeros reclaman y agradecen tu regreso.
Yo, espero seguir leyéndote, porque he buscado en la "Bodega de Alaire" y no encuentro más poemas tuyos.

Saludos.

[Carmela Viñas]

El ver más allá de lo físico se conecta con la Luz primera. Pero hemos perdido la capacidad de percepción interior. Hay que descansar el camino para captar por encima de lo tangible.
Un placer encontrar tu voz lírica y disfrutar de tus bien hilados versos, Julio Bonal.
Un abrazo.

[Julio Bonal]

Alejandro, te agradezo la presencia, el aliento, la recepción atenta, la anchura de miras. Un abrazo.

E.E., lees bien, muy bien, deben de haber vasos comunicantes de gran transparencia cruzando espacios de punta a punta casi sin pérdida, más fundamentales que los de los datos o la velocidad. Bien de bienes tu presencia. Un abrazo.

Hallie, qué decirte, me comentas con un hermosísimo poema capaz de estar por sí mismo entre los mejores del foro: te apropiaste la palabra y me dejaste en la consternación. Hay lazos que trascienden penumbras y hasta oscuridades. En mis solitarias caminatas por la motaña, siempre hay un momento en que me detengo y me digo: heus aquí la Glòria, como si bastara alargar la mano. Tus ojos ven, cuidado. Una gran abraçada inabastable a les cendres.

Ana, creo que por ahí van los tiros más o menos, ya sabes que quien escribe es quien menos sabe lo que escribe; además, hasta dónde llega la palabra? Incitante comentario, el tuyo. Un abrazo.

Rafel, me honran presencia y comentario, pero por encima de todo esa generosidad de receptáculo que todo lo salva. Peregrinación, sí, pero más aún exilio, interior y exterior, presencias por la que es llevado el caminante. La palabra, Rafel, la palabra. Una abraçada a l'illa.

Pilar, exacto, se ve de múltiples modos, más allá límites de la palabra gramatizada, caída ya. Pero en ella nos movemos entre los demás. Milagro, haylo. Un abrazo.

Raul, el agradecido soy yo por tanta palma arriba dispuesta a recibir o, más bien, a acoger. Comento poco pero sé que eres de los mejores. Me halago. Un abrazo.

Carmela, Hemos perdido mucho, demasiado ir y venir, quizá, sin saber de dónde y a qué. Muy bien hilado comentario el que me dejas. Un abrazo.

[Marisa Peral]

Julio Bonal, sin ninguna duda el Agravio es mío.
Pido mil disculpas por mi anterior comentario.

¡Claro que te había leído!
Y he encontrado el cofre en el que se guardan tus poemas, palabras sabias que voy a volver a disfrutar y a rescatar para deleite de todos, como dice nuestra querida Hallie.

Perdón de nuevo y, si lo aceptas, un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

¡Hágase la luz! Y abramos los ojos.... Un interesante poema reflexivo, Julio. Salud.

[Administración Alaire]

Enhorabuena, amigo Julio, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "Sub-jectum".
Un cordial abrazo.

[Julio Bonal]

Qué decir? Algo sale a flote. Gracias por... En fin, gracias. Un abrazo a todos.