Editorial Alaire

SANCTIFICETUR NOMEN TUUM

Pusiste ante mis ojos con magia las palabras,
entre mis manos números y nombres
con que construir un mundo, la pregunta
y la duda en mi mente
y en mi corazón sembraste
sentimientos de bondad.

Te llamé maestro
y así te recordé siempre
con la mirada iluminada de futuro
y la voz transida de esperanza,
como el profeta que habla lentamente
al acabar el día; como el poeta que descubre
emocionado
su primer verso. Sanctificetur, sanctificetur
nomen tuum.

Al lado de mi dolor descubres mi remedio
y calmando mi ansiedad extiendes, generoso,
tus cuidados.
Multiplicada la vida con la ayuda
de tu sabiduría, la herida de la muerte
es bálsamo en la paz de la última hora
y te llamamos médico. Sanctificetur
nomen tuum.

En tu mano se alza productiva y laboriosa
la herramienta que labra el largo surco
del pan,
que eleva a los aires los metales
en voladoras naves y en mitad de las aguas
de todos los océanos
pone a navegar los buques con sus pesadas cargas;
arrancas de las minas el corazón del cobre
y fundes los metales en crisoles gigantes
y levantas ciudades. Trabajador, obrero,
proletario, sanctificetur,
sanctificetur
nomen tuum.

González Alonso

Este poema solo lo pueden escribir almas generosas. Unos versos bañados de empatía y muy bellos componen esta melodía de agradecimiento. Felicidades.
Un abrazo grande

Precioso homenaje, Julio, a tantas manos buenas, con sus nombres y apellidos, que un día nos ayudaron y que aquí glosas en estos hermosos versos. Efectivamente, que su nombre sea santificado, al menos en nuestra memoria.

Víctor

Belleza y verdad en tu poema, Julio.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Santificado sea el nombre de los dioses o de los hombres que ponen su cuerpo y su buen pensamiento a laborar. De los dos hay muchos, "aeternus et umquam", "in sæcula sæculorum".
Desde el sector primario, desde este mundo de esfuerzos y descansos (cuando se puede o nos dejan), se agradece la labor del poeta y su visión más allá del "pronombre".
Un abrazo, Julio, aunque sea de lunes.

Tu poema, Julio, transmite serenidad, esperanza, sabiduría, la lentitud de permanencia que da la bondad.
Gracias por compartir esta belleza poética de lo que deberían ser las cosas humanas vividas en paz.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un fuerte abrazo.

¡ Madre mía, Julio, esto es una maravilla ! Me lo llevo a la mesita de noche. Poema granado que devuelve la voz a las manos. Me llevó a recordar un cartel del PSUC, que salían unas manos, y decía algo así como: mi capital son mis manos. Mis felicitaciones por tu luminosa inspiración. Gracias por compartir.

No me queda más que poner aquí otra plegaria:




Un abrazo.

En la gratitud está la grandeza del espíritu.
Bellísimo poema, bálsamo para el alma, Julio. Para disfrutar de la lectura, muchas veces.
Abrazos.

Lo bueno de las personas bondadosas es que derrochan generosidad sin tener que demostrar nada y yo agradezco la tuya al regalarnos esta plegaria.
Santificado sea el nombre del Señor sobre todas las cosas.

Abrazos y Salud, Julio.

Pilar Morte escribió: ↑Dom, 29 Oct 2023 21:57 Este poema solo lo pueden escribir almas generosas. Unos versos bañados de empatía y muy bellos componen esta melodía de agradecimiento. Felicidades.
Un abrazo grande

Es justo agradecer a quienes nos hacen la vida más fácil y nos ayudan a ser felices; de mi primer maestro conservo muy buenos recuerdos (también de quienes le siguieron en los años de estudios); a quienes atienden a mi salud con paciencia y cuidados les debo reconocimiento y gratitud, igual que a las personas que en las distintas labores, en el campo, en las minas, en los transportes, en los montes y en las fábricas, dejan sus días y sus vidas a cambio de muy poco. No es ser generoso, amiga Pilar, es intentar ser justo. Un abrazo grande. Salud.

Víctor F. Mallada escribió: ↑Dom, 29 Oct 2023 22:02 Precioso homenaje, Julio, a tantas manos buenas, con sus nombres y apellidos, que un día nos ayudaron y que aquí glosas en estos hermosos versos. Efectivamente, que su nombre sea santificado, al menos en nuestra memoria.

Víctor

Gracias, amigo Víctor. Un abrazo gordonés donde compartimos años de infancia y conocimos algunos buenos oficios que santificar, el maestro y profesores del colegio, el cura, nuestros padres mineros, labradores, médicos u otros oficios menos reconocidos, los zapateros, tenderos, mecánicos, albañiles...
Salud.

Es una belleza, de una eterna gratitud tu poema. Tambien a ti: Sanctificetur nomen tuum y mi abrazo.

Hermoso y sincero canto de gratitud, conmovedor. Gracias por la bondad, amigo Julio.

Vaia unha moi fonda aperta, compañeiro.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Lun, 30 Oct 2023 6:06 Belleza y verdad en tu poema, Julio.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana

Mil gracias, Ana. También mi abrazo. Salud.