Editorial Alaire

Ella conseguía captar la sensualidad cuando sus manos recorrían el teclado creando en el ambiente la tensión de la primera mirada, produciendo un hormigueo que se introducía en la médula de los huesos, bajaba por la columna y se perdía en el placer de ese tugurio de mala muerte, de paredes pintadas de negro

y escalera que descendía empinada
envuelta en humo de maría
y rumor de besos en silencio,
de pasos escondidos en los reservados,
de hielo flotando en el ámbar,
de luces que confundían la silueta de su alma,
de cristales rayados
y pupilas dilatadas.

Ella dibujaba en la atmósfera cuando se sentaba ante el piano sin brillo, que sonaba bien de tanto tocarlo, expresando el grito del desamor con su voz herrumbrada por la humedad del desengaño,

que todo lo corroe
hasta transformar su alma en una extraña,
en una amiga traicionera
con la que ya no quería trato
y la expulsaba de entre sí
consciente de que:

El alma no vale nada... o la sentimos secuestrada ante el abandono del amor; sea como sea, alma y amor viven o mueren juntos, es lo que creo entender. Pues adelante, Ana, ¡a reconquistar el alma! Salud.

Sin amor sentimos que no somos nada. Con amor (aunque sea a nosotros mismos) tenemos un enorme potencial.

Me ha encantado tu poema. Es sincero, profundo y hace pensar.

Felicitaciones,amiga
Un beso grande
Ana

No es justo pagar con el alma el desamor.
Me gustó tu poema, tan sincero como siempre. Te das en cada verso, y es muy grato leerte.
Un abrazo grande

Duele el desamor y también la falta de un amor y el Alma se queda arrugada, como si poco a poco se fuese encogiendo.
Siempre tan sincera y tan real, Ana.

Un gusto leerte.
Abrazos, muchos.

El ser humano cae en un destrozo de su vida, ante el terror del desamor.

En ese destrozo, revienta el corazón, se paraliza la sangre, se pierde el alma en un laberinto inquebrantable.

Somos seres humanos y la estabilidad del corazón y del alma es tan fina como un hilo de oxígeno.

Precioso.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Lun, 29 Ene 2024 11:23 El alma no vale nada... o la sentimos secuestrada ante el abandono del amor; sea como sea, alma y amor viven o mueren juntos, es lo que creo entender. Pues adelante, Ana, ¡a reconquistar el alma! Salud.

Eso es lo que piensa mi protagonista cuando siente la desilusión en el amor. Nada tiene valor, ni la vida misma. Por eso su camino es como la escalera negra que aparece en el poema. Desciende hasta los infiernos. No puede caminar hacia la vida o pensar en positivo.

Personalmente no tengo ningún apego a lo que se entiende por alma como sustancia espiritual o religiosa.
Me ha gustado mucho ese grito de "guerra" y, si me permites, voy a cambiarlo por ¡a reconquistar la salud! Que en mi caso es la que me permite moverme con libertad.

Salud, compañero.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Lun, 29 Ene 2024 12:50 Sin amor sentimos que no somos nada. Con amor (aunque sea a nosotros mismos) tenemos un enorme potencial.

Me ha encantado tu poema. Es sincero, profundo y hace pensar.

Felicitaciones,amiga
Un beso grande
Ana

Me siento satisfecha si con el poema sacamos conclusiones de diversos tipos. Tenemos un enorme potencial que podemos sacar del amor y del desamor. ¡Ay! Esos grandes poemas llenos de lágrimas.
Muchas gracias por tu comentario, Ana.
Un beso enorme.

Pilar Morte escribió: ↑Lun, 29 Ene 2024 13:09 No es justo pagar con el alma el desamor.
Me gustó tu poema, tan sincero como siempre. Te das en cada verso, y es muy grato leerte.
Un abrazo grande

Me gusta vestirme con diferentes colores y ropajes en cada poema. Dejo de ser yo para mostrar la piel de otra gente. Soy una actriz frustrada, ¡Cachis!
Gracias por tus palabras, Pilar.
Un gran abrazo.

Marisa Peral escribió: ↑Lun, 29 Ene 2024 18:26 Duele el desamor y también la falta de un amor y el Alma se queda arrugada, como si poco a poco se fuese encogiendo.
Siempre tan sincera y tan real, Ana.

Un gusto leerte.
Abrazos, muchos.

Es verdad que nos quedamos encogidos cuando nadie nos quiere.
Gracias por tus palabras, Marisa, agradezco tu visita.
Un fuerte abrazo.

Alejandro Costa escribió: ↑Lun, 29 Ene 2024 19:09 El ser humano cae en un destrozo de su vida, ante el terror del desamor.

En ese destrozo, revienta el corazón, se paraliza la sangre, se pierde el alma en un laberinto inquebrantable.

Somos seres humanos y la estabilidad del corazón y del alma es tan fina como un hilo de oxígeno.

Precioso.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

Muy bueno tú comentario, Alejandro. La estabilidad emocional se puede quebrar en miles de cristales pequeñitos. Difícil de salvar algunas situaciones emocionales.
Gracias por tu comentario.
Un beso.

Todo un placer acudir a la llamada de tu poética, querida Anita, siempre tan arrojada, tan sincera, tan hermosa, tan singular...
Mi enhorabuena, por esta obra junto a un fuerte abrazo.

Ana García escribió: ↑Dom, 28 Ene 2024 19:43 Ella conseguía captar la sensualidad cuando sus manos recorrían el teclado creando en el ambiente la tensión de la primera mirada, produciendo un hormigueo que se introducía en la médula de los huesos, bajaba por la columna y se perdía en el placer de ese tugurio de mala muerte, de paredes pintadas de negro

y escalera que descendía empinada
envuelta en humo de maría
y rumor de besos en silencio,
de pasos escondidos en los reservados,
de hielo flotando en el ámbar,
de luces que confundían la silueta de su alma,
de cristales rayados
y pupilas dilatadas.

Ella dibujaba en la atmósfera cuando se sentaba ante el piano sin brillo, que sonaba bien de tanto tocarlo, expresando el grito del desamor con su voz herrumbrada por la humedad del desengaño,

que todo lo corroe
hasta transformar su alma en una extraña,
en una amiga traicionera
con la que ya no quería trato
y la expulsaba de entre sí
consciente de que:

Ante el desengaño del amor, el alma no vale nada.

Es duro pensar que somos nosotros mismos quienes nos proponemos y nos dejamos en el altar del amor. Me ha parecido un poema original, surreal en su impacto. Te felicito, Ana. Abrazos.

Me gusta la recreación del ambiente proclive a la falta de esperanza, a la pérdida del único hilo que podría sustentarnos. Un ambiente de belleza y poesía has recreado, con lo cual te encuentras en el poema. El precio: la angustia de caminar a oscuras por esas escaleras. Mi enhorabuena, Ana. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Rafel Calle escribió: ↑Mar, 06 Feb 2024 20:04 Todo un placer acudir a la llamada de tu poética, querida Anita, siempre tan arrojada, tan sincera, tan hermosa, tan singular...
Mi enhorabuena, por esta obra junto a un fuerte abrazo.

Wooowww qué comentario más agradable y emotivo.
Gracias por tus palabras.
Un fuerte abrazo de vuelta para tí.