Editorial Alaire

Podría decirte que la alegría es una rosa que se desangra en el viento,
podría, quizá, entornar los ojos desde el soliloquio de la bruma solo para
que fueras real en mi pupila, podría bajo los pórticos adormecer tus cabellos
como entonces lo hice con los anulares tocando el rubio candil de tus hebras,
deslizándose por la lacia red que se enrosca a mis uñas como un látigo de amor,
como un hilo que me atase a tu ardid con la voz de una niña buena.
Pero yo quería hablar de por qué el ácido del deseo no puso raíz
en tu sombra cuando la palabra, con su luna de fugaz arpegio,
te cubrió de amanecer y la luz como un diluvio incandescente
mojó nuestra piel aterida de ansias, sin que abril llegara con la flor
ambigua del miedo a posarse en las hojas de un árbol que fue humedad
de lluvia fértil sobre el pálpito de aquel eco que aún retumba y no calla.
Esta noche la memoria se viste de ti y no deja pasar a la vida.

Si la las cosas fueran sólo las cosas, una puerta, una mesa, el pájaro de la mañana, el amor que fue, lo que éramos hace un segundo; este poema no tendría sentido, no llegaríamos a extrañar cada destello de luz, de cada recuerdo que nuestra memoria reclama, la evocación del amor con su perdido paraíso. Pero la poesía si tiene sentido, como este poema que reclama de las cosas su verdadera forma. Como Dios las ve, quizás, desde sus atemporales ojos.

Otro de tus poemas maravillosos, que yo llamo torrenciales, con un cierre antológico.
Felicidades, Ramón.

Bicos.

Magníficos versos con un final muy acertado. Siempre es placentero leerte.
Un abrazo grande

Gustavo Cavicchia escribió: ↑Sab, 03 Feb 2024 14:22 Si la las cosas fueran sólo las cosas, una puerta, una mesa, el pájaro de la mañana, el amor que fue, lo que éramos hace un segundo; este poema no tendría sentido, no llegaríamos a extrañar cada destello de luz, de cada recuerdo que nuestra memoria reclama, la evocación del amor con su perdido paraíso. Pero la poesía si tiene sentido, como este poema que reclama de las cosas su verdadera forma. Como Dios las ve, quizás, desde sus atemporales ojos.

Es un bonito comentario. Gracias por él, Gustavo.

Madre mía, qué bien escribes, Ramón:

Me ha producido un temblor la lectura de tu precioso poema.

Al amar a alguien el mundo, y sus objetos, renace y regresa a la posesión de un encantamiento.

Aplausos
Un beso enorme
Ana

Marisa Peral escribió: ↑Sab, 03 Feb 2024 18:17 Otro de tus poemas maravillosos, que yo llamo torrenciales, con un cierre antológico.
Felicidades, Ramón.

Bicos.

Gracias, Marisa, por tus amables palabras. Bicos.

"Esta noche la memoria se viste de ti y no deja pasar a la vida."

Con este verso ya sería suficiente, el resto, convierte en magnífico el poema.

No hay más que decir.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Pilar Morte escribió: ↑Dom, 04 Feb 2024 0:44 Magníficos versos con un final muy acertado. Siempre es placentero leerte.
Un abrazo grande

Gracias, Pilar, por tus generosas palabras. Un abrazo para ti.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Dom, 04 Feb 2024 15:29 Madre mía, qué bien escribes, Ramón:

Me ha producido un temblor la lectura de tu precioso poema.

Al amar a alguien el mundo, y sus objetos, renace y regresa a la posesión de un encantamiento.

Aplausos
Un beso enorme
Ana

Gracias, Ana, por tu generosidad. Un beso para ti.

Alejandro Costa escribió: ↑Lun, 05 Feb 2024 17:22 "Esta noche la memoria se viste de ti y no deja pasar a la vida."

Con este verso ya sería suficiente, el resto, convierte en magnífico el poema.

No hay más que decir.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Gracias, Alejandro, por la lectura y el amable comentario. Un abrazo.

Hola Ramón
A traves de lo cotidiano enlazamos con el hilo del amor. No importa que sea actual o pasado.
Un abrazo

Ensoñación, antesala del descanso. Las palabras bordan el tapiz del sueño. Hermoso poema, muy delicado con las palabras escogidas. Un gusto leerte. Gracias por compartir, Ramón.

Un abrazo.

Toca el poema la sensible y frágil pervivencia del amor con un dolor contenido. El verso de cierre es hermosamente definitivo. Un abrazo, Ramón. Salud.

Y la vida sigue, con lo pasado enraizándose en la palabra.
Me encantó el poema cuando lo leí por primera vez, y a él vuelvo.
Un saludote, Ramón, ya de paso.