El baño de la luna

[Alejandro Costa]

Estos días me parecen agotadores.

No se alinean los astros,
ni es capaz la mente de sudar sus enigmas.
Más allá de las oscuras tormentas de otoño,
trato de manejar los huecos desterrados de un papel,
que naufraga en un océano maltratado y en cautela.
Pero, como un labriego temeroso y excitado,
trato de entender el origen de una lluvia sin nubes,
el color de un viento oscuro y nómada
y ese fresco vestido de frac, cuando te abraza.

Allá, en donde los desiertos siguen llorando arena,
navegan en constante naufragio los versos incontrolados,
suplicando un rescate que se antoja tan necesario como estéril.
Siempre quise mojarme en los abismos salados,
crecí con las puertas del mar cerradas,
con las brisas esclavizadas y sin llave,
y ahora, como dormido en un sueño intemporal,
descanso recostado con la mirada perdida en un horizonte rojo,
mientras siento el cosquilleo de unas algas adormecidas
y el masaje lánguido y cálido de un mar defenestrado,
aún, cuando la luna,
baña en él su amor, noche tras noche.

Todo, se me antoja como una red de locura,
la mente pace y se despierta,
se despierta y pace,
esperando encontrar algún sendero por el que caminar,
una transición que determine esos pasos indomables,
esa luz encerrada en las oscuridades,
encadenada a los rituales a los que no encuentro solución,
a esos momentos de lucidez
que se ahogan en los mares de arena.

Y decido sentarme, agotado, impávido,
observando el alrededor del escenario.
Veo soledad,
oigo un tic-tac que astilla a golpes el silencio,
el sillón está desgastado,
como si deseara moverse al ritmo de mis días,
una mesa inválida, desencolada,
-le cuesta mantenerse firme-
unos cuantos papeles, un bolígrafo,
-sin apenas tinta-
un cenicero, adornado de nicotina,
una caja, con unas pocas cerillas
y un paquete de cigarrillos
que espera pacientemente descargar sus cenizas.

Quizás, una copa, sería necesaria,
probablemente, menos inteligente,
pero humedecería ese paladar moribundo
que perece lentamente en la boca.

Ahora, comienzo a sudar,
distraigo mis instantes,
flotando con el humo del tabaco,
escribiendo con las ruinas de un bolígrafo aburrido,
y destripando esos enigmas,
que la mente, tan lejana y longeva,
obliga a deslizar sobre un papel huérfano
y en constante disputa con el océano de mi locura.
Y quiero escribir, lo necesito.
Quiero escribir y soñar,
quiero escribir palabras de azúcar,
que el calor de la pasión
las convierta en caramelo,
para que endulce el azul del mar,
encuentre la llave de su puerta
y me deje besar el frescor de su brisa,
mientras disfrute, noche a noche,
del brillante baño de amor de la luna
y el bello reflejo de sus luceros y estrellas.

Mientras la locura me lo permita…

[Pilar Morte]

Has escrito un buen poema, de imágenes logradas aunque tristes. Hay una soledad que cala, y voces pidiendo afecto y compañía. Felicidades. Un placer leerte.
Abrazos y salud

[Raul Muñoz]

Suben las mareas por tus versos, Alejandro. Es un poema muy bien aderezado de imágenes y en un soliloquio que nos hace copartícipes de los avatares del poeta. Locura, sí, locura de noche, esquinazo del sol, espina del pez. Un gusto caminar contigo. Gracias por compartir.

Un abrazo.

[José Manuel F. Febles]

Estoy fuera de las Islas, pero he podido leer tu poema, aunque muy a prisa. Veo que la soledad es la amargura y la tristeza de los poetas, pero no quisiera que padecieras, porque yo sé cuanto se pasa por una vida, la mía, en esas circunstancias.

Un abrazo, amigo mío.

José M. F. Febles

[Carmela Viñas]

Un baño de tierna melancolía son tus versos, Alejandro. Hay imágenes muy bellas en tu poema y calan hondo, como estás:

"Allá, en donde los desiertos siguen llorando arena,
navegan en constante naufragio los versos incontrolados,
suplicando un rescate que se antoja tan necesario como estéril."
Muy bellos.

Abrazos.

[Carmen Moro Frías]

Hay soledad y melancolía en tus versos pero
con tanta belleza expresados que cautivan
rápidamente.
Un abrazo

[Alejandro Costa]

Has escrito un buen poema, de imágenes logradas aunque tristes. Hay una soledad que cala, y voces pidiendo afecto y compañía. Felicidades. Un placer leerte.
Abrazos y salud

Por suerte soy una persona bastante positiva y alegre, pero me transformo al escribir, será por mi admiración a Miguel Hernández y sus bellas pero tristísimas creaciones.

Gracias, Pilar.

Besos.

[Alejandro Costa]

Suben las mareas por tus versos, Alejandro. Es un poema muy bien aderezado de imágenes y en un soliloquio que nos hace copartícipes de los avatares del poeta. Locura, sí, locura de noche, esquinazo del sol, espina del pez. Un gusto caminar contigo. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Te agradezco el apoyo constante a mis letras y los comentarios que tan bien me hacen.

Gracias, compañero.

Un fuerte abrazo.

[Alejandro Costa]

Estoy fuera de las Islas, pero he podido leer tu poema, aunque muy a prisa. Veo que la soledad es la amargura y la tristeza de los poetas, pero no quisiera que padecieras, porque yo sé cuanto se pasa por una vida, la mía, en esas circunstancias.

Un abrazo, amigo mío.

José M. F. Febles

No solamente de los poetas, amigo, de la vida en sí. Se va perdiendo todo lo que ha sido bandera de unión, respeto y felicidad. Ahora todo se mueve por la electronica, la diversión sin ningún tipo de barreras, el consumo y un largo etcétera. Ya no hay calor humano, humanidad, ni tan siquiera un simple hola, un simple adiós. Dicen que se llama progreso, yo lo titulo retroceso.

Respecto a la soledad, es triste, dolorosa y te marca, pero eso, queramos o no, es ley de vida.

Espero sigas mucho tiempo contigo, con nosotros y con la gente que te respetamos y te queremos. ¡Vive! te necesitas y te necesitamos.

Un fuerte abrazo.

¡Fuera tristeza!

[Alejandro Costa]

Un baño de tierna melancolía son tus versos, Alejandro. Hay imágenes muy bellas en tu poema y calan hondo, como estás:

"Allá, en donde los desiertos siguen llorando arena,
navegan en constante naufragio los versos incontrolados,
suplicando un rescate que se antoja tan necesario como estéril."
Muy bellos.

Abrazos.

Infinitas gracias, Carmela.

Gracias por estar siempre a mi lado, por comentarme, por darme alientos y hacerme sentir poeta.

Un beso.

[Alejandro Costa]

Hay soledad y melancolía en tus versos pero
con tanta belleza expresados que cautivan
rápidamente.
Un abrazo

Gracias, Carmen.

Es un placer recibir tu vista y comentario.

Besos.