Editorial Alaire

Para Kazuhiko Okuno,
el hombre que nunca llegó a existir.
(In memoriam)

La luz tiene esta noche el fulgor suicida
de pájaros cruzando delante de mis ojos,
y hay un rumor de pasos durmiendo en las aceras,
sin duda planetas escapados de sus órbitas,
un llanto de metales coronando elipses de soledad,
y un aroma a mar que viene de muy lejos.
Eran mi sombra y su estatura barcos
que se hundían en el eco de mi espalda,
era mi cuerpo la suma de todos sus cadáveres.
En la piel del invierno se forjaron mis huesos,
y algo de mí quedó enganchado de algún fuego.
Pero no soy quien digo,
soy sólo aquel que vivió en la lluvia,
pero que nunca pudo olvidar la sed.
Ahora estoy aquí, donde nacen las serpientes
y pasan la noche los vientos condenados a morir,
alcanzando a ser el único testigo del amanecer,
intentado entender de otra forma las palabras
y sus significados, y aquella música
de bocas insaciables desesperadamente cómplice.

Ramón Castro Méndez escribió: ↑Vie, 29 Dic 2023 11:23 Para Kazuhiko Okuno,
el hombre que nunca llegó a existir.
(In memoriam)

La luz tiene esta noche el fulgor suicida
de pájaros cruzando delante de mis ojos,
y hay un rumor de pasos durmiendo en las aceras,
sin duda planetas escapados de sus órbitas,
un llanto de metales coronando elipses de soledad,
y un aroma a mar que viene de muy lejos.
Eran mi sombra y su estatura barcos
que se hundían en el eco de mi espalda,
era mi cuerpo la suma de todos sus cadáveres.
En la piel del invierno se forjaron mis huesos,
y algo de mí quedó enganchado de algún fuego.
Pero no soy quien digo,
soy sólo aquel que vivió en la lluvia,
pero que nunca pudo olvidar la sed.
Ahora estoy aquí, donde nacen las serpientes
y pasan la noche los vientos condenados a morir,
alcanzando a ser el único testigo del amanecer,
intentado entender de otra forma las palabras
y sus significados, y aquella música
de bocas insaciables desesperadamente cómplice.

Me conmueven tus versos y lloro. No sé si se trata del fotógrafo, o el científico, o el actor Kazuhico Okuno. Sólo debo reconocer tu inmenso y lírico poema. El suicidio,
entre las formas de morir es dolor psicológico que permanece en los familiares, amigos y en los desconocidos. Veo una creatividad rica, veo un amanecer que sopesa todos los detalles del hambre y la satisfacción. Un abrazo grande, Ramón.

Qué bien escribes, Ramón:

No conozco al homenajeado. Lo buscaré. Lo que sí sé es que tus versos son sublimes. Tienes una lírica extraordinaria.

Un beso enorme
Aplausos
Ana

Muy agradecido, mi querida ERA, por tus siempre atentos y apreciados comentarios.
Kazuhiko Okuno, era un alter ego, que iba a sustituir a Ramón Castro, pero este no se deja. En realidad el nombre de Kazuhiko Okuno viene de dos músicos japoneses de los años 70 del pasado siglo, que, además, me gustan bastante: Kazuhiko Usami y Osamu Okuno. Estoy muy zen últimamente.
En cuanto al poema, en efecto, bien pudiera tratar del suicido, pero mi idea era reflejar a esa gente solitaria, introvertida, que vive en soledad, pues no encaja con la sociedad actual. Podría estar también relacionado con el fenómeno del hikikomori, personas que viven apartadas de la sociedad y se recluyen en sus casas evitando todo contacto con la sociedad.

¡¡¡ Feliz Nochevieja y Año Nuevo !!!

Un afectuoso y enorme abrazo.

Poesía que roza el aliento. Sublime inspiración destilada en tus versos. Un placer de lectura, para los sentidos, la mente y el corazón. Gracias por compartir, Ramón.

Un abrazo.

Agradezco en mucho tus elogios, y celebro que estas letras hayan sido de tu agrado. Con Kazuhiko Okuno, Ramón Castro iba a desaparecer en un intento de ir más allá, pero este, como la cabra tira al monte, se niega a salir de escena. Así que Kazuhiko seguirá durmiendo el sueño de los justos, me temo. Lo demás, sin necesidad de que busques sobre el personaje, inventado, está en mi contestación al comentario de ERA.

¡Feliz 2024!

Besos.

Ya sabes que soy fande tu poesía. Me gusta tu lirismo, pero no abusas de las metáforas. Leerte es entrar en la dimensión de la belleza y la observación. Felicidades por esta hermosa obra.
Un abrazo grande
Feliz Año 2024

Un poema muy logrado, Ramón.
Logras conmover con tu lírica y destaco estos versos de una gran fuerza y belleza:

"En la piel del invierno se forjaron mis huesos,
y algo de mí quedó enganchado de algún fuego.
Pero no soy quien digo,
soy sólo aquel que vivió en la lluvia,
pero que nunca pudo olvidar la sed."

Un placer leer tu bella obra.

Abrazos y Feliz 2024!

El título para enmarcarlo en tu pasillo, el resto un gran poema.

Un abrazo.

Lèon Pasternak

Excelentes versos, Ramón. Un lujo de poema. Abrazos.

Pues yo, querido amigo Ramón Castro, no sabes cómo me alegro de que no dejes que nadie te sustituya porque no escribirán poemas tan buenos.
Te felicito por la imaginación, por el buen hacer, poético, por hacer incursiones en modo zen y por este poema genial.

Feliz 2024 y que sigamos disfrutando de buena poesía.

Abrazo fuerte,

Cuántos "Kazuhiko Okuno", cuanto "lo que podía haber sido y no fue". Una atmósfera que nos pertenece, porque subyace el yo primero, ese que no se deja amedrentar.
Tiraremos al monte, yo ya lo hago, como las cabras, para vivir o morir tranquilas.
Un poema autodedicado que me encantó, porque al fin y al cabo seguimos preparándonos para la soledad primera.
Un placer el recorrido humano que enmarcan tus versos.
Un abrazo, Ramón, y muy feliz año.

Un gran ejercicio de tu maestría en el manejo del imagen poética y su potencia evocadora.

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

Un abrazo y Feliciano para ti y todos los tuyos.

Muy agradecido, Raúl, por tu paso por mis letras. Celebro que hayan sido de tu agrado.

Mis mejores deseos para ti y los tuyos en este año recién estrenado.

Un fuerte abrazo.

Hermoso y muy evocador este poema trufado de momentos de gran calado rítmico-literario, amigo Ramón.
Felicidades y un fuerte abrazo.

Editorial Alaire

Pero no soy quien digo

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