Editorial Alaire

Son formas de sentir que el tiempo pasa lento, las del árbol
-mucho más que las piedras que describen
círculos en el agua a cada brinco-,
que entra por la mañana en el cielo, en la tierra
a partir del ocaso,
criatura embalsamada por raíces,
murciélago que es sombra,
lo que le tumba es lo único que es último.

El viento le remueve,
ocupa su anterior silueta y contorno,
ese viento sin culpa natural,
que penetra los nervios de sus hojas,
induce la caída con la ansiedad a flor.

Llueve y las nubes
macilentas,
ocres,
sinuosas
forman una hilera de relámpagos.

Lo único que rompe los orígenes,
esa sangre de luz tronchando el sol.

Esa punta de lanza que impulsa golondrinas
sigue anclada a su invierno,
y menos que con frío,
espanta a sus espíritus.

Buen poema, Ricardo.

"Lo único que rompe los orígenes,
esa sangre de luz tronchando el sol."

Estos versos me han gustado mucho, dentro de la calidad del resto.

Un abrazo a escritor y dedicado.

Salud, paz y felicidad.

Ahí me has dado. Justamente este fin de semana estuve en donde los bosques forman mi pequeño país y, por supuesto, es un mundo de madera, hojas, tierra, vida y piedras, cómo no. Sigo temiendo al fuego, como mis hermanos, y ya no me gustan tanto las tormentas desde que instalé placas solares. Pero que sea lo que tenga que ser, que los anillos nos protegen.
Un enorme poema sobre esos paisajes que me son tan propios entre amanecidas y atardeceres cuando me traslado a mi pequeño país.
A pesar de todo, siguen gustándome las tormentas y, por supuesto, los árboles que inundan de vida las vistas y los paisajes.
Muy apropiado el poema, muy propio, y agradecido por esta simbiosis que hace del estar estado.
Un abrazo, Ricardo, a la vuelta de los árboles... aunque, por estas fechas, solo sean naranjos. Que pase el tiempo y llegué la primavera.

Un poema bellísimo, Ricardo:

Lirismo bien plasmado para nuestro compañero.

Enhorabuena a ambos.
A ti, Ricardo, por escribir tan bien. Un lujo de versos.

A Alonso por ser el destinatario de este precioso poema que hace soñar.

Besos
Ana

Gracias a l@s tres, muy especialmente a uno de mis apoyos emocionales en esta casa, a quien va dirigido este trabajo.
Abrazos y felicidad para tod@s, agradecido por paso y comentario.

Es tan bello cuando los poetas regalan entre sí! Creas una simbiosis espiritual entre la naturaleza y Alonso Vincent. Un vínculo que nos abre los sentidos en elevada lírica, Ricardo. Felicidades a los dos.

Son hermosos los árboles, vivir en un bosque, quien pudiera.

ERA, Gustavo, gracias por vuestros profundos aportes.
Abrazos y felicidad.