Editorial Alaire

----------------------------------------------------------- ¿ Por qué este poema, que escribí ni sé cuando ha de seguir vigente?


Os digo que mi gente tiene hambre.

Quiere pan con levadura que fermente
los fondillos sin trabajo,
un sustento,
los pilares donde reírse la vida,
no más techos entramados con las nubes,
una cama donde paliar la dolencia si la muerte hace la esquina,
un mimito, tres abrazos, mil millones de muñecas,
otros tantos
– y seis más –
de balones colorados.

Justicia de pueblo llano …
¿dónde el humo del hogar y entrechocar de la mano?
…¡ ay mi España… !
nos comen por todos lados, los de la diestra y siniestra
los de arriba, los del centro, los de abajo.

Mas os digo, jerifaltes de pluma en pecho,
ilustres de baja cuna y bolsillos engordados,
id con tiento, buscad chuscos y cebollas…
… que a mi gente…

… que a mi gente se le indigesta ya el hambre.





(Estoy harta de la injusticia, de la prepotencia, de los indultos amañados, de los ricos-ricos, de los pobrespobrespobrisimos, de los bancos y especialmente de la chulería con la que “pasan de todos nosotros” los ilustres de palacetes ”mangados”. Y eso que hoy , precisamente hoy, es el día que sea en mi Alicante, vengo de ti, mar, y me has relajado, imagina si no lo que llego a decir)

Arriba con este magnífico poema que no pasa de moda, y ésa es la pena.
Un abrazo y salud

Arriba y con toda la razón, querida Concha, no se puede decir más claro pero sí, y ya era hora, más alto.

Un abrazo.

Un buen gobierno debe tener como prioridad máxima que a nadie le falte un pan en la mesa, o dicho de otro modo que su sueldo le permita satisfacer como mínimo las necesidades básicas. Gracias por compartir este poema tan justo y necesario. Un abrazo.

Me han llegado fuerza con estos versos reivindicativos.
Gracias amiga Concha.
Abrazos y felicidad.

Tiene la justa fuerza arrolladora, también la ternura necesaria, el poema del pueblo llano. Así ha de ser, Concha. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Pilar, sí, es la pena, la tremenda pena que unas palabras como éstas, sigan estando (y estarán, desgraciadamente) en vigor.
Abrazos mediterráneos.