Editorial Alaire

Estoy ante el espejo y soy otro.

Porque me perdí en la luz de la memoria,
como Alicia atravieso la lisura que me refleja
y salgo al vestíbulo de una casa que amé.

¿Dónde están la voz infantil, los pasos de mis pies desnudos,
el balón de reglamento, mi silencio cómplice mientras leía
las aventuras de Odiseo, Sandokán o Miguel Strogoff?

Una huella aún vive en las paredes,
es el resplandor de la niñez
que nunca dejó de alumbrar mis sueños.

Y la complicidad de las arañas que tejieron futuro sobre mi piel sin mácula,
mi piel frágil como una hostia, mi piel suave de lechón,
mi piel trasparente de venas azules, mi piel que ahora veo oscura,
ajada, seca igual que un sarmiento o una rama que cayó del árbol
vencida por los años.

Si cierro los ojos, escucho en mi interior
el murmullo de unas voces, Ada, Susi, Elena, Antonio, Javier…
madre está junto a mí y me sonríe, padre trabaja,
escribe sobre un pliego de papel, brilla su pluma de oro como un faro.

Yo sé que si mis párpados se alzan descubriré que no estoy solo, estoy conmigo.

Excelente poema, tocayo, que nos retrotrae a esa etapa de ilusión que es la niñez y que se queda grabada en la memoria para siempre.
Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.

Con gran solvencia te adentras líricamente en el complejo mundo interior donde los recuerdos y las vivencias infantiles nos acercan sus sueños, pesadillas e historias. Un abrazo, Ramón. Salud.

Muy bello poema. Imagen reflejada de la introspección. Sobre la cuerda floja del tiempo caminamos, en un abrir y cerrar de ojos, todo es y no es al mismo tiempo. Me gustó entrar en la lírica del espejo. Gracias por compartir, Ramón.

Un abrazo.

Lo más real es que caminamos con nosotros mismos. Me gustó cómo describes los recuerdos, tan presentes en su evocación. Es un placer leerte.
Un abrazo grande

Muy bello tu poema, Ramón.
Ser ,con las vivencias de la niñez que nunca nos dejan. No hay soledad.
Un placer leer tu obra.
Abrazos.

Un viaje elegante por esos tiempos de niñez que tanto nos marcan para el resto de nuestros días.

El título lo dice todo.

Tu pluma hace el resto.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Ramón Castro Méndez escribió: ↑Sab, 13 Ene 2024 12:32 Excelente poema, tocayo, que nos retrotrae a esa etapa de ilusión que es la niñez y que se queda grabada en la memoria para siempre.
Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.

Gracias, Ramón, por la generosidad de tu comentario. Un abrazo.

Fabuloso poema en el que plasmas esos recuerdos tan vívidos de la niñez y adolescencia.

Me encanta este viaje a los territorios de la memoria.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Sab, 13 Ene 2024 14:02 Con gran solvencia te adentras líricamente en el complejo mundo interior donde los recuerdos y las vivencias infantiles nos acercan sus sueños, pesadillas e historias. Un abrazo, Ramón. Salud.

Gracias, Julio, por la lectura y el comentario que dejas. Un abrazo.

Ayy Ramón, qué pasada de poema, estar con uno mismo, me has hecho reflexionar...describes el paso del tiempo como si no fuera paso, está en ti, contigo mismo.
Gracias por compartir.
Abrazos mediterráneos.

Raul Muñoz escribió: ↑Dom, 14 Ene 2024 10:26 Muy bello poema. Imagen reflejada de la introspección. Sobre la cuerda floja del tiempo caminamos, en un abrir y cerrar de ojos, todo es y no es al mismo tiempo. Me gustó entrar en la lírica del espejo. Gracias por compartir, Ramón.

Un abrazo.

Gracias, Raúl, por la amabilidad del comentario. Un abrazo.

Pilar Morte escribió: ↑Dom, 14 Ene 2024 13:21 Lo más real es que caminamos con nosotros mismos. Me gustó cómo describes los recuerdos, tan presentes en su evocación. Es un placer leerte.
Un abrazo grande

Gracias, Pilar, por tu visita y palabras. Un abrazo.

Carmela Viñas escribió: ↑Dom, 14 Ene 2024 17:34 Muy bello tu poema, Ramón.
Ser ,con las vivencias de la niñez que nunca nos dejan. No hay soledad.
Un placer leer tu obra.
Abrazos.

Gracias, Carmela, por la amabilidad del comentario. Un abrazo.

Alejandro Costa escribió: ↑Dom, 14 Ene 2024 19:03 Un viaje elegante por esos tiempos de niñez que tanto nos marcan para el resto de nuestros días.

El título lo dice todo.

Tu pluma hace el resto.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Gracias, Alejandro, por la lectura y el comentario. Un abrazo.