Editorial Alaire

A Inés Muñoz

Cada día es un reto luminoso
para llegar al núcleo de la herida
y convertirla en rosa de ciudades
amadas por el ángel protector.

Ansías el milagro entre las sombras,
cabalgas los relojes sin un límite
a través de las horas más inciertas,
para encontrar los códigos perdidos.

Eres con los arcángeles un cáliz
de energía que todo lo transforma
en caminos abiertos por estrellas.

El instinto de niebla te hace fuerte
en mitad de las luchas del sendero,
para ensoñar un mundo de abundancia.

Como madre no miras los abismos,
conviertes a los lobos en aliados
y no concibes nunca lo imposible.


Ana Muela Sopeña

Bonito y sentido poema, Ana. Seguro que Inés estará muy agradecida por este dedicado.

Un placer la lectura. Un cordial saludo.

¡ Qué fuerza tiene el poema ! Fuente de admiración humana, hecha de energía cósmica. Mi enhorabuena, Ana, por tu feliz homenaje. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Hola, Enrique:

Muchas gracias por venir y dejar tu huella entre estos versos.

Un abrazo
Ana

Hola, Raul:

Inés fue la cuidadora de mi tía hasta mayo de 2018, momento en el que mi tía falleció, con 98 años.

En 2021, un hijo de Inés de 19 años tuvo un accidente de tráfico. Quedó en estado vegetativo. Desde ese instante Inés se ha convertido en el ángel guardián de su hijo. Ha hecho muchas cosas para que recupere la consciencia. Hospitales, fisioterapia, estimulación. Los médicos propusieron la eutanasia, pero ella y su familia no la aceptaron. Siguen luchando y el muchacho está recuperando la consciencia. Todo es muy trabajoso. El esfuerzo es titánico, pero Inés y su familia persisten. Los servicios médicos de la Seguridad Social ya no se hacen cargo de él como paciente. Entonces... continúan con la medicina privada y pidiendo ayudas.

Así nació este poema.

Desde luego que Inés, por lo que expresas, se merece un poema hermoso como éste. Siempre hay personas excepcionales que no escatiman esfuerzos.
Me gustó leerte.
Un abrazo grande

Qué hermoso tu homenaje para Inés.
Hay personas que nacen para “cuidar”’a los demás, lo triste es que te toque cuidar a tu n hijo de 19 años. ¡Qué doloroso!

Precioso poema, Ana. ¡Felicidades!

Un beso.

Muy hermoso tu homenaje a Inés, mujer valiente y ejemplo de incondicional entrega, Ana.
Ella es la Madre-luz.
Me encantó leer tu bello poema.
Abrazos.

Se siente la fuerza de tu historia, de tus vivencias, gracias por abrir la ventana a tus adentros y compartir tu sentir.

Gracias, Pilar, por acercarte a estos versos dedicados a Inés.

Un beso grande
Ana

¡Qué hermoso reconocimiento y homenaje! Me quedo con la visión de estos versos:

Eres con los arcángeles un cáliz
de energía que todo lo transforma
en caminos abiertos por estrellas.

Un abrazo, Ana, Salud.

Enorme el poema, Ana, con una cadencia musical, que sobrecoge por la sencillez expresiva del pleno sentimiento. Gracias, y mi agradecimiento va por vivencias muy cercanas y sentidas muy a fondo. Gracias, de nuevo, por tu voz.

Un bico.

Muchas gracias, Marisa, por tus efusivas palabras.

Un beso grande
Ana

Vuelvo a la historia de Inés y envío abrazos a ella y a su hijo, también a ti por ponerles voz en la poesía.

Abrazos.

Todo se convierte en posible cuando se afronta la vida con la energía de los sobrevivientes.
Un poema con poder; con el poder de la palabra y de los hechos.
Un abrazo, Ana, más fuerte después de haberte leído.