Editorial Alaire

El cielo de Madrid no tiene estrellas,
tejados aritméticos que busquen
un sueño por cumplir.

Tan sólo es un depósito de olvidos,
de sombras alargadas sin origen.

Es imposible desnudar el frío,
secarlo como un puente sin memoria.

Porque morir es gratuito siempre
y la muerte jamás vigila su pasado,
dócil como la bóveda
de un mar sin afluentes.

El cielo de Madrid es tan oscuro
que podría pasar inadvertido
en medio de la luz.

Y algunas noches ni siquiera llora
porque ha gastado toda su tristeza.

Me gusta mucho la obra. Podría identificar zonas estéticas, destacar regiones metafóricas que me han impactado por sobre otras. Los depósitos de olvido, las sombras largas sin origen. Quiero decir: revuelves algunas imágenes al comienzo, las mueves con discreción, pero de pronto sentencias, y cuando un poeta sentencia —define— hace temblar la hoja. Dices: "
Porque morir es gratuito siempre".
He aquí un verdadero golpe de rosa, un latigazo. De repente el poema se despliega como un abanico o como una cola de pavo real y enseña sus brillos. Y luego de la revelación metafísica, el modo de describir se vuelve preciso, perfecto, elevado, simple. Copio:

El cielo de Madrid es tan oscuro
que podría pasar inadvertido
en medio de la luz.

Y algunas noches ni siquiera llora
porque ha gastado toda su tristeza

Maravilloso. Certero.


Un saludo cálido para ti desde Argentina y hasta otro poema

Rafael

"Y algunas noches ni siquiera llora
porque ha gastado toda su tristeza."

Aplausos, Juanmi. Un placer perderse por tu cielo de Madrid.


Blanca

Las noches de Madrid resultan atrayentes para una que, como yo, vive entre estrellas y vida.

Un abrazo

Bueno... los que vivimos por aquí no solemos mirar mucho el cielo, eso es cierto... porque tal vez nos atrapa la propia vida de la ciudad... me conmueven las calles llenas de gente, cada una con su historia... No diré que Madrid no necesite estrellas porque todas las ciudades las precisan pero otras muchas cosas la sustituyen...

Un poema precioso. Ya lo sabes.

Besotes,

Carmen

Juanmi Jerónimo escribió:
y la muerte jamás vigila su pasado,
dócil como la bóveda
de un mar sin afluentes.

Es un poema bello, Juanmi. Aunque uno de los más visibles, acostumbrado a tu poesía más cerrada. Al menos para mí.
Sin embargo, destaco para mi gusto estos tres versos por su misterio y menos facilidad para atraparlos. =Componen una imagen enigmática e impactante.

Comparto la opinión de Carmen. Hay ciudades que hacen que nos olvidemos de que existen estrellas. ¿Bueno o malo? ¡A saber..!...

Felicitaciones, Juanmi.



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Me ha gustado el poema... pero Madrid no se me hace tan oscura. Será que yo la veo diferente, porqué la vivo dierente.

Gran poema, Juanmi.

Un saludo.

Gio.