Editorial Alaire

Es todo muy extraño. Le da sombra, pero crece y crece a su propio ritmo y sin que yo haga nada. Por momentos, pareciera que palidece, que se olvida de sí misma, pero el verdor es más fuerte cuando intento no mirarla, hacer de cuenta que no existe. Sin embargo, tiene vida propia porque me habla aún en los silencios y me lleva a espacios cuyos cielos me confunden. E insiste en aquel instante de secretos que daba vida a las luciérnagas, aunque ellas son verdades en sí mismas, no dependen de un nosotros.

No la oigo y canta, igualmente. No la miro y crece sin detenerse, sin necesitar del agua como alimento pero sí del latir mío que la redime y reflorece. Como si el eco lejano de ese nombre en mis venas fuese la savia que la nutre. Y no lo entiendo porque ya han pasado varios años sin el sonido de su mar en mi playa, pero es evidente que algo queda.

La he cambiado de sitio pero vuelve a virar a la ventana en actitud de espera, en señal de esperanza.Y entonces le digo con voz firme que no volverá. Me lastima su perseverancia, aunque sea enternecedora la manera de expresarla.

Hoy ha hecho un movimiento raro porque ha replegado las hojas. Sigue verde, intentando comenzar de nuevo pero hoy es distinto. Mi gardenia ha comprendido que el amor como energía nunca muere, pero en ocasiones es preciso modificar la forma de sentirlo, porque de otra manera nos vamos con el sentir al reino de lo absurdo. Sí, lo absurso de dejar señales para no ser olvidada, pese al temor de una presencia que derribaría los muros de la propia entereza.Y así morir de a poco sin haber muerto, al reavivar un sueño que quedó atrapado entre el oleaje y la niebla.

Sus blancos pétalos leyeron mi interior, y en actitud de coro griego, cantaron estos versos:

¡Oh, alma mía,
allí donde mire
y muy adentro de mi lágrima,
todo es tristeza!
Porque en el grito de las aguas
también se expresan
― heridos ―.
los desiertos.


Mi gardenia sabe esperarme.
Cuando su fragancia impregne de sabiduría mi respirar, vendrá el tiempo fructífero de mi renacer.


Todos los derechos reservados.

Un prosa poética intimista y muy bella. Es enternecedora esa complicidad con la flor. Un abrazo.

Magnífica prosa poética. Dices cosas muy interesantes.
Ha sido un placer leerte.
Un abrazo grande

"¡Oh, alma mía,
allí donde mire
y muy adentro de mi lágrima,
todo es tristeza!
Porque en el grito de las aguas
también se expresan
― heridos ―.
los desiertos."

Precioso poema dentro de un grandísimo escrito.

La fusión intimista de la persona con la flor es de una belleza extraordinaria.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

Ramón Carballal escribió: ↑Lun, 22 Ene 2024 14:37 Un prosa poética intimista y muy bella. Es enternecedora esa complicidad con la flor. Un abrazo.

Muchas gracias por tu generoso comentario, Ramón.
Abrazos.

Pilar Morte escribió: ↑Lun, 22 Ene 2024 16:34 Magnífica prosa poética. Dices cosas muy interesantes.
Ha sido un placer leerte.
Un abrazo grande

Muy agradecida por tu presencia y tus palabras,Pilar.
Otro abrazo grande.

Alejandro Costa escribió: ↑Lun, 22 Ene 2024 16:37 "¡Oh, alma mía,
allí donde mire
y muy adentro de mi lágrima,
todo es tristeza!
Porque en el grito de las aguas
también se expresan
― heridos ―.
los desiertos."

Precioso poema dentro de un grandísimo escrito.

La fusión intimista de la persona con la flor es de una belleza extraordinaria.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

Mil gracias,Alejandro, por tu huella y tus generosas palabras.
Abrazos.

Las plantas tienen alma. Aquí has llevado la prosa poética y los versos a un diálogo del yo lírico con la gardenia. Te ha quedado precioso.

Mi enhorabuena
Un beso grande
Ana

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Mar, 23 Ene 2024 0:13 Las plantas tienen alma. Aquí has llevado la prosa poética y los versos a un diálogo del yo lírico con la gardenia. Te ha quedado precioso.

Mi enhorabuena
Un beso grande
Ana

Muchas gracias por el regalo de tus palabras, Ana.
El alma de las plantas como la gardenia nunca pierden su fragancia. Me encanta esa flor.
Abrazos.

Ha sido agradable y reconfortante pasar por tu delicado texto poético. El lirismo que desprende hace que la melancolía se convierta en un sentimiento puro y humano. La belleza salva a la tristeza de nuestro destino. Aplausos.

Saludos de amistad.
Óscar

El amor se reinventa en tu hermosa prosa, Carmela. Tiene un colorido que sazona. Mi enhorabuena. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Óscar Distéfano escribió: ↑Vie, 26 Ene 2024 18:59 Ha sido agradable y reconfortante pasar por tu delicado texto poético. El lirismo que desprende hace que la melancolía se convierta en un sentimiento puro y humano. La belleza salva a la tristeza de nuestro destino. Aplausos.

Saludos de amistad.
Óscar

Muchas gracias por tus palabras tan amables, Óscar. Son todo un regalo tus profundos comentarios.
Abrazos.

Raul Muñoz escribió: ↑Lun, 29 Ene 2024 13:29 El amor se reinventa en tu hermosa prosa, Carmela. Tiene un colorido que sazona. Mi enhorabuena. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Muchas gracias por tu presencia y palabras, Raúl. Siempre tan poético en tus lecturas y comentarios.
Abrazos.

Qué gusto leerte, Carmela, en esta prosa llena de poesía y cómplice intimidad con tu Gardenia.
Me han gustado mucho esas conversaciones dándole ánimo en su crecimiento.

Felicidades y un abrazo fuerte.

P.D. Yo también hablo con mis plantitas

Creo que sí cultivas bien esa belleza y dulzura interior, Carmela. Siento el perfume espiritual de tu jardín de gardenias. Un placer de lectura, abrazos.